skip to main | skip to sidebar

JOQUIVESA

Encontrado en la "red" (Mateo 13:47-50)

11/30/23

¡Velad!

1.º domingo de Adviento (Ciclo B). 

Evangelio (Mc 13,33-37) 

Estad atentos, velad: porque no sabéis cuándo será el momento. Es como un hombre que al marcharse de su tierra, y al dejar su casa y dar atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, ordenó también al portero que velase. Por eso: velad, porque no sabéis a qué hora volverá el señor de la casa, si por la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o de madrugada; no sea que, viniendo de repente, os encuentre dormidos. Lo que a vosotros os digo, a todos lo digo: ¡velad!.

Comentario 

Hemos entrado en el tiempo de Adviento, tiempo de conversión y preparación para la venida del Señor. Y en el evangelio de este domingo resuena la exhortación de Jesús dirigida a todos: “Estad atentos. ¡Velad!” (v. 33).

Para subrayar sus palabras, Jesús pone el ejemplo del señor de unas tierras que marcha a otro lugar y deja todo al cuidado de sus siervos. En especial, le encarga al portero que se quede velando y cuidando la casa hasta que su señor vuelva.

El papel del portero es importante porque si él se durmiera o despistara, podrían entrar ladrones en la casa y también en las tierras de su señor e incluso atacar a los siervos que han quedado a su cuidado. O podría volver su señor y no enterarse de ello.

San Agustín traducía la vigilancia del buen portero de la casa con estos consejos concretos referidos directamente a nuestra capacidad de amar: “Vela con el corazón, vela con la fe, con la caridad, con las buenas obras”[1].

Velar significa primordialmente querer a los demás, mirar a todos con cariño y comprensión, detectando las necesidades de los que nos rodean, y en las que podemos reconocer la venida de Jesús sin encontrarnos desprevenidos.

El papa Francisco explicaba este aspecto importante de nuestra vigilancia diciendo que “la persona que está atenta es la que, en el ruido del mundo, no se deja llevar por la distracción o la superficialidad, sino que vive de modo pleno y consciente, con una preocupación dirigida en primer lugar a los demás. Con esta actitud nos damos cuenta de las lágrimas y las necesidades del prójimo, y podemos percibir también sus capacidades y sus cualidades humanas y espirituales. La persona mira después al mundo, tratando de contrarrestar la indiferencia y la crueldad que hay en él y alegrándose de los tesoros de belleza que también existen y que deben ser custodiados. Se trata de tener una mirada de comprensión para reconocer tanto las miserias y las pobrezas de los individuos y de la sociedad, como para reconocer la riqueza escondida en las pequeñas cosas de cada día, precisamente allí donde el Señor nos ha colocado”[2].

Lo contrario de esta disposición atenta hacia los demás y de la vigilancia es el mal sueño y la negligencia. Es, en palabras de san Josemaría, “el sueño del egoísmo, de la superficialidad, desperdigando el corazón en mil experiencias pasajeras, evitando profundizar en el verdadero sentido de las realidades terrenas. ¡Mala cosa ese sueño, que sofoca la dignidad del hombre y le hace esclavo de la tristeza!”[3].

Dormirse mientras se vigila significa por tanto centrarse en el propio yo y sus apetencias y preocupaciones, sin percibir a los demás. Ese sueño siempre entristece y hace daño a los que queremos.

En cambio, concluía el Papa Francisco, “la persona vigilante es la que acoge la invitación a no dejarse abrumar por el sueño del desánimo, la falta de esperanza, la desilusión; y al mismo tiempo rechaza la llamada de tantas vanidades de las que está el mundo lleno y detrás de las cuales, a veces, se sacrifican tiempo y serenidad personal y familiar”[4].

La advertencia de Jesús a la vigilancia se traduce con la liturgia de hoy en un ejercicio habitual de la caridad con los demás, como preparación eficaz para su llegada. Sabiendo que Jesús no viene como un juez severo que nos quiera castigar, que vino al mundo como un niño indefenso y pobre, que pide ser acogido, que se conforma con un pesebre para animales y que viene para colmarnos de bendiciones y de gracia en brazos de su Madre y de san José. 

Fuente: opusdei.org 


Publicado por JOQUIVESA en 21:07

Cinco notas de la santidad, según ‘Gaudete et exultate’

Francisco Otamendi


El 19 de marzo de 2018, solemnidad de san José, el Papa Francisco firmó la Exhortación apostólica ‘Gaudete et exultate’ sobre el llamado o llamamiento a la santidad en el mundo actual. En la fiesta de Todos los Santos, se recogen cinco notas del Santo Padre “para que toda la Iglesia se dedique a promover el deseo de la santidad”

Francisco Otamendi en omnesmag.com

El llamamiento del Papa en los 177 puntos de su Exhortación Gaudete et exultate (Alegraos y regocijaos), sigue siendo actual, aunque hayan pasado cinco años y medio desde 2018. Basta examinar las 125 notas de la exhortación para verificar que no fue flor de un día.

Son citas abundantes de la Constitución dogmática Lumen gentium del Concilio Vaticano, de sus predecesores Benedicto XVI, san Juan Pablo II, en especial en su Carta Novo millenio ineunte, san Pablo VI en Evangelii nuntiandi, del Catecismo de la Iglesia católica, de santos, padres de la Iglesia, teólogos, filósofos y autores espirituales.

“Nos moviliza”, escribió el Papa, “el ejemplo de tantos sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que se dedican a anunciar y a servir con gran fidelidad, muchas veces arriesgando sus vidas y ciertamente a costa de su comodidad. Su testimonio nos recuerda que la Iglesia no necesita tantos burócratas y funcionarios, sino misioneros apasionados, devorados por el entusiasmo de comunicar la verdadera vida. Los santos sorprenden, desinstalan, porque sus vidas nos invitan a salir de la mediocridad tranquila y anestesiante”.

Pero también, las claras palabras de sus puntos 1 y 2: “Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: «Camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1). Y éstas de San Pablo a los Efesios: “Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió ‘para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor’” (Ef 1,4).

“Santos de la puerta de al lado”

Y la conocida expresión de Francisco sobre los “santos de la puerta de al lado”, en este contexto: “No pensemos solo en los ya beatificados o canonizados. El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios, porque ‘fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo, que le confesara en verdad y le sirviera santamente’” (Lumen gentium).

“Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente”, añadió el Pontífice, “a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad ‘de la puerta de al lado’, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, ‘la clase media de la santidad’”.

Cinco manifestaciones de amor a Dios y al prójimo

He aquí una síntesis de algunas notas de la santidad, cinco en concreto, tal como las recoge el Papa en su Gaudete et exultate. Son las siguientes: 1) Aguante, paciencia y mansedumbre. 2) Alegría y sentido del humor. 3) Audacia y fervor. 4) En comunidad. Y 5) En oración constante.

“No me detendré a explicar los medios de santificación que ya conocemos: los distintos métodos de oración, los preciosos sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación, la ofrenda de sacrificios, las diversas formas de devoción, la dirección espiritual, y tantos otros. Solo me referiré a algunos aspectos del llamado a la santidad que espero resuenen de modo especial”, explica Francisco.

1) Aguante, paciencia y mansedumbre

La primera de estas grandes notas es “estar centrado, firme en torno a Dios que ama y que sostiene. Desde esa firmeza interior es posible aguantar, soportar las contrariedades, los vaivenes de la vida, y también las agresiones de los demás, sus infidelidades y defectos: «Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?» (Rm 8,31). Esto es fuente de la paz que se expresa en las actitudes de un santo”. 

A partir de tal solidez interior, el testimonio de santidad, en nuestro mundo acelerado, voluble y agresivo, está hecho de paciencia y constancia en el bien. Es la fidelidad del amor, porque quien se apoya en Dios (pistis) también puede ser fiel frente a los hermanos (pistós), no los abandona en los malos momentos, no se deja llevar por su ansiedad y se mantiene al lado de los demás aun cuando eso no le brinde satisfacciones inmediatas”.

2) Alegría y sentido del humor

“Lo dicho hasta ahora no implica un espíritu apocado, tristón, agriado, melancólico, o un bajo perfil sin energía”, añade el Santo Padre. “El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado. Ser cristianos es ‘gozo en el Espíritu Santo’ (Rm 14,17), porque ‘al amor de caridad le sigue necesariamente el gozo, pues todo amante se goza en la unión con el amado […] De ahí que la consecuencia de la caridad sea el gozo’”.

“María, que supo descubrir la novedad que Jesús traía, cantaba: ‘Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador’ (Lc 1,47) y el mismo Jesús ‘se llenó de alegría en el Espíritu Santo’ (Lc 10,21). Cuando él pasaba ‘toda la gente se alegraba’ (Lc 13,17). Después de su resurrección, donde llegaban los discípulos había una gran alegría (cf. Hch 8,8). A nosotros, Jesús nos da una seguridad: ‘Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. […] Volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría’ (Jn 16,20.22). ‘Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud’ (Jn 15,11)”.

Francisco reconoce que “hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que ‘se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo’. Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos”.

3) Audacia y fervor

El Papa prosigue en su Exhortación con la audacia. “La santidad es parresía: es audacia, es empuje evangelizador que deja una marca en este mundo”, escribe. “Para que sea posible, el mismo Jesús viene a nuestro encuentro y nos repite con serenidad y firmeza: ‘No tengáis miedo’ (Mc 6,50). ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos’ (Mt 28,20)”.

“Estas palabras nos permiten caminar y servir con esa actitud llena de coraje que suscitaba el Espíritu Santo en los Apóstoles y los llevaba a anunciar a Jesucristo”, alienta. “Audacia, entusiasmo, hablar con libertad, fervor apostólico, todo eso se incluye en el vocablo parresia, palabra con la que la Biblia expresa también la libertad de una existencia que está abierta, porque se encuentra disponible para Dios y para los demás (cf. Hch 4,29; 9,28; 28,31; 2Co 3,12; Ef 3,12; Hb 3,6; 10,19).

4) En comunidad

EL Santo Padre alerta de que “es muy difícil luchar contra la propia concupiscencia y contra las asechanzas y tentaciones del demonio y del mundo egoísta si estamos aislados. Es tal el bombardeo que nos seduce que, si estamos demasiado solos, fácilmente perdemos el sentido de la realidad, la claridad interior, y sucumbimos”.

“La santificación es un camino comunitario, de dos en dos”, explica. “Así lo reflejan algunas comunidades santas. En varias ocasiones la Iglesia ha canonizado a comunidades enteras que vivieron heroicamente el Evangelio o que ofrecieron a Dios la vida de todos sus miembros. Pensemos, por ejemplo, en los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María, en las siete beatas religiosas del primer monasterio de la Visitación de Madrid, en san Pablo Miki y compañeros mártires en Japón, en san Andrés Kim Taegon y compañeros mártires en Corea, en san Roque González, san Alfonso Rodríguez y compañeros mártires en Sudamérica. También recordemos el reciente testimonio de los monjes trapenses de Tibhirine (Argelia), que se prepararon juntos para el martirio”. 

“Del mismo modo, hay muchos matrimonios santos, donde cada uno fue un instrumento de Cristo para la santificación del cónyuge. Vivir o trabajar con otros es sin duda un camino de desarrollo espiritual. San Juan de la Cruz decía a un discípulo: estás viviendo con otros ‘para que te labren y ejerciten’”, recuerda el Pontífice.

“La vida comunitaria, sea en la familia, en la parroquia, en la comunidad religiosa o en cualquier otra, está hecha de muchos pequeños detalles cotidianos. Esto ocurría en la comunidad santa que formaron Jesús, María y José, donde se reflejó de manera paradigmática la belleza de la comunión trinitaria. También es lo que sucedía en la vida comunitaria que Jesús llevó con sus discípulos y con el pueblo sencillo”.

5) En oración constante

“Finalmente”, manifiesta el Papa, “aunque parezca obvio, recordemos que la santidad está hecha de una apertura habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en la adoración. El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. Es alguien que no soporta asfixiarse en la inmanencia cerrada de este mundo, y en medio de sus esfuerzos y entregas suspira por Dios, sale de sí en la alabanza y amplía sus límites en la contemplación del Señor. No creo en la santidad sin oración, aunque no se trate necesariamente de largos momentos o de sentimientos intensos”.

En este punto, el Papa cita a san Juan Juan de la Cruz, que “recomendaba procurar andar siempre en la presencia de Dios, sea real, imaginaria o unitiva, de acuerdo con lo que le permitan las obras que esté haciendo”. (…) “No obstante, para que esto sea posible, también son necesarios algunos momentos solo para Dios, en soledad con él. Para santa Teresa de Ávila la oración es ‘tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabemos nos ama’.

De la Palabra a la Eucarístía, con María

“El encuentro con Jesús en las Escrituras nos lleva a la Eucaristía, donde esa misma Palabra alcanza su máxima eficacia, porque es presencia real del que es la Palabra viva”. Al terminar, el Papa escribe: “Quiero que María corone estas reflexiones, porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. (…) Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña. Conversar con ella nos consuela, nos libera y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: ‘Dios te salve, María…’”.

Fuente: omnesmag.com

Publicado por JOQUIVESA en 20:59

Enrique García Máiquez: “Reírnos de las bromas de la Providencia ya es rezar”

 María José Atienza


El poeta y ensayista abre en Jaén, el viernes 17 de noviembre, la undécima edición del Simposio san Josemaría con una ponencia sobre "San Josemaría, testigo del poder de la amistad"

Enrique García Máiquez es natural de Murcia, donde nació en 1969, pero es en el Puerto de Santa María (Cádiz) desde donde pone letras a la vida. Recientemente galardonado con el I Premio de Ensayo Sapientia Cordis, de CEU Ediciones, casado y padre de dos hijos, García Máiquez es el encargado de pronunciar la conferencia inaugural del XI simposio San Josemaría que, durante los días 17 y 18 de noviembre, tiene lugar en el Palacio de Congresos de Jaén.

Bajo el título “El poder de la amistad”, este simposio reflexionará, durante estas jornadas sobre la naturaleza de la amistad, su necesidad para la vida o las diferentes amistades de las personas, y las personas con Dios.

García Máiquez, reconocido poeta y ensayista, es además colaborador en diversos medios de comunicación y, en sus escritos, el dominio del lenguaje y el fino humor se entrelazan con elegancia. La amistad en san Josemaría, para él, resulta una de las características clave del fundador del Opus Dei.

Su ponencia hablará de san Josemaría como testigo de la amistad. ¿Qué episodios de la vida de san Josemaría destaca como claves de su relación con sus amigos? 

Impresiona mucho la diversidad y la variedad de sus amigos. A algunos de los más íntimos jamás les invitó a pertenecer a la Obra, porque una cosa era su paternidad y otra su amistad. Por todos se preocupaba profundamente.

Llama la atención que sus amigos hablaban del tiempo que les dedicaba, aunque fue, naturalmente, un hombre con muy poco tiempo y mucha urgencia de almas. También es muy bonito y natural que algunas amistades lo fueron familiares como con los Cremades o los Giménez Arnau. Los hijos, como suele ocurrir, heredaban la amistad de sus padres con el Padre.

San Josemaría animaba a hablar de Dios a los amigos y hablar a Dios de los amigos, ¿nos olvidamos con demasiada frecuencia de mantener el equilibrio sobre estas dos patas en alguna razón? Es decir, ¿somos o los plastas que sólo te dan consejitos espirituales o los “callados” que rezan mucho y hablan poco?

¡Por supuesto! El equilibrio siempre es lo más difícil de mantener, en buena medida porque sólo hay una postura equilibrada mientras los ángulos de desviación son muy numerosos y nos cercan por todos lados.

En este caso en concreto, consuela que, como Dios nos oye siempre, también participa (dos que se reúnen en su nombre) de las conversaciones con los amigos.

“Ni plasta ni mudo” es un lema estupendo, muchas gracias.

En su libro, La Gracia de Cristo muestra el humor, las bromas de Cristo a sus amigos. ¿Hay que bromear más con Dios, como se hace con los amigos? ¿Nos cuesta dar este paso del humor – amor?  

Isabel Sánchez Romero, que clausurará el simposio, ha visto esto muy bien. Decía en una reciente entrevista que la forma de ser de san Josemaría era como la de Jesucristo: “amiguero y disfrutón”. 

Cuando leí los Evangelios buscando las huellas del humor de Jesús me sorprendió lo que le gustaba embromar a sus discípulos: hace como que pasa de largo, se ríe en la tormenta, los manda a hacer encargos un poco estrafalarios, les dice que saquen la moneda de la boca del primer pez que pesquen, etc.

También en la oración les pregunta con mucha guasa “¿quién dicen que soy yo?”, para echar unas risas con los disparates. Es continuo. Del mismo modo la Providencia, a poco atentos que estemos, juega con nosotros. Reírnos de sus bromas es ya rezar.

La sociedad de hoy, ¿adolece de falta de amistad (bene – volentis) verdadera? 

Diré en mi conferencia en el simposio que la amistad tal y como nos la propone san Josemaría es muy contracultural, muy contra mundum, precisamente porque es la verdadera, que exige tiempo, atención, excederse en la entrega y en el sacrificio. 

Como en todas las demás dimensiones de la vida postmoderna, estamos acostumbrados al amigo de usar y tirar, al consumismo también de la amistad, al “amigo” de Facebook o similares. Y eso —que está bien en lo suyo— amistad no es.

La historia está llena de amigos “santos”:  desde Felipe y Bartolomé, pasando por san Igancio de Loyola y san Francisco Javier, santa Clara y san Francisco o san Josemaría y el beato Álvaro. La verdadera amistad, ¿es camino de santificación?

Preciosa observación. La verdadera amistad, como vieron Aristóteles y Platón, también amigos, exige personas virtuosas que quieran el bien de su amigo por encima incluso del propio. 

El cristianismo no ha venido a cambiar esto, sino a elevarlo, como hace siempre con las cosas naturales. Por una doble vía. De ida: es lógico que quienes comparten el amor a Dios tengan más que compartir juntos que quien no le ama. Y de vuelta: los amigos disfrutamos presentándonos unos a los otros. Un amigo nuestro que es un amigo de Dios no tardará en presentárnoslo con la ilusión viva de que pronto seamos íntimos.

Fuente: omnesmag.com

Publicado por JOQUIVESA en 11:33

11/28/23

Ciencia y religión en la práctica

Antonio Pardo

Querer probar la existencia de Dios desde la ciencia no lleva muy lejos. Pero ciencia y fe son perfectamente compatibles. Los posibles desencuentros se reducen al final a mala ciencia o a conceptos equivocados sobre religión

Me han pedido que escriba aquí mi experiencia, como científico creyente, sobre las colisiones entre ciencia y fe que se me hayan dado. Ante esta página en blanco se me plantea la duda sobre qué escribir, pues personalmente no he encontrado ninguna. Sí se me ocurren cuestiones planteadas por terceros u observadas a lo largo de los años, que quizá sirvan para ejemplificar los motivos de choque que observo en otros. En todos los casos, se derivan de confusiones sobre cuestiones científicas o religiosas. O ambas.

Por mi trabajo en cuestiones de ética profesional, en algún caso me han consultado la posibilidad de investigar con células madre provenientes de embriones humanos. El tema no tiene dificultad ninguna: todo lo que sea destruir seres humanos (en estado embrionario en este caso) es éticamente incorrecto. Pero detrás de esta consulta laten, a mi entender, dos confusiones.

Una es pensar que esta respuesta es una cuestión de doctrina cristiana y no simplemente de ética, alcanzable por cualquiera. No hay más que recordar los artículos de Oriana Fallaci (no creyente) al respecto. Se olvida que la diferencia observable entre un cristiano y un hombre bueno es que el cristiano va a misa, pero que ambos están sujetos a la búsqueda del bien en su comportamiento.

Y la segunda confusión se deriva del entusiasmo científico por una técnica recién salida al mercado, que promete mucho, pero que no está demostrado que vaya a rendir realmente los resultados que muchos esperan de ella. Actualmente ese desarrollo futuro es una hipótesis, y el entusiasmo ante ella es sólo eso, entusiasmo, no base científica.

El otro campo en que he encontrado planteamientos aparentemente incompatibles entre ciencia y fe ha sido en la docencia de cuestiones de método científico en el estudio de la evolución biológica, fenómeno que existe realmente, sin discusión alguna. Dejando aparte los desatinos científicos de la versión estándar del neodarwinismo más difundida, en este campo aparecían dudas de los alumnos sobre la incompatibilidad de las tesis científicas (bueno, de lo que suponían que eran tesis científicas y que había que matizar mucho) con el texto de la Biblia sobre los orígenes.

Estas dificultades, por lo que conozco, se plantean sobre todo en ámbitos no católicos, que enseñan la prioridad de la pura letra del texto del Génesis, sin interpretaciones. Olvidan que todo texto es interpretado; incluso la literalidad que propugnan es una interpretación. Pero, dada la poca formación humanística actual, este modo excesivamente simplificado de entender la Escritura se ha extendido muy ampliamente en el ámbito católico. Y los alumnos creyentes, enfrentados con estas dudas, preguntan sobre la cuestión.

Al proporcionarles una respuesta, observo que el profesor de ciencias creyente no está mucho mejor aparejado para responder a esa duda que los propios alumnos. De hecho, veo que solucionan personalmente el problema de dos modos: o abandonan la religión por hacer afirmaciones que les parecen estúpidas; o viven en dos mundos desconectados (el científico y la vida cristiana personal), centrándose sólo en un área científica estrecha sin hacerse preguntas globales enriquecedoras. Los alumnos reciben de ellos como respuesta la afirmación de que el texto de la Biblia se equivoca a ese respecto, pero rara vez algo con más enjundia.

Aquí, lo primero sería aclarar que la Biblia no es un texto científico: no pretende una descripción científica de la naturaleza, sino proporcionar un mensaje de salvación, y que su redacción se entrevera con la mentalidad de la época en que se escribió. ¿Imaginan que el Génesis comenzara por “Al principio fue el Big Bang”? Cosa de la que, por cierto, no podemos estar seguros, aunque muchos interpreten así dicha teoría física. Y en esta línea está el enorme campo de la interpretación de la Sagrada Escritura, de la que hay muchísima experiencia en el ámbito católico desde tiempos remotos.

En suma, los únicos roces que he observado se derivan, bien de una ciencia no muy rigurosa (en algunos casos cabría decir algo más fuerte), bien de interpretaciones de la religión notablemente discutibles.

Fuente: El Mundo

Publicado por JOQUIVESA en 17:46

11/27/23

¿Qué es ser buen cristiano?

Juan Luis Selma

La fe está para vivirla. Ser cristiano es un modo de vivir mucho más bonito, ilusionante, provocativo. Es descubrir un nuevo caminar, una vida más elevada

Vivimos en un país de tradición cristiana, pero nos encontramos con una realidad que poco tiene que ver con las enseñanzas de Jesús. Hay una gran tensión social, vivimos tiempos de incertidumbre, de enfrentamiento. Algunos podrán decir que es por los enemigos de la fe que se han envalentonado, que quieren acabar con nuestras tradiciones y creencias. Vale, pero y dónde están los millones y millones de cristianos más o menos fervorosos. ¿Somos sal y luz? ¿Creemos de verdad en el amor, de tal modo que nos salga por los poros?

Este domingo cerramos el ciclo litúrgico con la fiesta de Cristo Rey. Celebración en la que reconocemos su realeza, esto es, su servicio como Pastor. El gran rey David, de cuya estirpe vendrá el Mesías, era pastor de ovejas. Jesús declara que es el Buen Pastor que da su vida por su rebaño. Aceptar a Cristo como soberano es seguirle en todo, imitarle, dejarse conducir por Él. Tomarle por modelo. Ponernos bajo su protección.

El título de su realeza solamente aparece escrito, en arameo, latín y griego, en la Cruz. Allí, la autoridad romana le reconoce como rey. Y resulta que, precisamente, la cruz es la señal del cristiano. Ya en el siglo II nos dice Tertuliano: "En todos nuestros viajes y movimientos, en todas nuestras salidas y llegadas, al ponernos nuestros zapatos, al tomar un baño, en la mesa, al prender nuestras velas, al acostarnos, al sentarnos, en cualquiera de las tareas en que nos ocupemos, marcamos nuestras frentes con el signo de la cruz".

Podemos recordar qué es signarse, santiguarse y persignarse. Lección elemental que muchos desconocen. Signarse es hacer el signo de la cruz tres veces sobre nuestro cuerpo con la mano, generalmente con el pulgar; una cruz sobre nuestra frente, una cruz sobre nuestra boca y una cruz sobre nuestro pecho, diciendo: Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.

Santiguarse es hacer la señal de la cruz en la frente, en el pecho, en el hombro izquierdo y luego en el hombro derecho, diciendo: En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Y luego, Amén.

Persignarse consiste en signarse y santiguarse. Hay otra oración preciosa en la que el sacerdote hace la señal de la cruz en la frente, diciendo: Cristo esté en tu inteligencia; en la boca: Cristo esté en tus labios; en el corazón: Cristo esté en tu corazón; y en el pecho: Cristo esté en tus obras.

Los santos viven con Él, se hacen uno con Él, son su icono, le hacen presente. Dice Camino: “Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: este lee la vida de Jesucristo”. Y el cardenal Newman: “Haz que me miren y ya no me vean a mí, sino solamente a ti, oh Señor. Quédate conmigo y entonces comenzaré a brillar como brillas Tú; a brillar para servir de luz a los demás a través de mí”.

Si hacemos nuestros estos deseos, si nuestros pensamientos concuerdan con los suyos-vemos los acontecimientos cotidianos como él los ve-, si actuamos como él lo haría, si procuramos hacer siempre el bien y vivimos en la verdad, … Cristo estará presente en el mundo. La tierra será una antesala del cielo. Habrá justicia y paz. Los hombres serán felices.

Ser cristiano no es simplemente estar bautizado, ir de vez en cuando a la iglesia, tener fe – también el demonio sabe que Dios existe-. No es ser capillita o tener devoción a mi Virgen. Todo esto está muy bien, pero no es suficiente. La fe está para vivirla. Ser cristiano es un modo de vivir mucho más bonito, ilusionante, provocativo. Es descubrir un nuevo caminar, una vida más elevada; es acoger la verdad plena. Un encuentro con Cristo.

Es vivir en “un reino eterno y universal: el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz”, como reza el Prefacio de la misa de hoy. Ser cristiano es mirarnos en Cristo, Dios y Hombre y ser, como Él, personas de familia, de trabajo honrado, de amigos, amantes de la verdad. Es tener la alegría de sentirse hijo de un Padre lleno de amor, todopoderoso. Es sentir gusto por el bien, por la belleza. Vivir como un enamorado. Ver gustosamente al otro como hermano.

En palabras del Papa: “La lógica mundana se apoya en la ambición, la competición, combate con las armas del miedo, del chantaje y de la manipulación de las conciencias. La lógica del Evangelio, es decir, la lógica de Jesús, en cambio, se expresa en la humildad y la gratuidad, se afirma silenciosa pero eficazmente con la fuerza de la verdad. Los reinos de este mundo a veces se construyen en la arrogancia, rivalidad, opresión; el reino de Cristo es un reino de justicia, de amor y Fuente: eldiadecordoba.es

Publicado por JOQUIVESA en 22:07

11/26/23

El juicio final

 El Papa en el Ángelus


Queridos hermanos y hermanas, ¡buen domingo!

Hoy no puedo asomarme a la ventana porque tengo este problema de inflamación en los pulmones y será Mons. Braida a leer la reflexión; el las conoce muy bien porque es el que las hace ¡y siempre las hace tan bien! Muchas gracias por vuestra presencia.

Hoy, último domingo del año litúrgico y solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, el Evangelio nos habla del juicio final (cf. Mt 25,31-46) y nos dice que será sobre la caridad.

La escena que nos presenta es la de una sala real, en la que Jesús, "el Hijo del hombre" (v. 31), está sentado en un trono. Todos los pueblos están reunidos a sus pies y entre ellos están "los bienaventurados" (v. 34), los amigos del Rey. Pero, ¿quiénes son? ¿Qué tienen de especial estos amigos a los ojos de su Señor? Según los criterios del mundo, los amigos del rey deberían ser aquellos que le han dado riqueza y poder, que le han ayudado a conquistar territorios, a ganar batallas, a engrandecerse entre otros gobernantes, tal vez a aparecer como estrella en las primeras páginas de los periódicos o en las redes sociales, y a ellos les debería decir: "Gracias, porque me han hecho rico y famoso, envidiado y temido". Esto según los criterios del mundo.

En cambio, según los criterios de Jesús, sus amigos son otros: son aquellos que le han servido en las personas más débiles. Porque el Hijo del hombre es un Rey completamente distinto, que llama "hermanos" a los pobres, que se identifica con los hambrientos, los sedientos, los forasteros, los enfermos, los encarcelados, y dice: "Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo" (v. 40). Es un Rey sensible al problema del hambre, de la necesidad de un hogar, de la enfermedad y del aprisionamiento (cf. vv. 35-36): todas realidades desgraciadamente siempre muy actuales. Personas que padecen hambre, personas sin hogar, a menudo vestidas como pueden, abarrotan nuestras calles: nos encontramos con ellas todos los días. E incluso en cuanto a la enfermedad y la cárcel, todos sabemos lo que significa estar enfermo, cometer errores y pagar las consecuencias.

Y bien, el Evangelio de hoy nos dice que uno es "bienaventurado" si responde a estas pobrezas con amor, con servicio: no apartándose, sino dando de comer y de beber, vistiendo, acogiendo, visitando, en una palabra, estando cerca de los necesitados. Y esto porque Jesús, nuestro Rey que se llama a sí mismo Hijo del Hombre, tiene sus hermanas y hermanos predilectos en las mujeres y hombres más frágiles. Su 'sala real' está instalada donde hay quienes sufren y necesitan ayuda. Esta es la "corte" de nuestro Rey. Y el estilo con el que sus amigos, los que tienen a Jesús por Señor, están llamados a distinguirse es su propio estilo: compasión, misericordia, ternura. Estas ennoblecen el corazón y descienden como aceite sobre las heridas de cuantos están heridos por la vida.

Entonces, hermanos y hermanas, preguntémonos: ¿creemos que la verdadera realeza consiste en la misericordia? ¿Creemos en el poder del amor? ¿Creemos que la caridad es la manifestación más noble del hombre y una exigencia indispensable para el cristiano? Y, por último, una pregunta particular: ¿soy yo amigo del Rey, es decir, me siento personalmente implicado en las necesidades de las personas que sufren y que encuentro en mi camino?

María, Reina del Cielo y de la Tierra, nos ayude a amar a Jesús, nuestro Rey, en sus hermanos más pequeños.

Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas,

Celebramos hoy la 38ª Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares, sobre el tema Alegres en la esperanza. Bendigo a todos los que participan en las iniciativas promovidas en las diócesis, en continuidad con la JMJ de Lisboa. Abrazo a los jóvenes, presente y futuro del mundo, y los animo a ser protagonistas alegres de la vida de la Iglesia.

Ayer, la martirizada Ucrania conmemoró el Holodomor, el genocidio perpetrado por el régimen soviético hace 90 años que hizo morir de hambre a millones de personas. Esa lacerante herida, en lugar de cicatrizar, se hace aún más dolorosa por las atrocidades de la guerra que sigue haciendo sufrir a ese querido pueblo. Por todos los pueblos desgarrados por los conflictos, sigamos rezando sin cansarnos, porque la oración es la fuerza de paz que rompe la espiral del odio, quiebra el ciclo de la venganza y abre caminos de reconciliación no esperados. Hoy damos gracias a Dios porque por fin hay una tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes han sido liberados. Recemos para que todos sean liberados cuanto antes - ¡pensemos en sus familias! -, que entre más ayuda humanitaria en Gaza y que insistamos en el diálogo: es la única vía, la única manera de tener paz. Los que no quieren diálogo no quieren paz.

Además de la guerra, nuestro mundo está amenazado por otro gran peligro, el cambio climático, que pone en riesgo la vida en la Tierra, especialmente la de las generaciones futuras. Y esto es contrario al proyecto de Dios, que creó todo para la vida. Por lo tanto, el próximo fin de semana viajaré a los Emiratos Árabes Unidos para intervenir el sábado en la COP28 en Dubái. Agradezco a todos los que acompañarán este viaje con la oración y el compromiso de tomar a pecho la salvaguardia de la casa común

Acojo con afecto a todos ustedes, peregrinos de Italia y de otras partes del mundo, especialmente a los de Pakistán, Polonia y Portugal. Saludo a los fieles de Civitavecchia, Tarquinia y Piacenza, y a la Diputación San Vito Martire de Lequile (Lecce). Saludo a los niños de Confirmación de Viserba (Rímini), al grupo "Assisi nel vento" (“Asís en el viento”) y al Coro "Don Giorgio Trotta" de Vieste.

Les deseo a todos un buen domingo.

Y, por favor, no olviden rezar por mí. Que tengan un buen almuerzo y ¡hasta pronto!

Fuente: vatican.va

  

Publicado por JOQUIVESA en 18:58

11/25/23

Solemnidad de Cristo Rey

Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo (Ciclo A). 


Evangelio (Mt 25,31-46)

Cuando venga el Hijo del Hombre en su gloria y acompañado de todos los ángeles, se sentará entonces en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las gentes; y separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá las ovejas a su derecha, los cabritos en cambio a su izquierda.

Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo: porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era peregrino y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

Entonces le responderán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos peregrino y te acogimos, o desnudo y te vestimos?, o ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a verte?”

Y el Rey, en respuesta, les dirá: “En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”.

Entonces dirá a los que estén a la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles: porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber; era peregrino y no me acogisteis; estaba desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.

Entonces le replicarán también ellos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, peregrino o desnudo, enfermo o en la cárcel y no te asistimos?”

Entonces les responderá: “En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también dejasteis de hacerlo conmigo. Y éstos irán al suplicio eterno; los justos, en cambio, a la vida eterna”.


Comentario

La enseñanza de Jesús que escuchamos en este pasaje del Evangelio es muy consoladora ante las situaciones de injusticia personal y social que abundan en la sociedad en que vivimos.

En efecto, somos testigos de una lucha diaria entre el bien y el mal. A veces nos puede parecer que en el mundo se imponen los que tienen más fuerza y más medios para oprimir a los demás, pero Jesús deja claro que el mal no tiene la última palabra. Dios es justo y triunfará la justicia.

En el Credo confesamos que Jesucristo “subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos”. Ahí reside nuestra certeza de que el triunfo definitivo está de parte del bien.

“Frente a Cristo, que es la Verdad, será puesta al desnudo definitivamente la verdad de la relación de cada hombre con Dios -nos recuerda el Catecismo-. El Juicio final revelará hasta sus últimas consecuencias lo que cada uno haya hecho de bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena”. Unos serán condenados y otros serán salvados.

El Catecismo explica el infierno recordando unas palabras de la primera carta de san Juan: “ ‘Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él’ (1Jn 3, 15). Nuestro Señor nos advierte de que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños que son sus hermanos.”.

Pero también, y esto es lo más gozoso, nos recuerda que existe el cielo. “Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha ‘abierto’ el cielo -enseña también el Catecismo-. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo quien asocia a su glorificación celestial a aquellos que han creído en Él y que han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a Él”.

El Hijo del hombre se identifica en el momento del juicio con los hambrientos y los sedientos, con los forasteros, los desnudos, los enfermos y los encarcelados, con todos los que sufren en este mundo, y considera el comportamiento que se ha tenido con ellos como si se hubiera tenido con Él mismo.

Por eso nos recuerda san Josemaría que “hay que reconocer a Cristo, que nos sale al encuentro, en nuestros hermanos los hombres. Ninguna vida humana es una vida aislada, sino que se entrelaza con otras vidas. Ninguna persona es un verso suelto, sino que formamos todos parte de un mismo poema divino, que Dios escribe con el concurso de nuestra libertad”.

Esto no es un simple modo hermoso de hablar, sino que alude a la más profunda realidad de Jesús. El Hijo de Dios, al hacerse hombre en Jesucristo se ha hecho uno de nosotros, pobre, conocedor del dolor, el hambre, la sed, la persecución, hasta el punto de morir desnudo en la Cruz.

El Juez universal será el mismo que padeció todo esto, y tiene bien experimentado cuánto duele el desprecio presuntuoso del que sólo va a lo suyo, y cuánto consuela el amor de las personas generosas que no pasan de largo ante las necesidades de los hermanos.

Fuente: opusdei.org


Publicado por JOQUIVESA en 14:00

11/24/23

Alfonso Aguiló: “Hay que transformar la polarización en colaboración”

 Francisco Otamendi


“Lo urgente es hacer mejores políticas educativas y lo que bastantes veces se hace es politizar la educación, algo bien diferente.


Hay que transformar la polarización en colaboración”, asegura a Omnes Alfonso Aguiló, presidente de Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), tras el 50 Congreso en Islas Baleares.

No puede entenderse la educación en la España actual sin Alfonso Aguiló, presidente de CECE, que agrupa a un tercio de la enseñanza privada y concertada española, como no puede entenderse sin Escuelas Católicas. Ambas están desde 2020 en la plataforma Más plurales, en defensa de la pluralidad educativa, junto a otras confederaciones, asociaciones de padres, etc.

Centenares de colegios y centros de FP de toda España han reflexionado a primeros de noviembre sobre temas candentes de la educación, en Islas Baleares, bajo el lema “La Escuela que queremos: formar para transformar”, en un Congreso que ha reunido a más de 400 profesionales de la educación concertada y privada.

Abordamos algunos de ellos con Alfonso Aguiló, Ingeniero de caminos, canales y puertos (1983) y PADE del IESE Business School (2008), once años director del colegio Tajamar  (Madrid), y actual presidente de la Red Educativa Arenales, que integra más de 30 escuelas en España, Portugal, Alemania, Estados Unidos y otros países.

Desde 2015 Aguiló es presidente nacional de CECE, y en calidad de tal concede a Omnes  esta entrevista, que ha preparado volviendo de Barcelona. En ella afirma, entre otras cosas, que “convendría podar la LOMLOE de diversos aspectos que responden a resabios ideológicos ajenos al bien de la educación”, y que “una sociedad plural necesita de un sistema educativo plural”.

Usted preside CECE y la Red Educativa Arenales, pero también asesora instituciones educativas en 35 países de Europa, América y Asia. ¿Es optimista ante el desarrollo de la educación en el mundo?

La educación es la síntesis que cada generación hace de su cultura con objeto de transmitirla a la siguiente generación. Y ese legado, forzosamente, es un legado plural. Y esa pluralidad facilita a su vez que la sociedad sea plural, cosa normalmente bastante positiva. Cuando hay pluralidad, las mejores experiencias ganan terreno a las peores, y el sistema se va mejorando de modo natural, aprendiendo unos de otros. Creo que la libertad de enseñanza, así como las dinámicas que facilitan compartir experiencias y generar culturas de colaboración, ayudan notablemente a que el conjunto mejore.

¿Cómo ve la evolución educativa en Europa y en España? En las conclusiones del Congreso, hablan, por ejemplo, sobre la necesidad de un debate constructivo para mejorar la educación.

El buen resultado en educación no es un asunto fácil de medir. Cada cultura, y cada familia, se centra más en unos puntos y menos en otros. Eso fomenta, entre otras cosas, que la educación sea bastante plural, y eso es positivo. Pero si nos fijamos por ejemplo en PISA, o en otros estudios que miden los indicadores más habituales, España en su conjunto tiene un sistema educativo con resultados globales similares a los que tienen los países de nuestro entorno. Y en cuanto a Europa, globalmente queda por encima, aunque hay países, sobre todo asiáticos, que obtienen resultados académicos bastante superiores.

Cuando se produjo el relevo en el Ministerio de Educación español a la actual titular, en 2021, usted declaró a un medio: “Deseamos una buena relación y ayudar a desarrollar una ley que no nos gusta, para procurar que no empeore”. 

Está claro que si una ley está ya vigente y no hay voluntad política de cambiarla, hay que centrar los esfuerzos en procurar que sus desarrollos minoren las consecuencias negativas que pueda producir esa ley.

El año pasado preguntamos al pedagogo Gregorio Luri por aspectos que reorientaría de la ley de Educación (LOMLOE), y dijo: “Haría que todo volviera a su cauce. Creo que volver a la cordura es absolutamente urgente”. ¿Cómo lo ve usted?

Me parece que lo urgente es hacer mejores políticas educativas y lo que bastantes veces se hace es politizar la educación, que es algo bien diferente. Convendría podar la LOMLOE de diversos aspectos que responden a resabios ideológicos ajenos al bien de la educación, y que han sido incorporados por presiones políticas que no deberían estar en el debate de la mejora de nuestro sistema educativo. Por ejemplo, es fácil detectar que la ley muestra una hostilidad hacia la enseñanza concertada, hacia la educación especial, hacia la transparencia en la evaluación de los centros, hacia la elección de centro, etc.

Sobre la obstaculización a la libertad de elección de centro, el mismo pedagogo respondió: “Si todas las tiendas de Madrid vendieran exactamente lo mismo, la autonomía no sería necesaria. Si cada tienda vende productos diferentes, quiero tener la posibilidad de elegir dónde quiero comprar…”. ¿Añadiría o precisaría algo?

Es algo casi obvio. Una sociedad plural necesita de un sistema educativo plural. Para eso hacen falta, sobre todo, dos cosas. La primera es que haya enseñanza privada financiada con fondos públicos, porque de lo contrario solo serían gratuitos los centros públicos y solo los ricos tendrían acceso a esa escuela plural. Lo segundo es que tiene que haber libertad para elegir o cambiar de centro dentro de esa pluralidad, porque si hay una oferta plural pero no me dejan elegir, esa pluralidad es una quimera.

¿Qué ha aportado este 50 Congreso sobre el reto que supone educar hoy? Además, hay temas como la neurociencia, o la inteligencia artificial que están en plena efervescencia. También los asuntos antropológicos, la identidad del hombre, etc.

La escuela debe centrar su propósito y su misión en formar bien a cada persona para que pueda sacar el máximo partido a su talento y así contribuir a transformar y mejorar la sociedad en que vivimos. Para ello, necesitamos políticas educativas que faciliten que las escuelas sean cada día mejores. Hemos reafirmado el compromiso de CECE para trabajar colaborativamente con todos los actores del mundo educativo, empezando por quienes elaboran y quienes aplican la normativa legal, con ese propósito claro. Hay que transformar la polarización en colaboración, pensando más en mejorar la educación y menos en los intereses de partido.

“Una buena escuela privada y concertada hacen mejor también a la enseñanza pública”, ha manifestado usted. ¿Puede desarrollar un poco esta idea? En las conclusiones apuestan por una excelente enseñanza pública, pero que esto no dificulte el trabajo de los centros concertados, afirman.

Siempre lo decimos, para que quede claro que queremos salir de esa dinámica perversa de enfrentar a quienes no tienen por qué estar enfrentados. Todos los que trabajamos en educación debemos querer que vayan bien todas las escuelas, no solamente la nuestra o las nuestras. Por eso queremos una excelente enseñanza pública, y por esos insistimos en que la mejora de la enseñanza pública no se logra dificultando el trabajo de los centros concertados, sino trabajando para que toda la enseñanza sea cada día mejor, sin antagonismos.

En el aspecto económico, muchos padres, al menos en entornos que conozco, desean opciones diferentes a la pública, por sus convicciones o por las razones que fueren, y no pueden, o el esfuerzo que han de realizar casi supera sus capacidades. ¿Algún comentario?

Después de la Segunda Guerra Mundial se produjo un debate muy amplio que llevó a la declaración de los derechos humanos llamados de segunda generación. Se buscaban modos de evitar en el futuro las terribles experiencias de los diversos totalitarismos. Entre esos derechos se clarificó la idea de que el derecho a la educación no podía ser solo cuantitativo, es decir, que no bastaba con garantizar un puesto escolar a cada estudiante, sino que debía ser un derecho cualitativo, es decir, derecho a tener un puesto escolar de acuerdo con las propias convicciones religiosas, filosóficas y pedagógicas. Ese derecho es vital para alejar el riesgo de que los poderes públicos empleen la educación como un sistema de adoctrinamiento masivo de la población.

¿Y cómo se ha concretado ese derecho?

Eso llevó a la necesidad de financiar la enseñanza privada, de modo que cualquiera pueda tener acceso a las escuelas que considere más adecuadas a sus preferencias personales. Y por eso existe en España la enseñanza concertada, y hay diferentes soluciones en la inmensa mayoría de los países desarrollados. Y la existencia de esas escuelas financiadas con dinero público se debe a ese derecho a una educación plural, no a que los poderes públicos no puedan escolarizar a toda la población: podrían hacerlo perfectamente, pero nos llevaría a una uniformidad asfixiante, propia de regímenes totalitarios.

Fuente: omnesmag.com


Publicado por JOQUIVESA en 11:49

11/23/23

La pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente

 El Papa ayer en la Audiencia General


Catequesis 27: El anuncio es para todos.

¡Queridos hermanos y hermanas!

Después de haber visto, la vez pasada, que el anuncio cristiano es alegría, detengámonos hoy en un segundo aspecto: es para todos, el anuncio cristiano es alegría para todos. Cuando encontramos verdaderamente al Señor Jesús, el estupor de este encuentro impregna nuestra vida y pide ser llevado más allá de nosotros. Él desea esto, que su Evangelio sea para todos. En él, de hecho, hay un “poder humanizador”, una plenitud de vida que está destinada a todo hombre y a toda mujer, porque Cristo ha nacido, muerto y resucitado por todos. Por todos, nadie excluido.

En Evangelii gaudium se lee: «Todos tienen el derecho de recibir el Evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción”» (n. 14). Hermanos, hermanas, sintámonos al servicio de la destinación universal del Evangelio, es para todos; y distingámonos por la capacidad de salir de nosotros mismos – un anuncio para ser verdadero anuncio debe salir del propio egoísmo – y tener también la capacidad de superar todo confín. Los cristianos se encuentran en el atrio más que en la sacristía, y van por «las plazas y calles de la ciudad» (Lc 14,21). Deben ser abiertos y expansivos, los cristianos deben ser “extrovertidos”, y este carácter suyo proviene de Jesús, que ha hecho de su presencia en el mundo un camino continuo, dirigido a alcanzar a todos, incluso aprendiendo de ciertos encuentros suyos.

En este sentido, el Evangelio narra el sorprendente encuentro de Jesús con una mujer extranjera, una cananea que le suplica que sane a la hija enferma (cfr Mt 15,21-28). Jesús se niega, diciendo que ha sido enviado solo «a las ovejas perdidas de la casa de Israel» y que «no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos» (vv. 24.26). Pero la mujer, con la insistencia típica de los sencillos, replica que también «los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos» (v. 27). Jesús se quedó impresionado y le dice: «Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas» (v. 28). Este encuentro con esta mujer tiene algo único. No solo alguien hace cambiar de idea a Jesús, y se trata de una mujer, extranjera y pagana; sino que el Señor mismo encuentra confirmación al hecho de que su predicación no debe limitarse al pueblo al que pertenece, sino abrirse a todos.

La Biblia nos muestra que cuando Dios llama a una persona y hace un pacto con algunos el criterio siempre es este: elige a alguno para alcanzar a otros, este es el criterio de Dios, de la llamada de Dios. Todos los amigos del Señor han experimentado la belleza, pero también la responsabilidad y el peso de ser “elegidos” por Él. Y todos han sentido el desánimo ante las propias debilidades o la pérdida de sus seguridades. Pero la tentación quizá más grande es la de considerar la llamada recibida como un privilegio, por favor no, la llamada no es un privilegio, nunca. Nosotros no podemos decir que somos privilegiados en relación con los otros, no. La llamada es para un servicio. Y Dios elige uno para amar a todos, para llegar a todos.  

También para prevenir la tentación de identificar el cristianismo con una cultura, con una etnia, con un sistema. Así, más bien, pierde su naturaleza verdaderamente católica, es decir para todos, universal:  no es un grupito de elegidos de primera clase. No lo olvidemos: Dios elige a alguien para amar a todos. Este horizonte de universalidad. El Evangelio no es solo para mí, es para todos, no lo olvidemos. Gracias.

Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. El próximo domingo celebraremos la solemnidad de Jesucristo Rey del universo. Pidamos a Jesús que reine en nuestras vidas y conceda a nuestros jóvenes ser testigos generosos de la alegría del Evangelio que Dios nos ha dado como don. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.

____________________________

Resumen leído por el Santo Padre en español

Queridos hermanos y hermanas:

En la catequesis precedente reflexionamos sobre la alegría como el primero de los cuatro grandes temas sobre el celo apostólico inspirados en la exhortación Evangelii gaudium. Hoy nos detenemos en el segundo aspecto —el primero fue la alegría—, hoy es: el anuncio es para todos. Alegría para todos. Esto significa que nuestra misión tiene un alcance universal, que estamos llamados a evangelizar sin excluir a nadie, saliendo de nosotros mismos y superando las barreras que nos separan, compartiendo la buena noticia con gozo y sencillez de corazón.  

La Biblia nos muestra que Dios elige a algunos hombres y mujeres para que sean sus testigos y, a través de ellos, su amor llegue a muchas más personas, hasta los confines de la tierra. También a nosotros el Señor nos ha elegido para que transmitamos su mensaje a otros hermanos y hermanas que aún no lo conocen. Esta vocación es un don, que no debemos asumir como un privilegio sino como un servicio; y una responsabilidad, que requiere de nosotros coherencia y fidelidad.

Fuente: vatican.va

Publicado por JOQUIVESA en 16:52
Entradas más recientes Entradas antiguas Inicio
Suscribirse a: Entradas (Atom)

LA VERDAD...

LA VERDAD...
...OS HARÁ LIBRES.

PARA VER Y OIR

  • LUKNIA (Conoce a Jesús)
  • ROME REPORTS
  • VATICAN NEWS
  • CATHOLIC.NET
  • RADIO MARÍA
  • OPUS DEI
  • ALMUDI

Archivo del blog

  • ►  2025 (224)
    • ►  junio (34)
    • ►  mayo (42)
    • ►  abril (38)
    • ►  marzo (38)
    • ►  febrero (32)
    • ►  enero (40)
  • ►  2024 (431)
    • ►  diciembre (39)
    • ►  noviembre (36)
    • ►  octubre (36)
    • ►  septiembre (35)
    • ►  agosto (42)
    • ►  julio (37)
    • ►  junio (38)
    • ►  mayo (33)
    • ►  abril (36)
    • ►  marzo (32)
    • ►  febrero (33)
    • ►  enero (34)
  • ▼  2023 (449)
    • ►  diciembre (34)
    • ▼  noviembre (35)
      • ¡Velad!
      • Cinco notas de la santidad, según ‘Gaudete et exul...
      • Enrique García Máiquez: “Reírnos de las bromas de ...
      • Ciencia y religión en la práctica
      • ¿Qué es ser buen cristiano?
      • El juicio final
      • Solemnidad de Cristo Rey
      • Alfonso Aguiló: “Hay que transformar la polarizaci...
      • La pasión por la evangelización: el celo apostólic...
      • ¿Cómo sería un mundo sin filosofía?
      • Preocupación del Papa por el Comité sinodal alemán
      • La escena de esta película de 1943 que retrata, pu...
      • “No valen tentativas reformistas que fragmenten la...
      • Cazatalentos
      • Todos hemos recibido unos talentos
      • Al que tiene se le dará
      • Sínodo y puntos delicados
      • Por una cultura realmente integral
      • La pasión por la evangelización: el celo apostólic...
      • Cristianos en la médula de la vida pública
      • Dios, ciencia y libertad
      • Desconectar se ha hecho viral
      • No descuidar el aceite de la vida interior
      • ¡Que llega el esposo!
      • El tesoro interior: la intimidad
      • Conversar sobre la Vida, camino del cementerio
      • La pasión por la evangelización: el celo apostólic...
      • Las ovejas no perdidas
      • El otoño de esta vida
      • Yo no he de morir, viviré
      • La distancia entre el decir y el hacer
      • Que el mayor entre vosotros sea vuestro servidor
      • “La sinodalidad es un proceso”
      • La Vida más allá de la vida
      • Los santos no son héroes inalcanzables”, alienta F...
    • ►  octubre (35)
    • ►  septiembre (33)
    • ►  agosto (40)
    • ►  julio (35)
    • ►  junio (37)
    • ►  mayo (43)
    • ►  abril (41)
    • ►  marzo (39)
    • ►  febrero (34)
    • ►  enero (43)
  • ►  2022 (456)
    • ►  diciembre (44)
    • ►  noviembre (41)
    • ►  octubre (34)
    • ►  septiembre (36)
    • ►  agosto (40)
    • ►  julio (27)
    • ►  junio (34)
    • ►  mayo (36)
    • ►  abril (42)
    • ►  marzo (47)
    • ►  febrero (34)
    • ►  enero (41)
  • ►  2021 (515)
    • ►  diciembre (43)
    • ►  noviembre (41)
    • ►  octubre (42)
    • ►  septiembre (39)
    • ►  agosto (40)
    • ►  julio (33)
    • ►  junio (49)
    • ►  mayo (40)
    • ►  abril (53)
    • ►  marzo (48)
    • ►  febrero (40)
    • ►  enero (47)
  • ►  2020 (610)
    • ►  diciembre (51)
    • ►  noviembre (53)
    • ►  octubre (48)
    • ►  septiembre (40)
    • ►  agosto (40)
    • ►  julio (36)
    • ►  junio (50)
    • ►  mayo (62)
    • ►  abril (66)
    • ►  marzo (70)
    • ►  febrero (45)
    • ►  enero (49)
  • ►  2019 (542)
    • ►  diciembre (45)
    • ►  noviembre (39)
    • ►  octubre (50)
    • ►  septiembre (48)
    • ►  agosto (49)
    • ►  julio (41)
    • ►  junio (43)
    • ►  mayo (48)
    • ►  abril (51)
    • ►  marzo (41)
    • ►  febrero (43)
    • ►  enero (44)
  • ►  2018 (562)
    • ►  diciembre (47)
    • ►  noviembre (43)
    • ►  octubre (50)
    • ►  septiembre (44)
    • ►  agosto (37)
    • ►  julio (48)
    • ►  junio (41)
    • ►  mayo (45)
    • ►  abril (47)
    • ►  marzo (60)
    • ►  febrero (46)
    • ►  enero (54)
  • ►  2017 (549)
    • ►  diciembre (54)
    • ►  noviembre (51)
    • ►  octubre (47)
    • ►  septiembre (43)
    • ►  agosto (37)
    • ►  julio (44)
    • ►  junio (48)
    • ►  mayo (43)
    • ►  abril (52)
    • ►  marzo (44)
    • ►  febrero (43)
    • ►  enero (43)
  • ►  2016 (551)
    • ►  diciembre (53)
    • ►  noviembre (51)
    • ►  octubre (47)
    • ►  septiembre (43)
    • ►  agosto (33)
    • ►  julio (30)
    • ►  junio (52)
    • ►  mayo (44)
    • ►  abril (49)
    • ►  marzo (46)
    • ►  febrero (53)
    • ►  enero (50)
  • ►  2015 (528)
    • ►  diciembre (46)
    • ►  noviembre (57)
    • ►  octubre (46)
    • ►  septiembre (58)
    • ►  agosto (25)
    • ►  julio (36)
    • ►  junio (47)
    • ►  mayo (44)
    • ►  abril (40)
    • ►  marzo (44)
    • ►  febrero (38)
    • ►  enero (47)
  • ►  2014 (490)
    • ►  diciembre (43)
    • ►  noviembre (40)
    • ►  octubre (42)
    • ►  septiembre (46)
    • ►  agosto (22)
    • ►  julio (31)
    • ►  junio (43)
    • ►  mayo (50)
    • ►  abril (45)
    • ►  marzo (41)
    • ►  febrero (45)
    • ►  enero (42)
  • ►  2013 (430)
    • ►  diciembre (38)
    • ►  noviembre (38)
    • ►  octubre (53)
    • ►  septiembre (34)
    • ►  agosto (20)
    • ►  julio (29)
    • ►  junio (27)
    • ►  mayo (39)
    • ►  abril (38)
    • ►  marzo (44)
    • ►  febrero (33)
    • ►  enero (37)
  • ►  2012 (420)
    • ►  diciembre (36)
    • ►  noviembre (35)
    • ►  octubre (42)
    • ►  septiembre (37)
    • ►  agosto (24)
    • ►  julio (32)
    • ►  junio (35)
    • ►  mayo (33)
    • ►  abril (36)
    • ►  marzo (42)
    • ►  febrero (33)
    • ►  enero (35)
  • ►  2011 (570)
    • ►  diciembre (47)
    • ►  noviembre (54)
    • ►  octubre (39)
    • ►  septiembre (54)
    • ►  agosto (52)
    • ►  julio (38)
    • ►  junio (49)
    • ►  mayo (51)
    • ►  abril (44)
    • ►  marzo (45)
    • ►  febrero (42)
    • ►  enero (55)
  • ►  2010 (544)
    • ►  diciembre (40)
    • ►  noviembre (56)
    • ►  octubre (45)
    • ►  septiembre (58)
    • ►  agosto (33)
    • ►  julio (37)
    • ►  junio (38)
    • ►  mayo (51)
    • ►  abril (55)
    • ►  marzo (45)
    • ►  febrero (38)
    • ►  enero (48)
  • ►  2009 (506)
    • ►  diciembre (46)
    • ►  noviembre (59)
    • ►  octubre (59)
    • ►  septiembre (55)
    • ►  agosto (36)
    • ►  julio (43)
    • ►  junio (34)
    • ►  mayo (56)
    • ►  abril (40)
    • ►  marzo (58)
    • ►  febrero (20)

Páginas vistas

Ubicaciones

Ubicaciones