7/30/18

Trabajo para el verano

En una familia hay leyendas que tuvieron un comienzo normal y que, a lo largo de los años, a fuerza de contarlas y adornarlas, se ha creado un fondo común, que hace que los pequeños pidan a los mayores que se las cuenten
Hoy es la fiesta del apóstol Santiago. Es un santo que me cae muy bien, por dos razones:
La primera, porque, según la tradición, vino a predicar el Evangelio a Zaragoza. Fracaso absoluto. Los aragoneses ya eran entonces un poco borricos y este mozo que viene de Palestina, ¿qué nos va a enseñar? Tan mal fueron las cosas que el mozo pidió ayuda y vino la Virgen y le animó. Y se convirtieron 7, ‘los siete convertidos’, inmortalizados en el Pilar, a la izquierda del altar de la Virgen.
La segunda, porque mis padres se casaron en 1929 y yo no vine a este mundo hasta 1933, cuando ya no me esperaban. Mi madre prometió que si nacía una chica le llamarían Pilar y si chico, Santiago. Y aquí me tenéis, con un DNI en el que aparece mi nombre: Leopoldo Santiago. O sea, que hoy es mi santo. Se admiten felicitaciones. Yo, en casa, las exijo.
Al llegar a este punto, alguien pensará que no le importa nada todo lo anterior, pero lo he puesto porque a fines de Julio hay mucha gente que se va de vacaciones y va a estar con la familia más tiempo del habitual, lo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Muchas veces he pensado que en una familia hay leyendas que tuvieron un comienzo normal y que, a lo largo de los años, a fuerza de contarlas y adornarlas, se ha creado un fondo común, que hace que los pequeños pidan a los mayores que se las cuenten. Y cuanto más adornos, mejor.
En mi familia se sigue hablando con admiración del salto de longitud que dio mi suegro en pleno bombardeo en la guerra, salto que crece cada vez que se cuenta, rozando récords mundiales. Y de las aventuras y desventuras del tío abuelo Baldomero, agustino recoleto, alanceado por los tagalos en plena lucha por la independencia de Filipinas. Y, vuelvo a los siete convertidos, cuando alguien dijo que uno de ellos llevaba el apellido de la familia.
Estas cosas no son fake news. Normalmente, las fake news desunen porque son falsedades, mientras que las leyendas familiares unen. Todos saben que son leyendas y, como tales, permiten un cierto grado de exageración amable.
Eso “hace familia”. Porque, con todas las imperfecciones y todos los añadidos, demuestra a los hijos que su familia no se ha “inventado” ahora. Que hace muchos años, y si te descuidas algún siglo que otro, un chico y una chica se enamoraron, se casaron y tuvieron un niño monísimo, que es el padre de su tatarabuelo y que, como tal, falleció hace muchos años.
(Publicidad: el párrafo anterior está copiado de mi libro 36 cosas que hay que hacer para que una familia funcione bien, libro que repaso con una cierta frecuencia, no vaya a ser que se me olvide alguna de las 36 cosas).
Responsabilidad grave de las personas que tienen una función pública, la de decir la verdad. Admito exageraciones, pero no mentiras, que veo florecer.
Cuando alguien me dice que los políticos siempre mienten, me duele. Y esa frase debe tener una parte de verdad porque no suelo ver políticos ofendidos cuando les dicen eso.
El antídoto contra la mentira es el criterio, que hace pensar sobre lo último que hemos oído y llegar a la conclusión de que no se sostiene ni con pinzas. Cuando Sánchez, obsesionado por los restos de los muertos que va encontrando por su camino, y que es un tema que siempre ha preocupado mucho en Europa, dice un día una cosa y otro día otra, porque ha descubierto que las familias de los trasladables también tienen algo que decir, alguien, con criterio, puede dudar a) de que eso sea lo más urgente para España y que por eso el nuevo Gobierno se ha puesto a trabajar en el asunto inmediatamente; b) de que cada vez que hablen de esto es porque no se les ocurre hacer otra cosa.
Y, pasando al otro lado del Congreso, cuando Pablo Casado anuncia que bajará 15.000 millones los impuestos, alguien, con criterio, puede dudar también, y con fundamento.
Seguro que Sánchez y Casado tienen leyendas familiares en su casa, pero serán inofensivas. Pero las fake news son peligrosas. Antes se despreciaban y ahora las han puesto de moda políticos que quieren dirigir los países, propios y ajenos, a base de tuits, imprecisos por definición. Y cuando una cosa es imprecisa de nacimiento, corre el peligro de ser más falsa que Judas en cuanto crezca un poco.
Pues ánimo en las próximas vacaciones. Seguramente, los políticos nos dejarán un poco en paz, porque ellos también tienen derecho a descansar y, fundamentalmente, porque nosotros también tenemos ese derecho y un mes sin oír sinsorgadas nos irá muy bien.
Encargo. Mientras estos chicos nos dejan en paz, podemos sacar unas cuantas leyendas familiares, darles un poco de brillo y recordar la conversación entre un abuelo y un nieto: “abuelo, ese cuento que me has contado, ¿es verdad?” “Hijo mío, si fuera verdad, no sería un cuento”.
¡A trabajar, que esto de hacer familia es algo muy serio!
Leopoldo Abadía, en lavanguardia.com.

“Denunciar las injusticias”

El Papa ayer en el Ángelus

Es responsabilidad de todos denunciar las injusticias y oponerse firmemente a este crimen vergonzoso”: el Papa Francisco vuelve a denunciar el tráfico de seres humanos.
Después del Ángelus este domingo 29 de julio de 2018 en la Plaza San Pedro, el Papa Francisco recordó que “mañana es el Día mundial contra la trata de personas, promovido por las Naciones Unidas.
Desde 2014, el 30 de julio es el Día Mundial de la Dignidad de las Víctimas del Tráfico de Seres Humanos.
“Este azote, denunció el Papa, en italiano, esclavizó a muchos hombres, mujeres y niños con el propósito de la explotación del trabajo y el sexo, el comercio de órganos, la mendicidad y la delincuencia forzada”.
Señaló que “incluso los traficantes y los explotadores utilizan a menudo rutas migratorias para reclutar nuevas víctimas de la trata”.
El Papa ha interpelado la responsabilidad de todos: “Es responsabilidad de cada uno denunciar las injusticias y oponerse firmemente a este crimen vergonzoso”.
Un crimen que el Papa Francisco ha denunciado como “contra la humanidad” en diferentes ocasiones, pidiendo a sus dicasterios que se movilicen para ayudar a hacer retroceder este azote.
Una campaña del dicasterio para el desarrollo integral
“¡Mi cuerpo no está en venta!”: Este es el escandaloso lema de una nueva campaña de sensibilización contra la trata de seres humanos lanzada por el Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral este viernes 27 de julio de 2018 durante todo el mes de agosto.
El lanzamiento se sincroniza con el Día mundial contra la trata de seres humanos el 30 de julio.
Los organizadores llaman a todos a “compartir” el contenido publicado en el sitio web y las redes sociales del Dicadterio: “¡Permaneced a la escucha! »,« ¡Ayudad a las personas vulnerables!”, preguntadles.
También citan las palabras del Papa Francisco, que ha destacado que “el trabajo de sensibilación debe comenzar en casa, con nosotros mismos, porque sólo entonces podemos sensibilizar a nuestras comunidades,  motivarlas a comprometerse de manera que ‘Ningún ser humano nunca más sea víctima de la trata”.
El Facebook de la Sección de los Migración y de los Refugiados del Dicasterio nos recuerda que la trata de seres humanos es una “industria de 150 mil millones de dólares en todo el mundo”. “¡El beneficio de la esclavitud debe detenerse ahora! Estos cuerpos no están en venta”.
La Santa Sede en la ONU
El Arzobispo Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, ha intervenido especialmente en el debate abierto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales con el tema de “Tráfico de personas en situación de conflicto”, en Nueva York, el 21 de noviembre de 2017. Pidió una justicia efectiva.
Para Mons. Auza, “los actos o delitos asociados con la trata de personas en situación de conflicto pueden constituir crímenes de guerra”. Debemos aplicar plenamente la justicia penal internacional para “ser eficaces en nuestra lucha contra este crimen atroz”, dice.
Saludando los “progresos y los esfuerzos significativos” en la lucha, Mons. Auza señaló que “queda mucho por hacer para mejorar la coordinación entre los gobiernos, la justicia, los responsables de la aplicación de las leyes y la sociedad civil”.
“La trata de seres humanos tiene múltiples facetas e ignora las fronteras. Con demasiada frecuencia, los traficantes actúan con impunidad, y sus crímenes están lejos de recibir la atención requerida. Esto no puede durar más. “, Denunció por su parte António Gutierres, Secretario General de la ONU.
Hizo hincapié en tres prioridades, la prevención de la protección y el enjuiciamiento: “En este Día Mundial para Combatir la Trata de Seres Humanos, debemos unirnos en torno a las cuestiones fundamentales de prevención, protección y enjuiciamiento. para construir un futuro donde este crimen no pueda existir”.

“Entrar en el corazón de Dios a través de las llagas de Cristo”

ROSA DIE ALCOLEA


“Sólo podemos entrar en el corazón de Dios a través de las llagas de Cristo, y sabemos que Cristo está llagado en los hambrientos, los ignorantes, los descartados, los ancianos, los enfermos, los encarcelados, en toda carne humana vulnerable”, ha expresado el Papa Francisco.
Estas palabras pertenecen al mensaje que el Santo Padre ha enviado a Mauricio López Oropeza, Presidente del Consejo Ejecutivo de la Comunidad de Vida Cristiana Mundial (Christian Life Community – CVX-CLC), y a todos los participantes en su XVII asamblea mundial que se celebra en Buenos Aires (Argentina) del 22 al 31 de julio y cuyo tema es CLC, un don para la Iglesia y para el mundo, en el 50 aniversario de la fundación de esa asociación.
En el centro de vuestra espiritualidad ignaciana está el querer ser “contemplativos en la acción: “Contemplación y acción, las dos dimensiones juntas”, les ha dicho el Pontífice en esta carta, publicada por la Oficina de Prensa de la Santa Sede el domingo, 29 de julio de 2018.
“Que el Señor les conceda una mayor profundidad en la vivencia de vuestro carisma –ha deseado el Papa–, y así, ahondando en el carisma recibido, sigan siendo un regalo para la Iglesia y para el mundo”.
Al encuentro de los demás
El Papa les ha indicado que “reconocer el don y la gracia que el Señor les ha concedido en estos años” los ha de llevar, en primer lugar, a una “humilde acción de gracias”, porque “Jesús se ha fijado en ustedes más allá de sus cualidades y virtudes”, les ha anunciado.
En segundo lugar, les ha llamado a la responsabilidad: “A salir de ustedes mismos e ir al encuentro de los demás, para alimentarlos con el único pan capaz de saciar el corazón humano: el amor de Cristo”.
“Conducirse con un estilo de vida cristiano, de intensa vida espiritual y de trabajo por el Reino, significa dejarse plasmar por el amor de Jesús, tener sus mismos sentimientos (cf. Flp 2,5), preguntarse continuamente: ¿Qué he hecho por Cristo?, ¿qué hago por Cristo?, ¿qué debo hacer por Cristo? (cf. EE 53)”, les ha enseñado el Papa.
Francisco ha agradecido a la Comunidad la entrega y el amor a la Iglesia y a los hermanos, y los ha animado a “seguir haciendo presente a Cristo en su ambiente, dando sentido apostólico a todas sus ocupaciones”.

7/29/18

Tres sacerdotes absueltos de todos los cargos


El Papa les pide perdón



El Papa Francisco recibió en el Vaticano al Padre Román MVC de Granada (España), absuelto de toda acusación de abuso o pedofilia, en abril pasado, informa “Vida Nueva” (José Beltrán).
Lo acompañaron sus dos compañeros sacerdotes, Francisco JM y Manuel M., también acusados ​​por un joven de 24 años a quien el Papa había telefoneado para pedirle perdón. El padre Román siempre había protestado por su inocencia.
Los tres sacerdotes inocentes celebraron la Misa con el Papa el 12 de julio de 2018, en Santa Marta, y el Papa les pidió perdón: el proceso se inició con una carta dirigida al Papa por este joven. El Papa había insistido en que se hiciera toda la luz que dio lugar a una denuncia presentada ante las autoridades españolas. En total, 12 personas han sido implicadas.
No fue una visita “protocolar”, dice el periodista, ni una “encuentro de cortesía”, sino que desde el principio hubo “un diálogo sincero” durante más de una hora y media, y en “confianza”.
Y esto después de cuatro años de procedimiento y la exclusión de cualquier compromiso pastoral: fueron suspendidos a divinis hasta noviembre de 2017. El Vaticano levantó las sanciones preventivas, viviedo la audiencia del Papa como una “rehabilitación”.
Deben volver a ver al Papa el próximo octubre para celebrar la misa. Y esta vez con sus familiares y esta docena de personas que los acompañaron y defendieron.

7/28/18

Amor encofrado

Todo el mundo sabe que los cofres que no se abren acaban siempre en el desván con sus abalorios roídos y apolillados. ¡Cuánta razón tenía santa Teresa de Calcuta!: “quien no vive para servir, no sirve para vivir”
Mi hija Belén, de 19 años de edad, está en la India, con un grupo de jóvenes, haciendo un voluntariado (ellos prefieren llamarlo compartiriado) organizado por una asociación que se llama Hakuna, impulsada por un sacerdote católico: José Pedro Manglano (Don Josepe para los amigos). Bueno, lo de ‘grupo’ de jóvenes es un eufemismo, ¡porque son 200! Para que sepamos que siguen con vida y cómo sigue su vida, nos van mandando, a los padres, las cartas que van escribiendo algunos de ellos.
En una de las últimas, después de describir con realismo las calles de Calcuta, las ratas correteando, los cuervos graznando, las basuras exhibiéndose sin rubor y los mil hedores pugnando por sobresalir, hay frases como estas: “a la gran mayoría de pacientes que hemos tratado, Dios les ha entregado una cruz con la cual han tenido que cargar toda su vida cargada de miseria, falta de amor y tristeza” (…) “Nosotros tenemos la suerte de tener familias maravillosas que nos lo han dado todo sin dar nada nosotros a cambio. Una de las lecciones que hemos comprendido es la necesidad de dar sin tener que recibir nada a cambio, nos sentimos tan agradecidos”.
La pregunta, en un blog dedicado a la familia y al matrimonio, y retomando ya la serie de posts sobre el amor y sus opuestos, es inevitable: ¿por qué nos olvidamos tan fácilmente de que es posible dar sin tener que recibir nada a cambio? ¡Qué extraña suena esta frase en nuestro entorno! Nos hemos acostumbrado a vivir una caricatura del amor, un supuesto “amor” egocentrado, exigente y caprichoso. ¿Qué le ha pasado al amor en Occidente que se parece más a una exigencia que a una entrega? ¿Será necesario ir a Calcuta para volver a aprender a amar?
De eso va el post de hoy, del amor avaro. Una contradicción en los términos y, sin embargo, una experiencia diaria. Es el ‘amor’ de la primera persona, el de ‘mis’ derechos, ‘mi’ fama, ‘mi’ prestigio, ‘mi’ orgullo herido, ‘mi’ tiempo, ‘mi’ carrera, ‘mi’ deporte, ‘mi’ realización personal, ‘mi’ seguridad, ‘mi’ dinero, ‘mi’ futuro, ‘mi’ jubilación, ‘mis’ planes de pensiones… y, después, si encajas en todo esto, y solo entonces, vendrás ‘tú’.
Ego, ego, ego, ego…
Y va balando el borrego.
¡Qué poco original! Andar todo el día a vueltas con uno mismo. Vivimos en el siglo y en el lugar de las seguridades y estamos intranquilos, nos falta siempre algo, nos sentimos vacíos. Y algún joven desprendido nos tiene que recordar de vez en cuando que, sí, ¡se puede ser feliz en un centro de tuberculosos de Calcuta!
Y, claro, por ese camino de comodidad, seguridad, tranquilidad y desarrollo personal se nos acaba marchitando el amor.
Nos hemos creído tanto aquello de “nadie da lo que no tiene” que nos hemos centrado en tener y nos hemos olvidado de dar. Habrá que recordar una vez más que, cuando de amor hablamos, es igualmente cierta la afirmación contraria: “nadie tiene lo que no da”. Lo que no se entrega, lo que se conserva y se guarda para uno mismo se pierde para el amor. El tiempo que no regalamos, la sonrisa que no ofrecemos, el beso que no damos, la incomodidad que no aceptamos, la aventura que no emprendemos, la locura que no vivimos en esa disparatada, ¡y tan humana!, osadía de un amor que no calcula la intensidad de su entrega…, todo esto caduca y se pudre en nosotros para siempre.
Hay amores encofrados, que van acumulando objetos en el cofre de su propio esplendor. Pero todo el mundo sabe que los cofres que no se abren acaban siempre en el desván con sus abalorios roídos y apolillados. ¡Cuánta razón tenía santa Teresa de Calcuta!: quien no vive para servir, no sirve para vivir.
Javier Vidal-Quadras, en javiervidalquadras.com.
Para no liarme en muchos temas, tomo del diario ‘Las Provincias’ algo sumamente acertado: un editorial titulado “No es concertada, es libertad”
El interrogante inicial que deseo plantear es sencillo: ¿Cabe en los medios de comunicación una imagen de la Iglesia Católica simpática, luchadora por los más desfavorecidos, no enquistada entre delitos sexuales? Es muy probable que el lector avistado piense que no es posible tal cosa, incluso para el que estima que sería justo, pero no lo juzga viable. He vuelto a releer una obra de dos profesores universitarios que plantean el problema: Nueva izquierda y cristianismo fue publicada en 2011 y plantea con especial rigor, algo que tal vez ha adquirido más actualidad con el advenimiento del Partido Socialista al poder. Estimo que el problema reside en que la izquierda dominante no busca soluciones económicas a la situación general, sino que realiza una tarea de ingeniería social destinada a cambiarnos como indican Contreras y Poole autores de la citada obra. Si la Iglesia es un baluarte contra tal movida obtendrá la palma del martirio.
Esa tarea de ingeniería social no va dirigida a una serie de cortinas de humo para desviar la atención. No son cortinas, es lo que de verdad se busca: ideas y políticas para liberalizar el aborto, la redefinición del matrimonio de modo acorde con la ideología de género, dar toda la cancha al feminismo radical, implantación de la educación para la ciudadanía. Insisto que no se busca distraer la atención en estas temáticas, se buscan en directo, con Soros o sin él. Esto es el progresismo actual, mucho más barato y dañino que la tradicional apuesta por una economía más o menos intervenida. He de decir que Contreras y Poole no son muy optimistas en cuanto a la capacidad de hacer oír otras tesis sin generar cristofobia. Creen en ellas, pero estiman que la Iglesia está en uno de los dos bandos en lucha porque se la coloca ahí: en el lugar de los conservadores.
He escrito animando a levantar la voz como una trompeta. No es mía la frase, no me atrevería a escribirla. Y lo hago, aun a costa de ser otra vez tildado de conservador. Estas palabras son del Profeta Isaías en el capítulo 58 de su libro. Por lo pronto son precristianas, están en el Antiguo Testamento y eso es la Biblia de los judíos que consta de la Ley y los Profetas. No sé si esa nueva izquierda atacará por igual a judíos y cristianos. Por cierto: es bien sabido que Soros es judío. No sé si acepta el Viejo Legado. Habría que suponer que sí. Por aquí andaba mi redacción detenida cuando hube de salir para realizar unas gestiones y escuché por la radio el nuevo regalo del Presidente, comunicado a través de la Ministra de Educación: para no liarme en muchos temas, tomo del diario Las Provincias algo sumamente acertado: un editorial titulado “No es concertada, es libertad”. Efectivamente este gobierno lo que no entiende es la libertad. En realidad está molesto con la libertad de los padres para elegir centro educativo.
En la defensa de la libertad, de todas las libertades, van a encontrar siempre a la Iglesia Católica. Verdaderamente la libertad no es divisible: o se ama o se la hostiga. Cuando se la acosa, el perseguidor se sitúa en el terreno de la intolerancia por más que afirme que intolerante es el importunado. Cabe aquí el conocido refrán castellano: dime de qué presumes y te diré de qué careces. De lo que el gobierno puede presumir es de relativismo. Hoy día, el mundo ya no se divide en izquierdas y derechas, ni capitalismo o socialismo, ni conservador o progresista, sino entre los que aman y viven la libertad y aquellos otros que con certeza la temen. La Iglesia tiene un credo que ha de aceptarse para vivirla con plenitud pero no sin libertad porque sin ella no hay fe. La imitan mal: tienen una fuerte creencia en el estatismo para la que no piden libertad sino imposición, es una especie de fe impuesta.
La libertad es un gran don del hombre. Me mojo afirmando que el mayor de los que tiene. Negarla o aminorarla equivale a renegar del hombre mismo. No existiendo la libertad absoluta, se puede afirmar que es la capacidad de llevar a cabo una acción de acuerdo con la propia voluntad. Un ser libre no está atado a otros de forma coercitiva, lo que necesariamente implica responsabilidad. Sin ella, la libertad se vacía, pero también se vacía porque se impida el legítimo uso de los propios derechos, es más, es el uso no impedido de ejercitar tales derechos. Esta libertad ha de ser protegida y promovida por parte del Estado hasta el punto de que debe intervenir cuando sea preciso para garantizarla. Lamentablemente, parece que en nuestro caso sucede al revés. No es problema de concertada o no, es un ejercicio de libertad. Para eso levanto mi voz como la de una trompeta, aunque sea una pobre voz.
Pablo Cabellos Llorente, en lasprovincias.es.

7/27/18

Una buena memoria histórica: nuestros mayores

Los mayores hacen que florezcamos y demos frutos, nos recuerdan de dónde venimos
Visitando un día la catedral de Sevilla me abordó un matrimonio que estaba discutiendo, se les abrió el cielo al ver a un sacerdote. El marido me dijo: "¿Verdad padre, que los abuelos están para dar caprichos a los nietos?" Me lo dijo con tanta convicción que no me atreví a contradecirle abiertamente. Creo que le dije que para eso y para más cosas. Y la verdad es que pueden hacer una labor espléndida en la formación de los nietos. Suplir la falta de tiempo, de paciencia y a veces de conocimiento de los padres. Son la historia, el fundamento de la familia.
El 26 de julio celebra la Iglesia a los santos Joaquín y Ana, los abuelitos de Jesús, y con ese motivo festejamos a nuestros mayores. Es el día de los abuelos. Un buen momento para recordar cuáles son nuestras raíces, nuestra memoria, nuestra vida. ¡Qué poco dura un árbol sin raíces, no le llega el alimento! Le falta la vida. Se seca. Si hay un temporal se viene abajo.
En nuestra cultura moderna nos gusta lo nuevo, lo recién estrenado. Vivimos al día. Lo sabemos todo. Podemos con todo. No necesitamos, ni queremos lecciones de nadie. No contamos, ni aprendemos de los que vinieron antes, de los que procedemos. Lo único añejo que nos gusta es un buen vino y el jamón bien curado. Los mayores nos parecen tontos, ingenuos, no tienen nada que enseñarnos. Por eso les arrinconamos, les escondemos, no queremos verlos, no vaya a ser que nos agüen la fiesta recordándonos que así acabaremos nosotros. Y esto es una injusticia y una soberana ingenuidad que pagaremos muy cara. Renunciamos a la mejor fuente de sabiduría.
Lo más importante de un árbol no son los brotes tiernos, son las raíces, el tronco, que los sostienen y alimentan. La semana pasada me mandó una foto un amigo de una palmera que parecía seca, pero con un poco de agua y de tiempo surgió de nuevo la vida. Está echando brotes. Los mayores son los que hacen posible que florezcamos y demos fruto. Nos recuerdan de dónde venimos, cuál es nuestra historia, la que explica y da sentido a tantas cosas. Ellos han tropezado muchas veces, han buscado, lo han intentado… por eso tienen un saber que sería penoso despreciar. Es verdad que tenemos que avanzar, que hay que ser emprendedores, pero siempre es bueno contar con las experiencias de los demás. No podemos estar siempre comenzando de nuevo. Construimos sobre lo anterior, contamos con los aciertos y los fallos de los demás y podemos aprender de ellos.
Sin olvidar el gran papel que los abuelos están haciendo en la sociedad. Cuidan de los nietos, los llevan al colegio y los recogen. En muchas ocasiones son los que mantienen a las familias con sus pensiones. Atienden a los enfermos. Entretienen en las vacaciones a los niños. Les transmiten la fe. Pienso que les debemos un mayor reconocimiento. Su presencia enriquece los hogares, también cuando ya están muy mayores y les cuidamos. Es un deber de justicia que hacemos con gusto. Ellos lo han hecho tantas veces. ¡Cuánto bien nos hace su presencia!
El Papa Francisco habla mucho de la sociedad del descarte, se desecha a los débiles, a los ancianos, a los niños. Parece que si uno no es guapo y joven no puede salir en la foto, no tiene derecho a una presencia, a una vida. Esto encierra una gran soberbia, un profundo egoísmo. Pero además es una quimera, un sueño de adolescentes. En la vida hay salud y enfermedad, hay momentos buenos y malos, hay luz y oscuridad. Hay juventud y ancianidad. Así es el hombre, así es la sociedad. Hay que acostumbrarse a convivir con los límites. Limitaciones de salud, de edad, de enfermedad, de virtud… límites en la familia, en los esposos, en los hijos, en el trabajo, en los gobernantes, también los sacerdotes somos limitados.
Nos dice el Papa: "¡Qué bello es el aliento que el anciano logra transmitir al joven en busca del sentido de la fe y de la vida! Es verdaderamente la misión de los abuelos, la vocación de los ancianos. Las palabras de los abuelos tienen algo de especial para los jóvenes. Y ellos lo saben. Las palabras que mi abuela me dio por escrito el día de mi ordenación sacerdotal, las llevo todavía conmigo, siempre en el breviario, y las leo a menudo, y me hacen bien". Que estas hermosas palabras sean un estímulo a tantos ancianos que piensan que ya no son útiles a la sociedad y un recordatorio para todos. Nuestros mayores merecen nuestro reconocimiento y una cariñosa atención. ¡Qué haríamos si nos quedaremos sin memoria! ¡Qué sería de una sociedad enferma de alzhéimer!
Juan Luis Selma, en diariodecadiz.es.

‘Mi relación con Dios está por encima de la tele o la cocina’

El reconocido chef con una estrella ‘Michelín’, nos abre las puertas de su restaurante, ‘El Bohío’, un día después de la final de ‘MasterChef’, programa estrella de TVE en el que él es jurado
Asiduo al santuario de la Virgen de la Caridad, una costumbre que mantiene desde niño, habla sin tapujos para Alfa y Omega de la fama, de su familia y de la fe
¿Quién es Pepe Rodríguez?
Es un hombre que nació en Madrid el 13 de marzo de 1968, aunque toda su familia era de Illescas y se vino de muy niño aquí. Me he criado en un ambiente hostelero. En resumen, soy una persona normal que ha trabajado en aquello que sus padres le dejaron, el restaurante El Bohío, que data de antes de la guerra civil. Que fue un chico feliz, que se crió como cualquier otro niño de los años 80, jugando en la calle a las bolas, a la peonza… Uno más.
¿Y quién es para usted la Virgen de la Caridad? Es habitual verle en su santuario.
Para mí ella es muy importante. Llevo a la Virgen de la Caridad en el corazón. Justo ahora vengo de hacerle una visita y estaba pensando que, lamentablemente, no se la pudo ver en la final de MasterChef. También me acordaba de la suerte que he tenido de disfrutar del santuario y de su presencia. Recordé cada mes de mayo, cuando nos sacaban del colegio y las hermanas mercedarias nos traían a cantar a la Virgen y a rezarle. Aquellos momentos eran tan bonitos, todos reunidos en torno a la Madre. Recuerdo cómo nos teníamos que inventar la frase que decíamos a la Virgen, frases que todavía llevo hoy en mi corazón.
¿Cómo vive su fe en medio del mundo de la televisión y la fama?
Pues con normalidad. La fe no está reñida ni con la televisión ni con la fama; tampoco está reñida con ser arquitecto o médico. La fe se tiene o no se tiene, se vive o no se vive, se lleva o no se lleva. No sé si soy un hombre capacitado para dar ninguna norma, pero a mí no me estorba para nada en mi trabajo. Intento que la gente que está a mi alrededor entienda que soy un hombre de fe, pero tampoco lo voy pregonando ni creo que sea necesario. Cuando toca y surge lo digo con naturalidad para que todo se normalice y no parezca algo extraordinario.
¿Qué es para usted la parroquia?
Soy un hombre que vive en la parroquia, que va a la iglesia de su pueblo y participa en ella. No sé si participo todo lo que debería, pero sí intento que mi familia, mis hijos y mi mujer la vivamos desde dentro. Pero no es nada fácil enseñar a los hijos que vayan a la iglesia. En mi casa mi madre sí iba a Misa, mi padre no. Y quiero que mis hijos vean que yo voy a Misa, aunque ellos son a veces los que no quieren, por la edad y por diversos motivos. El mejor ejemplo que les puedo dar es que vean que yo voy con normalidad y naturalidad.
¿Qué ingredientes debe tener la relación de una persona con Dios?
La mía es muy profunda, pero hacer de eso una receta… ya es difícil. Yo me pregunto: ¿por qué he tenido la suerte de conocer a Dios? ¿Por qué he tenido la suerte de sentirlo cerca y otros no lo sienten? No dependerá de mí; ha sido algo que me ha venido dado. ¿Cómo dar los ingredientes? Primero, es importante haber conocido a Dios. Y luego, darte cuenta de que tienes que cultivar esa relación día a día y que te debe exigir más. Como soy una persona que fallo tanto, no soy ningún ejemplo que seguir para nadie, pero sí sé que, aunque caiga, me puedo levantar y que Dios siempre me perdona.
Ha hecho los Cursillos de Cristiandad. ¿Fue algo determinante?
Sí, hubo un antes y un después del cursillo. Desde niño había ido a Misa porque mi madre me obligaba. Iba y seguro que iba feliz. Aparecí en un cursillo y no sabía muy bien para qué. De hecho, me llevé un balón de baloncesto, pensando que iba a ser algo así como un campamento de verano. Y me encontré con Dios. Tres días sin parar de rezar y sin parar de hablar con Dios, de preguntarle qué quiere de mí. Aquello me cambió, me ayudó a sentirme más cerca de Él. Dios me dijo: «Quiero que te enteres».
¿Se acuerda de sus catequistas?
Sí. Quiero resaltar la labor de un catequista que deja su domingo, que da su tiempo libre, que quita tiempo a su familia por dar la catequesis a los niños. Esto sí me parece algo único. Estamos ahora resaltando un programa de televisión, pero eso no tiene ningún valor comparado con lo que hace un catequista.
¿Qué es para usted la familia?
Es un pilar fundamental. Los que no han encontrado una familia seguro que viven también felices, pero yo tengo tres hijos y no encuentro nada tan grande como ellos. Nada hay más grande que mi familia.
¿Cómo conjuga la vida familiar con la televisión y el restaurante?
Seguramente lo conjugo mal, pero no sé hacerlo de otra manera. Aunque gano otras cosas, me pierdo mucho de vivencias muy importantes de mi familia y de mis hijos. Eso sí, el momento en que estoy con mi familia es único y lo vivo con mucha intensidad. No sé si lo adecuado es pasar un día entero con la familia, si basta solo con las tardes, si hay que ponerse unos horarios para estar con ellos… Yo sobre todo intento que ese tiempo con ellos sea de calidad.
¿Qué valores inculca a sus hijos?
Los que yo tengo, que no sé si son los mejores. A mi hija mayor le insisto para que vaya a Misa los domingos, pero ella no quiere. Me dice: «Papá, que estoy muy liada; papá, que no tengo tiempo, tengo que estudiar…, ¿y cómo voy a perder una hora?». Pues yo voy y doy ejemplo. Y, a veces, cuando me pregunta, le respondo: «¿No te das cuenta de que yo trabajo todos los días de la semana pero encuentro ese momento para ir; lo busco porque lo quiero, porque lo necesito?». Quiero que se dé cuenta de que ir a Misa es lo mejor que va a hacer en su vida. Si saca un siete o un nueve es secundario, pero entiendo que mi ejemplo le puede llegar. Soy lo que soy porque he visto muchos ejemplos en mis padres. A lo mejor quiere volver a ir mañana o dentro de 18 domingos, pero llevarla obligada no es la mejor fórmula.
Si se pregunta a vecinos de Illescas, muchos se acuerdan de cuando ayudaba usted a los toxicómanos.
Fue un momento muy bonito, justo después de hacer cursillos. Todos los cursillistas que conocía hacían algo en aquel momento, y yo nada. Me sentía acomplejado. Me llamaba la atención cuando por la noche tomaba algo con los amigos y veía a un señor en Illescas que se acercaba a los drogadictos y tomaba algo con ellos. Íbamos diciendo: «Mira este, que me robó el radiocasete ayer; mira aquel…». Me di cuenta de lo fácil que es criticarlos y de lo difícil que es hacer como aquel hombre que los ayudaba, don José Soriano. Me estaba dando un ejemplo. Un día por la calle me lo crucé de frente −yo nunca había hablado con él− y le ofrecí mi ayuda.
¿Y qué le contestó?
«Mañana nos vemos, te espero en casa. Empezamos una labor de entrega por los demás…». La cuestión es ayudar al que nos necesita, ya sea porque no tiene que comer, porque ha venido en una patera… En este caso, se trataba de ayudar al prójimo en una época difícil en la que la droga no se entendía. Esa labor de cuerpo a cuerpo, de buscar recursos, de llevarlos a casa, 24 horas al día… Fue la época más emocionante de mi vida. Estar con los más necesitados te aterriza. Necesitamos contacto con la realidad porque si no perdemos la esencia del ser humano. Cualquiera puede acabar en la droga. Es una pandemia que está ahí, y si no somos sensibles y no hacemos algo por los demás, es que no hemos entendido nada de la vida.
Es usted empresario. ¿Cuál es su compromiso en la empresa como cristiano?
Intento ser el mejor empresario posible, pero también es difícil ser el mejor cocinero posible, el mejor maestro posible… Intento llevar a la empresa lo que tengo en el corazón, lo que se me ha dado. Con mis defectos, pero intento tratar a la gente que trabaja conmigo como me gustaría que me tratasen a mí si la empresa fuera de ellos. Al final, soy el administrador y ya está. Lo reflexiono muchas veces, porque es muy difícil mandar con criterio, con sentido, con pulso, con talante, sin superioridad… Mando porque tengo esa responsabilidad no porque lleve una insignia de jefe. Intento aplicar el Evangelio a la empresa y en el trato con la gente que trabaja para mí. Intento también dar ejemplo, llegar el primero, con el compañerismo…
¿Y su colaboración con Cáritas?
La labor de Cáritas es impagable, extraordinaria, solo puedo hablar bien. Me siento parte de Cáritas. Sobre la colaboración, ¡cómo no vas a ayudar a quien te pide ayuda! Si me piden ayuda ahí estoy. Ahora que uno es muy reconocido te llaman de mil asociaciones para que seas su imagen. Bueno, está bien ayudar de esa forma, pero esa disponibilidad hay que tenerla siempre y con todo el mundo. No ahora porque soy reconocido. Tampoco me parece bien que, porque seas famoso, se presuponga que lo que tú digas es lo mejor. No me parece esa la mejor manera de predicar. No me gusta que se me invite ahora que soy reconocido cuando se podría haber hecho antes y lo necesitaba tanto o más. La relación que yo tengo con Dios está por encima de la tele o de la cocina. La ayuda la necesito y la puedo prestar siempre. ¿Solo por mi imagen? No valoro más el testimonio de un famoso creyente que el de un fontanero, un taxista… A mí me interesa el pueblo llano. La gente sencilla y normal.
A los cristianos de a pie nos da miedo decir «yo soy creyente».
A mí también me da miedo. Lo he dicho en ámbitos, más pequeños… Para mí es igual de importante lo que tú me estás contando como lo que yo cuento, para mí tiene el mismo valor; No necesito que seas famosa para que me des ejemplo, ya me lo has dado. Necesitamos sensibilizar a la sociedad. Perdamos todos el miedo a decir que somos creyentes.
¿Cómo ve hoy la labor de la Iglesia?
Como todo, ha evolucionado. La cocina se está actualizando porque es un lenguaje vivo que se transforma. La Iglesia se tiene que renovar, se está renovando continuamente; lleva 2.000 años en constante renovación. Y se tendrá que renovar aún más, y lo que antes eran extraordinario se normalizará. No hay que tenerle miedo al futuro. Antes había un cristianismo con muchas obligaciones. Y ojalá la Iglesia fuese más pobre todavía; la Iglesia nació pobre, deberíamos ser más pobres para quererla más. Las palabras de don José Rivera [conocido sacerdote de Toledo] no se me olvidarán en la vida, cuando decía: «Ojalá la Iglesia se hubiera dedicado a hacer iglesias más pequeñas y más feas; hoy las tendríamos más feas, pero más llenas». En esas tenemos que seguir.
Entrevista de Mónica Moreno, en alfayomega.es.

Asumir un “liderazgo renovado” y trabajar en red

Mensaje del Papa a los participantes de la III Conferencia Internacional Catholic Theological Ethics in the World Church.


¡Queridos hermanos y hermanas!
Saludo a todos vosotros, participantes en esta Tercera Conferencia mundial sobre Ética Teológica. Se lleva a cabo en Sarajevo, una ciudad de gran valor simbólico por el camino de reconciliación y pacificación después de los horrores de una guerra reciente que acarreó tanto sufrimiento a la gente de esa región.
Sarajevo es una ciudad de puentes. Vuestro encuentro está inspirado en este motivo dominante, que advierte sobre la necesidad de construir, en un ambiente de tensión y división, nuevos caminos de cercanía entre pueblos, culturas, religiones, concepciones de la vida y orientaciones políticas. He apreciado este esfuerzo vuestro desde el principio, cuando los miembros de vuestro comité de planificación me visitaron en el Vaticano el pasado mes de marzo.
El tema de vuestro encuentro es uno sobre el que yo también he llamado a menudo la atención: la necesidad de construir puentes, no muros. Vuelvo a repetirlo con la viva esperanza de que las personas en todas partes presten atención a esta necesidad que cada vez se reconoce más, a pesar de que a veces suscite miedo y formas de regresión. Sin renunciar a la prudencia, estamos llamados a reconocer cada signo y movilizar toda nuestra energía para eliminar los muros de división y construir puentes de fraternidad en todo el mundo.
Los tres puntos focales de vuestro encuentro se intersecan a lo largo de este camino de construcción de puentes en un momento crítico como el nuestro. Habéis dado un lugar central al desafío ecológico, ya que algunos de sus aspectos pueden crear graves desequilibrios no solo en términos de la relación entre el hombre y la naturaleza, sino también entre generaciones y personas. Este desafío, tal como emerge de la Encíclica Laudato Si ‘, no es simplemente uno entre muchos, sino el escenario más amplio para una comprensión tanto de la ética ecológica como de la ética social. Por esta razón, vuestra preocupación por el tema de los inmigrantes y refugiados es muy seria y provoca una metanoia que puede fomentar la reflexión ética y teológica, incluso antes de inspirar actitudes pastorales adecuadas y políticas responsables y cuidadosamente planificadas.
En este escenario complejo y exigente, se necesitan individuos e instituciones capaces de asumir un liderazgo renovado. No es necesario, por otro lado, gritar slogans que a menudo quedan vacíos, o del antagonismo entre las partes que compiten por el primer puesto. Hace falta un liderazgo que pueda ayudar a encontrar y poner en práctica una forma más justa para que todos vivamos en este mundo como partícipes en un destino común.
Con respecto a la cuestión de cómo la ética teológica pueda dar su propia contribución específica, encuentro incisiva vuestra propuesta de crear una red entre personas en los diversos continentes que, con diferentes modalidades y expresiones, puedan dedicarse a la reflexión ética en una clave teológica en un esfuerzo para encontrar recursos nuevos y efectivos. Con tales recursos, se pueden llevar a cabo análisis adecuados, pero, lo que es más importante, se pueden movilizar energías para una praxis compasiva y atenta a situaciones humanas trágicas, preocupada por acompañarlas con un cuidado misericordioso. Para crear una red así, es urgente construir puentes entre vosotros, compartir ideas y programas, y desarrollar formas de acercamiento. Huelga decir que esto no significa luchar por la uniformidad de los puntos de vista, sino más bien buscar con sinceridad y buena voluntad una convergencia de propósitos, con apertura dialógica y con la  discusión de perspectivas diferentes. Os será útil una forma particular de competencia, más urgente y compleja hoy, a la que me referí en el Prólogo de la reciente Constitución Apostólica Veritatis Gaudium. Al mencionar los criterios fundamentales para una renovación y un relanzamiento de los estudios eclesiásticos, hice hincapié en la importancia de un “amplio diálogo” (n.° 4b), que pueda servir de base para esa apertura interdisciplinaria y transdisciplinaria tan vital también para la teología y para la ética teológica. También señalé “la urgente necesidad de ‘establecer redes’ entre las instituciones de todo el mundo que cultiven y promueven los estudios eclesiásticos” (n.° 4d).
Os animo, como hombres y mujeres que trabajan en el campo de la ética teológica, a apasionaros por este diálogo y a trabajar en red. Este enfoque puede inspirar análisis que serán aún más perspicaces y atentos a la complejidad de la realidad humana. Vosotros mismos aprenderéis cada vez mejor cómo ser fieles a la palabra de Dios que nos desafía en la historia, y a mostrar solidaridad con el mundo, que no estáis llamados a juzgar sino, más bien a ofrecerle nuevos caminos, acompañar itinerarios, restañar heridas y sostener debilidades.
Tenéis ya más de diez años de experiencia en la construcción de esos puentes en vuestra asociación, Catholic Theological Ethics in the World Church. Vuestros encuentros internacionales en Padua (2006) y Trento (2010), vuestros encuentros regionales en diferentes continentes y vuestras diversas iniciativas, publicaciones y actividades docentes, os han enseñado un estilo de intercambio que confío en que persevere de una manera que resulte fructífera para toda la Iglesia. Me uno a vosotros para dar las gracias a los oficiales que han llegado al final de su mandato y a los que ahora asumen sus responsabilidades; os recordaré en mis oraciones. A todos vosotros imparto cordialmente mi bendición, y os pido, por favor, que recéis por mí.
Desde el Vaticano, 11 de julio de 2018

7/26/18

50 aniversario de la Encíclica ‘Humanae Vitae’

ROSA DIE ALCOLEA


Se cumplen el 50 aniversario de la Encíclica Humanae Vitae del Papa Pablo VI, que fue promulgada el 25 de julio de 1968 y que trata acerca de la doctrina de la Iglesia sobre la regulación de la natalidad, así como diferentes aspectos del amor conyugal, como el respeto de la “naturaleza y de la finalidad del acto matrimonial”.
El beato Papa Pablo VI será canonizado el próximo 14 de octubre de 2018, por el Papa Francisco, en el Vaticano. Giovanni Battista Montini fue elegido Papa el 21 de junio de 1963 y muerto el 6 de agosto de 1978, su pontificado duró quince años (1963-1978) marcado por el Concilio Vaticano II y la preocupación por la apertura a los requisitos de los tiempos modernos.
Cuando el Papa Montini publicó Humanae Vitae hace 50 años, era un “momento de agitación social y desacuerdo”, especialmente en las áreas del matrimonio, la familia y la sexualidad humana, seguido de “años de educación religiosa deficiente y malentendidos en muchos niveles”, afirma el Cardenal Donald Wuerl, Arzobispo de Washington.
En sentido, el Cardenal apunta que este 50° aniversario “nos desafía entonces a la necesidad de claridad en nuestra enseñanza y acompañamiento en nuestro esfuerzo por lograr la recepción de la enseñanza como parte de la misión de sanación y salvación de la Iglesia”.
“Necesitamos ayudar a todos a entender, comprender y apropiarse de la sabiduría de Dios en su propia experiencia vivida”, señala el Papa Francisco en la Encíclica Amoris Laetitia.
El documento escrito por el Pontífice Giovanni Battista Montini sigue siendo un llamamiento a los esposos cristianos a contribuir con su propia vocación.
Se trata de un texto compuesto por tres capítulos que contiene, además, un llamamiento final, indica ‘Vatican News’. Tras una premisa sobre el “gravísimo deber de transmitir la vida humana”, para lo cual “los esposos son libres y responsables colaboradores de Dios Creador”, Pablo VI desarrolló en el primer capítulo los aspectos nuevos del problema y de la competencia del ministerio”, seguido de otros dos capítulos sobre “los principios doctrinales” y sobre las “directrices pastorales”.
Significado unitivo y de la procreación
En el documento se reafirma la relación inseparable entre el significado unitivo y el de la procreación del acto conyugal; y se declara también la ilicitud de algunos métodos para la regulación de la natalidad, como el aborto, la esterilización y la contra concepción; mientras aprueban los métodos basados en el reconocimiento de la fertilidad.
Amor conyugal
También se indican las características del amor conyugal, de la paternidad responsable, y el respeto de la “naturaleza y de la finalidad del acto matrimonial”. En el segundo capítulo la atención se dirige a los caminos ilícitos para la regulación de la natalidad y sobre la ilicitud de los medios terapéuticos, a la vez que se aborda el recurso a los períodos infecundos.
Llamamientos 
En el tercer capítulo pueden leerse una serie de llamamientos a los poderes públicos, a los hombres de ciencia, a los esposos cristianos, a los médicos y al personal sanitario, sin olvidar a los sacerdotes y a los obispos. En fin, el llamamiento a todos acerca de la gran obra de educación, de progreso y de amor.
“Invocamos sobre esta tarea – escribía el Papa Giovanni Battista Montini –  como sobre todos ustedes y en particular sobre los esposos, la abundancia de las gracias de Dios de santidad y de misericordia, en prenda de las cuales les otorgamos nuestra bendición apostólica”.

‘La ideología de género no puede con la vida real: El caso de Twitter y el cine’


Entrevista realizada por Jordi Picazo a Norberto González


“Los lugares comunes culturales pueden reforzar las virtudes sociales o pueden destruirlas, pueden anularlas o debilitarlas, cambiarlas radicalmente no es posible, como hemos visto en los análisis; es decir, los lugares comunes culturales sobre la familia que refuerzan la dimensión antropológica son más numerosos que aquellos que la destruyen”.
Es una de las declaraciones del Dr. Norberto Gonzálezá Gaditano sobre la representación de la familia en los medios de comunicación, en los ámbitos de la información periodística y de la ficción, en la entrevista que le realiza el filólogo y periodista Jordi Picazo.
Jordi Picazo
Jordi Picazo es filólogo y periodista. Licenciado en Filología Inglesa por la Universidad de Barcelona (1986). Ha cursado también las asignaturas propias del Bachillerato Eclesiástico de Filosofía. Realizó asimismo estudios de doctorado en Psicología Social de la Lengua en la Universidad de Londres (1990-95) y enseñó en Harrow School, antiguo colegio del actual Emir de Qatar, Hussein de Jordania, Pandit Nerhu, Faisal de Irak, Lord Byron, Churchill y otros.
Norberto González
Por otro lado, el Dr. Norberto González Gaitano, el entrevistado, es director de la Cátedra Family and Media de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma) y Catedrático de Opinión Pública en la Facultad de Comunicación de esa universidad. Dirige varios proyectos internacionales de investigación sobre la representación de la familia en los medios y de educación del carácter a través de la narración.
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‘La ideología de género no puede con la vida real:

El caso de Twitter y el cine’
Me paseo en una mañana de 14 de setiembre por Roma, día en que la Iglesia Universal celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. Y tengo cita con Norberto González Gaitano en la biblioteca de la Universidad pontificia de la Santa Cruz precisamente, en la ciudad eterna. Me siento con él en una sala de tutorías para charlar sobre sus estudios sobre la familia y su presencia en los medios de comunicación y el lenguaje periodístico en general, y el acoso de la ideología de género a través de la conquista del lenguaje. 
Suena exagerado, pero en el transcurso de leer las palabras de Dr. González Gaitano atisbamos ni que sea un poquito cómo la ideología llamada de género no llega a la vida real sino solamente a ciertos laboratorios. Twitter, nada menos, es una pequeña piedra de toque de su artificialidad.
Jordi Picazo – Usted estudia la representación de la familia en los medios de comunicación, en los ámbitos de la información periodística y de la ficción: el periodismo, las  teleseries, las telenovelas, etc. y desarrolla con su grupo una metodología de análisis del discurso público en los textos populares.
Norberto González – Analizamos los lugares comunes del discurso público; estos lugares comunes vienen representados en relación a lo que se ha llamado, ya desde el mundo romano, griego y cristiano, “las virtudes de la sociabilidad”: no son otra cosa que las “virtudes sociales”, que son en el fondo los ladrillos de la fábrica social, como ya habían visto, entre otros, Aristóteles, Cicerón, Tomás de Aquino y la moderna filosofía moral desde MacIntyre en adelante.
Así, tenemos la pietas, la liberalitas, la affabilitas… y usamos estos términos latinos para evitar que se entiendan reductivamente;  la piedad por ejemplo, puede ser entendida reductivamente como compasión, cuando, en su acepción original lo que significa es relación con el origen, una relación de filiación, por tanto. Y después está la veritas, que es otro de los radicales de la sociabilidad. Pues no puede haber justicia ni piedad si no hay verdad.
Examinamos, le decía, cuáles son los lugares comunes culturales y antropológicos ligados a estas virtudes sociales en el discurso periodístico sobre la familia. Y en consecuencia hemos ido estudiando por ejemplo la imagen de la paternidad en los diarios internacionales. Podemos observar que la presencia de la ideología de género efectivamente es muy fuerte e intenta cambiar el modo de leer estas virtudes sociales.
Y esto pretende hacerlo a partir de una reclamación, en el caso de lo que podríamos llamar lobby LGTB, o discurso gay: reclamación de una serie de derechos de igualdad, pero en definitiva lo que ellos estaban buscando es una de esas virtudes sociales que es el reconocimiento, ya que efectivamente las personas con tendencia de atracción hacia el mismo sexo han sufrido discriminaciones. Y, ¿qué es lo que ocurre? Pues que, para conseguir ese reconocimiento han apuntado a obtener a su vez el reconocimiento de las uniones homosexuales como matrimonio, como familia; porque cuando empezaron la batalla ideológico-cultural en los años 80 a nivel global, entonces la familia gozaba de reconocimiento social. En definitiva, el reconocimiento jurídico del “matrimonio homosexual” era instrumental: apelándose a la “injusticia” de la discriminación (virtud social de la justicia), fácil de compartir por cualquiera en cuanto que apela a la compasión por la injusticia sufrida, se descartaban otras piezas claves de la fábrica social (la verdad y la piedad).  Esto lo que hace es sacar las cosas de su sitio.
Yo creo que quienes han intentado defender la naturaleza del matrimonio, presentando una argumentación contraria a estas pretensiones infundadas, no han percibido cuál era el problema real. Es decir, el tipo de discurso con el que se ha rebatido no era adecuado porque han faltado argumentos para darse cuenta de que lo que estaba en juego era otra cosa.
Ontología y Kultur
En el discurso público de los medios de comunicación hay unos lugares comunes que están fundados en la naturaleza de las cosas, que son antropológicos, y otros que son culturales, cambiantes con el tiempo y los lugares. Y, ciertamente, los medios de comunicación social contribuyen a configurar o a reforzar estos lugares comunes culturales, o incluso a cambiarlos. Los lugares comunes antropológicos y culturales se sobreponen porque en la realidad están unidos. Solamente los distingue el análisis. Se sobreponen y, por ellos, el proyecto ideológico pretende, por así decirlo “edificar la naturaleza”, modificar la dimensión antropológica, porque la naturaleza humana también es de algún modo cultural. Por tanto esa naturaleza de lo humano se puede plasmar socialmente, pero no se puede modificar su ser antropológico, la naturaleza misma del ser hombre o ser mujer.
He aquí, a mi juicio, el gran desafío; porque estos lugares comunes culturales pueden reforzar las virtudes sociales o pueden destruirlas, pueden anularlas o debilitarlas, cambiarlas radicalmente no es posible, ccomo hemos visto en los análisis; es decir, los lugares comunes culturales sobre la familia que refuerzan la dimensión antropológica son más numerosos que aquellos que la destruyen.
En Twitter no hay lugares comunes relativos a la familia procedentes del lobby gay.
Esta influencia de los medios de comunicación que le mencionaba la vemos, por ejemplo, en un estudio de la representación de la familia en Twitter a partir del hashtag ‘familia’. Esto ha demostrado que la presencia de lugares comunes y culturales relativos al  llamado ‘lobby gay’ son prácticamente inexistentes, mientras que son mucho más fuertes en la información periodística y en las series de televisión.
Y eso es así porque hay más control por parte de unas minorías sobre la información periodística y en las series de televisión, donde ciertamente se asume en más ocasiones un discurso ideológico. En cambio, Twitter representa más la sociedad real, por lo que ahí son prácticamente inexistentes los lugares comunes propios de la ideología de género. Así los lugares comunes más activos en Twitter referentes a la familia son lugares comunes como la piedad, la familia como ámbito de la gratuidad, del don, , etcétera, aunque también los hay metafóricos, como los que usan los comerciales, para vender un producto asociándolo a los valores de la familia: la comida genuina, como la de antes, hogareña, etc. Ver el club de fútbol, sus asociados entre sí, como una “familia” es un uso metafórico de la familia.
La Familia como Metáfora
La realidad de la familia también se utiliza como metáfora en ocasiones, y también eso lo podemos constatar en Twitter. Por ejemplo, cuando leemos “Twitter es una familia”. Y esto son metáforas que aprovechan una connotación positiva de la familia para vender otra cosa, un grupo, unos lazos que en definitiva son conexiones: no son lazos como los que establecen una relación familiar real.
Jordi Picazo Con la metáfora ponemos en un mismo cajón realidades distintas al decir por ejemplo: “Este o aquél es mi única familia”… y puedo oírlo decir de mi perro en tal o cual película, que ha sido mi único compañero en los últimos 15 años; o lo puede decir ese afroamericano de su compañero de apartamento en Philadelphia, también afroamericano, única familia en los últimas décadas de su existencia. Y en varios de esos supuestos estamos hablando de familia real. Habría por tanto diversos tipos de familia…
Norberto González – Metáfora en su sentido original no significa solamente una realidad fantasmagórica, o ideal, virtual, asimilable a no-real: la metáfora existe porque los conceptos se pueden predicar de distinta manera en base a las realidades diversas. Y podemos decir que las características de la familia, los lazos que se ven en la familia, son lazos fundantes, como la relación de paternidad, la relación de maternidad, la dilección de amor entre los esposos, o de fraternidad, que vienen dados, pero no acabados, porque necesitan la cooperación de la voluntad humana para que esos lazos biológicos se transformen en realmente fundantes de la persona, en la identidad de la persona. La persona humana se define no solo por unos lazos biológicos, sino también por unos lazos reales que se constituyen por la colaboración libre de la persona a través de la realización de las virtudes.
Por eso la familia puede ser el lugar más hermoso y a la vez el más monstruoso. Precisamente porque esos lazos pueden constituir un cielo o convertirse en un infierno.

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La familia en los medios de comunicación:

“No existe la familia tradicional”
Jordi Picazo – Se me ocurre que con la frase “tipos de familia” se intentaría “desestabilizar”, y “demostrar” la falsedad del concepto “unívoco” de familia, equiparándola falsamente con el concepto de “familia tradicional” cuando la familia tradicional es la familia basada en el amor complementario sexuado abierto a la vida, célula de la sociedad, a proteger. Así, a los cristianos se les acusa de pensar que “solo” hay un tipo de familia. ¿Piensa Usted que equiparando esa vocación cristiana y vocación social de extender la familia humana en un entorno de familia, a la que se llama tradicional equiparándola a otros tipos, se busca quitarle la importancia y el rol que tiene eliminando así también los valores que transmite? Me atrevo a decir que no es válido el apodo de “tradicional” para la familia, en esta línea.
Norberto González – Es fatal, pues no existe la familia tradicional frente a la familia moderna. La familia es una, que se realiza históricamente en forma más o menos perfectiva o más o menos defectiva. En el pasado había familias tradicionales que eran inequívocamente desastrosas. Y es importante analizar y entender cómo intervienen los medios de comunicación en la configuración de estas ideas (leer aquí sobre trabajode investigación equipo Dr. Norberto GG). Dice Ashley Montagu que la sociedad se configura también a partir de la imagen que ella tiene de sí misma, y cambia según la imagen que contribuye a configurar. Entonces este es el papel de los medios de comunicación, que pueden modificar cambiar la sociedad para bien o para mal.
Una gramática universal de la familia
Jordi Picazo – Por el fenómeno del cruce de culturas y la consecuente interculturalidad, que convierte especialmente las grandes metrópolis en comunidades cosmopolitas, me pregunto si existe una “gramática universal” de la familia, trazos comunes que podamos identificar, común denominador en Barcelona, Singapur, Kampala, Seattle o Minsk, o entre los aborígenes australianos. ¿O por el contrario es simplemente un constructo social arbitrario y objeto de definición del partido político o consejo de ancianos que rija la comunidad en un momento dado?
Norberto González – Sí, hay una gramática universal de la familia, y a mí me parece que es particularmente visible en las grandes obras de la literatura y el cine. Particularmente me encanta el cine chino, y especialmente Zhang Yimou, por ejemplo en ‘Sorgo Rojo’, ¡Vivir!’, ‘Hero’, ‘El amor en el espino blanco’. Por otra parte, es el gran cineasta chino de la revolución cultural, censurado muchas veces. Bien, él tiene una vida personal digamos que movida, difícil, compleja. Pero en sus películas, cuando habla de la familia, toca bien dentro, por eso alcanza todas las culturas, y por eso ha sido bien recibido en Occidente. Ciertamente la sensibilidad de ‘Regreso a casa’ es todo un canto a la pietas. Entonces, hay notas comunes que percibes perfectamente (ver filmografía de Z Y).
Percibes, decía, estas constantes universales, está gramática de la piedad, del amor como donación, etcétera, no obstante las dificultades. Con dificultades ciertamente, pues hablamos del amor no como una utopía, sino como un ideal, sí, pero que es realizable y realizado, que exige una cooperación y la respuesta libre de las personas.
Por desgracia, vemos cómo en Occidente tenemos mucha más dificultad para representar esto hoy día. Porque la presión de esos lugares comunes culturales que han debilitado la imagen ideal de la familia es tan fuerte, que no somos capaces de hacer un discurso tan bello como estos filmes. Lo cual no quiere decir que no esté presente esa imagen de la familia, ciertamente está presente. Incluso en una filmografía de vanguardia, como El árbol de la vida, película norteamericana del mismo director de La delgada línea roja.
Hombre malo y abusador
El árbol de la vida transmite el mensaje profundo de que la cultura moderna ha perdido el sentido de la paternidad, y además aporta a mi juicio una tesis muy bonita: que no podemos recuperar el sentido de la paternidad en la cultura sino recuperamos el origen mismo de la paternidad, idea que es presentada como denuncia. Y es fuertísimo esto que dice, que el origen de la paternidad es Dios Padre (ver tráiler YouTube). La película empieza con una larguísima secuencia sobre la Creación.
Estéticamente, El árbol de la vida ha sido muy aplaudida por la crítica ‘hollywoodiana’, la élite ‘hollywoodiana’, quizá porque no entendieron el mensaje profundo de la película. El padre es el malo en la cultura moderna, el abusador; es el macho violento, etcétera.
La dimensión profética del Arte
El arte se adelanta siempre a su tiempo. Ahora estoy pensando en una autora como Susana Tamaro. Y es que no cabe duda de que Susana Tamaro en su libro Donde te lleve el corazón, y en el resto de su obra literaria, es consciente en el fondo de dirigirse a una cultura nihilista, y, por tanto, piensa, ‘mi literatura es aparentemente nihilista, pero hay Redención’. Entonces esto es lo que quiero decir: tanto en un contexto como en otro se está hablando de la familia, se está hablando de la paternidad, y en algunos casos presentándola como valor positivo, bello y hermoso, valor que todavía está por realizar socialmente. En otros casos, como una aspiración de algo que hemos perdido o que nos falta. En definitiva, es un horizonte de llegada. Este fenómeno es global, yo creo que sí. No puede ser de otra manera, por ello la gramática de la familia es universal, como conclusión a su pregunta.
Estoy pensando ahora mismo en otros dos filmes que han tenido éxito, ciertamente no ‘hollywoodiano’ como en el caso de El Árbol de la vida pero sí de crítica y de público. Es El hijo del otro (2014), un filme francés que plantea el problema de la identidad en la familia en relación con el origen étnico: el problema que se plantea en la familia cuando los padres descubren que los niños han sido cambiados en una incubadora, y ellos tienen en realidad un niño palestino, mientras que el hijo de la familia palestina es en realidad su hijo. Es interesantísimo el encuentro entre las familias (ver tráiler YouTube).
Esto es un lugar común, que hemos tratado en nuestra publicación ‘Familia y medios de comunicación’, y del que el Dr. A. Malo, catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de la Santa Cruz en Roma, se ha ocupado abundantemente. Más en concreto desde el ángulo de la “antropología de la relación”, en su reciente libro. Precisamente él ha hecho una estupenda crítica cinematográfica sobre esos dos filmes, publicada en nuestro portal. Esa película plantea el contexto de la cultura japonesa con dos matrimonios a los que en realidad los médicos les han intercambiado inconscientemente los hijos. Entonces, ahí lo que se explora no son las relaciones de clan, de tribu, étnicas, sino internas de la familia: lo que supone en la relación marido y mujer, padre e hijo en este caso. Esto te hace ver una vez más que la ‘gramática’ de la familia es universal. Se trata de dos universos culturales totalmente distintos, conflictivos en este caso. Y la lectura de fondo es la misma.
Aún otro filme en el que estoy pensando ahora es El velo pintado. Esta película es una adaptación fantástica de la famosa novela homónima de W. Somerset Maugham donde el tema central es el perdón (ver tráiler YouTube). Una frase de la crítica en la presentación de la carátula del vídeo comercial dice: “a veces la distancia más larga es la que existe entre dos personas”. Es la historia de un adulterio, la historia también de un descubrimiento del amor a través del perdón. Es una novela fantástica. De ahí su éxito intemporal.
El folleto de Glaad
Jordi Picazo – En Filadelfia, EE. UU., en la espera de la venida del Papa Francisco en septiembre de 2015, el lobby LGBTIQ a través de la asociación Glaad, difundió unos panfletos entre los profesionales de los Medios de Comunicación, en los que se nos explicaba el lenguaje que a su manera de ver deberíamos usar para hacer nuestro trabajo bien. Clasificaba algunas expresiones como correctas, incorrectas, ofensivas, y también calificaba de “destructiva” la campaña de la jerarquía católica romana. Es lo que Usted comentaba de la influencia de la ideología más sobre los Medios de comunicación que en “la calle Twitter”. Otros términos inexactos para Glaad serían “la Iglesia” como sinónimo de “los obispos” o “la jerarquía”: “La definición de ‘la Iglesia’, técnicamente, es “todo el pueblo de Dios.” Decir, “La Iglesia católica está en contra de la igualdad de matrimonio” no es exacta. “Obispos de la Iglesia Católica” están en contra de la igualdad de matrimonio. Así, un término ofensivo sería “homosexual”: se prefiere “gay”, pero como adjetivo.
Así, sería correcto “Hombre gay” o “lesbiana” (sustantivo); “persona gay” Igualmente ofensivo sería “el estilo de vida gay” o “estilo de vida homosexual” y se prefiere “la vida de personas gay, lesbianas y bisexuales”, pues “No hay un único estilo de vida lesbiana, gay o bisexual”. Las lesbianas, los hombres gay, los bisexuales y personas transgénero son diversos en la forma en que conducen sus vidas (verinforme Glaad aquí, español/inglés).
Se me ocurre que este juego lingüístico es similar a tomar una célula, extirpar el núcleo y ponerle otro núcleo: tomas un concepto y lo manipulas. El pensamiento discurre a través de lenguaje, las palabras, y cambiando los conceptos expresados por las palabras cambia la percepción de la realidad.
Norberto González – «No es que pensemos con palabras, sin embargo el lenguaje no solo es el vestido del pensamiento, es su forma. Es muy interesante a este respecto el ensayo de George Orwell “La política y la lengua inglesa” sobre la manipulación del lenguaje como instrumento de arma política, escrito justo en el contexto de la Guerra Mundial».