5/06/13

No se puede entender la vida del cristiano sin el Espíritu Santo

El Papa en la misa de la mañana en Santa Marta




En la eucaristía estaban presentes algunos empleados vaticanos de la Fábrica de San Pedro, acompañados por el cardenal presidente Angelo Comastri y por monseñor Pablo Colino, prefecto de la Capilla musical, que concelebraron junto al pontífice.
Según informa Radio Vaticana, el santo padre ha hablado sobre el Espíritu Santo, que es "justamente Dios, la Persona Dios, que da testimonio de Jesucristo en nosotros". Ha indicado también la protección del Espíritu Santo que "Jesús llama Paráclito", "o sea aquello que nos defiende", que "siempre está a nuestro lado para sostenernos".
A continuación ha recordado que "no se puede entender la vida cristiana sin la presencia del Espíritu Santo: no sería cristiana. Sería una vida religiosa, pagana, piadosa, que cree en Dios, pero sin la vitalidad que Jesús quiere para sus discípulos. Y aquello que da la vitalidad es el Espíritu Santo, presente". Y ha añadido que el Espíritu "da testimonio" de Jesús para que nosotros podamos darlo a los demás".
Sobre la primera lectura ha recordado que "hay una cosa bella: aquella mujer que escuchaba a Pablo, que se llamaba Lidia. De ella se dice que el Señor le abrió el corazón para que se adhiriera a las palabras de Pablo. Esto es lo que hace el Espíritu Santo: nos abre el corazón para conocer a Jesús. Sin Él no podemos conocer a Jesús. Nos prepara al encuentro con Jesús. Nos hace ir por el camino de Jesús. El Espíritu Santo actúa en nosotros durante todo el día, durante toda nuestra vida, como testimonio que nos dice dónde está Jesús".
El papa Francisco ha animado a la oración refiriéndose a ésta como "el camino para tener en cada momento" la gracia de la "fecundidad de la Pascua". Se ha detenido también a hablar sobre el examen de conciencia "que los cristianos realizan con respecto a la jornada que han vivido" y ha afirmado que es "un ejercicio que nos hace bien porque es tomar consciencia de aquello que el Señor ha obrado en nuestro corazón".
El santo padre quiso pedir "la gracia de acostumbrarnos a la presencia de este compañero de camino, el Espíritu Santo, de este testimonio de Jesús que nos dice dónde está Jesús, cómo encontrar a Jesús, qué cosa nos dice Jesús. Tenerle una cierta familiaridad: es un amigo". Y recordando las palabras de Jesús 'No, no te dejo solo, te dejo a Éste', ha proseguido "Jesús nos lo deja como amigo".
Para finalizar ha invitado a que "antes que termine la jornada tengamos la costumbre de preguntarnos: '¿Qué cosa ha obrado el Espíritu Santo en mí, hoy? ¿Qué testimonio me ha dado? ¿Cómo me ha hablado? ¿Qué cosa me ha sugerido?’. Ya que el Espíritu Santo es "presencia divina que nos ayuda a ir adelante en nuestra vida de cristianos. Pidamos hoy esta gracia. Y esto hará que, como lo hemos hecho en la oración, en cada momento tengamos presente la fecundidad de la Pascua".