Declaración del Comité Conjunto para el Diálogo islámico-católico
“Cristianos y musulmanes tienen un papel importante en el diálogo interreligioso”
El Comité Conjunto para el Diálogo, establecido en 1998, ha celebrado su encuentro anual en Roma el martes 24 y el miércoles 25 de febrero de 2009; fue presidido conjuntamente por su eminencia el cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, y por el profesor jeque Ali Abd al-Baqi Shahata, secretario general de la Academia de Investigación Islámica de al-Azhar, Cairo, Egipto.
La delegación católica estaba compuesta por: el arzobispo Pier Luigi Celata, secretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso; monseñor Khaled Akasheh, jefe de la Oficina para el Islam de este Consejo Pontificio; el doctor Bernard Sabella, profesor emérito de Sociología de la Bethlehem University.
La delegación de al-Azhar estaba compuesta por: el profesor jeque Ala' al-Din Muhammad Isma'il al-Ghabashi, imán de la Gran Mezquita de Roma; el profesor jeque Hamdi Muhammad Dasouqi al-Atrash, imán de la Mezquita de Ostia (Italia).
Los participantes escucharon la presentación del tema La promoción de una Cultura y una pedagogía de la paz con particular referencia al papel de las religiones, desde el punto de vista de los católicos, por el doctor Sabella, y desde el punto de vista de los musulmanes, por el jeque Ali Shahata.
Los debates tuvieron lugar en un espíritu de respeto mutuo, apertura y amistad. Estuvieron inspirados por la convicción de la importancia de las buenas relaciones entre cristianos y musulmanes y en su contribución específica a la paz en el mundo.
Los participantes estuvieron de acuerdo en lo siguiente:
1. La paz y la seguridad son muy necesarias en nuestro mundo actual, marcado por muchos conflictos y por un sentimiento de inseguridad.
2. Tanto cristianos como musulmanes consideran la paz un don de Dios y, al mismo tiempo, el fruto de una actividad humana. Una paz verdadera y duradera no se podrá alcanzar sin justicia e igualdad entre las personas y las comunidades.
3. Los líderes religiosos, especialmente los musulmanes y los cristianos, tienen el deber de promover una cultura de la paz, cada uno en sus comunidades respectivas, especialmente a través de la enseñanza y la predicación.
4. Una cultura de la paz debe empapar todos los aspectos de la vida: formación religiosa, educación, relaciones interpersonales y los artes en sus diversas formas. Con este fin, los libros escolares deberían revisarse de cara a no contener material que pueda ofender los sentimientos religiosos de otros creyentes, a veces a través de presentaciones erróneas de los dogmas, la moral o la historia de otras religiones.
5. Los medios de comunicación tienen un importante papel y responsabilidad en la promoción de relaciones positivas y respetuosas entre los fieles de varias religiones.
6. Reconociendo el fuerte lazo entre la paz y los derechos humanos, se puso especial atención en la defensa de la dignidad de la persona humana y sus derechos, sea hombre o mujer, especialmente en lo que respecta a la libertad de conciencia y religión.
7. Los jóvenes, futuro de todas las religiones y de la propia humanidad, necesitan especial atención de cara a ser protegidos del fanatismo y la violencia, y para convertirse en constructores de paz para un mundo mejor.
8. Conscientes del sufrimiento que atraviesan los pueblos de Oriente Medio por los conflictos no resueltos, los participantes, respetando las competencias de los líderes políticos, piden que se haga uso, a través del diálogo, de los recursos de la ley internacional para resolver los problemas actuales en verdad y justicia.
Agradecidos al Dios Todopoderoso por los abundantes frutos de este encuentro, los participantes acordaron mantener la próxima reunión del Comité en ElCairo, el 23 y 24 de febrero del año 2010.
Jeque Ali Abd al-Baqi Shahata, jefe de la delegación al-Azhar
Cardenal Jean-Louis Tauran, jefe de la delegación católica