8/12/15

“Vence la indiferencia y conquista la paz”

Rocío Lancho García 



La paz debe ser conquistada: no es un bien que se obtiene sin esfuerzos, sin conversión, sin creatividad y sin dialéctica. Se trata de sensibilizar y formar al sentido de responsabilidad respecto a las gravísimas cuestiones que afligen la familia humana, como el fundamentalismo y sus masacres, las persecuciones a causa de la fe y de la pertenencia étnica, las violaciones de la libertad y de los derechos de los pueblos, el abuso y la esclavitud de las personas, la corrupción y el crimen organizado, las guerras que causan el drama de los refugiados y de los emigrantes forzados. Así lo asegura el papa Francisco en el Mensaje para la 49ª Jornada Mundial de la Paz. El tema que ha elegido el Pontífice para esta Jornada que se celebra cada año el 1 de enero, es “Vence la indiferencia y conquista la paz”.
La obra de sensibilización y formación de la que habla el Papa, “tendrá como objetivo dirigirse, al mismo tiempo, también a las oportunidades y posibilidades para combatir estos males”, explica. Males como “la maduración de una cultura de la legalidad, de la educación al diálogo y a la cooperación, que en este contexto, son formas fundamentales de reacción constructiva”.
“La indiferencia en relación a los flagelos de nuestro tiempo es una de las causas fundamentales que va en desmedro de la paz en el mundo”, subraya Francisco al inicio del Mensaje. Asimismo recuerda que la indiferencia actual, es a menudo, “vinculada a diversas formas de individualismo que producen aislamiento, ignorancia, egoísmo y, esto lleva al desinterés”. El aumento de las informaciones de por sí --observa el Santo Padre-- no es sinónimo de aumento de atención a los problemas, si no es acompañado de una apertura de las conciencias en sentido solidario. Y para obtener tal objetivo es indispensable “la contribución que pueden dar, además de las familias, los educadores, todos los formadores, los operadores culturales y de los medios de comunicación, los intelectuales y los artistas”. De hecho, el Papa asegura que “la indiferencia se puede vencer solamente afrontando juntos este desafío”.
Por otro lado, indica que un campo en el que se puede construir la paz cotidianamente venciendo la indiferencia es “aquel de las formas de esclavitudes presentes en el mundo”, tema de la Jornada Mundial de la Paz del 2015, “No esclavos sino hermanos”.
Es ineludible --afirma Francisco-- llevar adelante este empeño, con mayor consciencia y colaboración. “La paz es posible allí donde el derecho de todo ser humano es reconocido y respetado, según la libertad y la justicia”, observa el Pontífice.
En la conclusión del texto, se indica que este Mensaje para el año 2016 pretende ser un punto de partida para que todos los hombres de buena voluntad, y en particular aquellos que operan en la instrucción, en la cultura y en los medios de comunicación, “actúen cada uno de acuerdo a las propias posibilidades y de acuerdo a las mejores aspiraciones para construir juntos un mundo más consciente y misericordioso, y por tanto más libre y justo”.
La Jornada Mundial de la Paz, fue instituida por el beato Pablo VI y se celebra cada año el 1 de enero. El Mensaje del Papa se envía a las Cancillerías de todo el mundo y es una forma de señalar la línea diplomática de la Santa Sede para el año que inicia.