El Papa el día 27 en la homilía de Santa Marta
"La capacidad de llevar con alegría y paciencia las humillaciones es la prueba para entender si se es cristiano". Y ha advertido sobre las "tentaciones del bienestar espiritual" que impiden amar a Cristo con todo nuestro ser.
También ha hablado del peligro de la tibieza, de una fe hecha de cálculos y pasos retenido, está siempre detrás de la esquina.
El punto de partida en la homilía ha sido el Evangelio de Lucas en el fragmento en el que Jesús pide primero a los discípulos, quién dice la gente qué es Él y qué dicen ellos. El papa ha afirmado que también se dirige a nosotros esta pregunta y ha enumerado una serie de respuestas en las cuales se asoma la esencia de una fe que estaba madura a medias. "¿Para ti quién soy yo? El dueño de esta empresa, un buen profeta, un buen maestro, uno que te hace bien al corazón? - lo que también es 'todo verdad'. ¿Soy uno que camina contigo en la vida, que te ayudar a ir adelante, a ser un poco bueno? Sí, es verdad, pero no termina ahí", ha afirmado el papa.
Por eso ha explicado que "ha sido el Espíritu Santo el que ha tocado el corazón de Pedro para que pueda decir quién es Jesús". El papa ha recordado que la reacción de Pedro cuando Jesús les pide que no lo revelen y les anuncia la Pasión, muerte y la Resurrección, está descrita en el Evangelio de san Mateo, "Pedro se asusta, se escandaliza".
Y a esto se ha referido como la "tentación del bienestar espiritual". "Tenemos todo: tenemos la Iglesia, tenemos a Jesucristo, los sacramentos, a la Virgen, todo, un buen trabajo para el Reino de Dios. (...) Pero no basta el bienestar espiritual sino hasta un cierto punto. Como aquel joven que era rico: quería ir con Jesús, pero hasta un cierto punto. Falta esta última unción del cristiano, para ser cristiano de verdad: la unión de la cruz, la unción de la humillación", ha subrayado el papa. Y ha preguntado a los presentes: "¿Soy un cristiano de cultura y de bienestar? ¿Soy un cristiano que acompaña al Señor hasta la cruz? El signo es la capacidad de llevar la humillación".
El santo padre ha advertido que el escándalo de la Cruz continúa bloqueando a muchos cristianos. "La verificación si un cristiano es un verdadero cristiano es su capacidad de llevar con alegría y con paciencia las humillaciones; y como esto es algo que a nadie le no gusta... hay muchos cristianos que, mirando al Señor, piden humillaciones para parecerse a Él. Esta es la elección: o cristianos de bienestar - que irán al Cielo ¿eh?, seguro te salvarás ¿eh? - o cristiano cerca de Jesús, por el camino de Jesús".