9/03/24

Científicos católicos: María Josefa Molera, pionera a pesar de las dificultades

Ignacio del Villar

María Josefa Molera Mayo  se especializó en cinética química y técnicas analíticas de cromatografía de gases. Omnes ofrece esta serie de biografías breves de científicos católicos gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

María Josefa Molera Mayo (23 de enero de 1921 – 3 de septiembre de 2011) fue una eminente científica española especializada en cinética química y técnicas analíticas de cromatografía de gases, cuya labor tuvo un impacto significativo en la estructura actual de la investigación científica en España.

Nacida en la villa navarra de Isaba, Molera Mayo experimentó una infancia marcada por los acontecimientos de la guerra civil española (su padre murió en el campo de batalla.

Su educación transcurrió en la Universidad Central de Madrid (hoy Universidad Complutense) donde se destacó en Ciencias Químicas, graduándose con honores en tan solo tres años.

Más tarde, no sin dificultades debidas a su condición de mujer, logró doctorarse en el Instituto de Química Física «Rocasolano» del CSIC bajo la dirección del profesor Ríus Miró.

La tesis se centró en las aplicaciones del electro de vena de mercurio como sustituto de gotas del mismo metal, lo que le valió un premio extraordinario por su investigación.

Su trayectoria científica no se limitó a España. Recibió la beca «Ramsay Memorial Fellowship Trust», lo que le permitió trabajar en el «Physichal Chemistry Laboratory» de la Universidad de Oxford y en el Departamento de Química-Física de la Universidad de Sheffield.

Destacó por su contribución al desarrollo del cromatógrafo de gases en España y por su trabajo pionero en la caracterización del vino junto a las científicas Mª Dolores Cabezudo y Marta Herráiz.

En colaboración con el químico J. A. Domínguez y el matemático J. Fernández Biarge, desarrolló métodos de análisis de reacciones químicas mediante la cromatografía gas-líquido, utilizando una combinación de hasta cuatro columnas cromatográficas.

Su equipo fue reconocido por los fabricantes de cromatógrafos de gases, lo que le valió el prestigioso premio Pekín-Elmer Hispania en 1967.

Asimismo, también fue galardonada con recibió el Premio Alfonso X el Sabio del CSIC y la Medalla de Química de la Real Sociedad Española de Física.

Fuente: omnesmag.com