Arnold G. Fruchtenbaum
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo, de todo árbol del huerto libremente podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. Gn 2, 16-17
INTRODUCCIÓN
Este manuscrito es un estudio acerca de la caída del hombre, y será dividido en cuatro categorías: El estado de inocencia; La tentación; La caída, y Los resultados.
I. El estado de inocencia
La primera categoría es concerniente al estado de inocencia, el estado del hombre antes de la Caída. Cuatro cosas específicas deben mencionarse: El estado original del hombre, El medio ambiente original del hombre, La responsabilidad original del hombre y el periodo de prueba del hombre.
A. El estado original del hombre
Hay cuatro aspectos del estado original del hombre: Su santidad no confirmada, Su poder de elección contraria, Su dominio sobre la creación y Su comunión con Dios.
1. Su santidad no confirmada
En cuanto al estado mismo, el hombre fue creado en un estado de madurez y perfección. El hombre, en su estado de inocencia, tenía dos cosas: Justicia original y la imagen de Dios.
Justicia original envuelve tres cosas: En primer lugar, había una perfecta armonía y subordinación a todo lo que el hombre constituía; En segundo lugar, incluía conocimiento, justicia y santidad (Ef 4, 24; Col 3, 10); y, En tercer lugar, incluía las cualidades morales que fueron básicamente pasivas. Esto significaba que el hombre, en su estado original, era inocente de cualquier obra mala. Teológicamente, esto es llamado "Santidad Creatural No Confirmada.” Él fue creado santo, pero esa santidad aún no había sido puesta a prueba. Por lo tanto, era una santidad no confirmada. Además, no era la santidad del Creador, que no tiene la capacidad de pecar, sino que era la santidad creatural que tenía la opción de la desobediencia y la capacidad de pecar. Dios no es capaz de pecar, pero el hombre, en su estado original, era capaz de pecar. Así, no estaba confirmada, la santidad creatural. Adán tenía un carácter moral inocente, que aún no había sido puesto a prueba.
La imagen de Dios en el hombre incluye ciertas facetas de la imagen exterior, al igual que la imagen interior, y cabe señalar cuatro cosas. En primer lugar, se refiere a las características de Dios que también son verdaderas en el hombre. En segundo lugar, hay una característica que ya no existe, la santidad creatural no confirmada, la cual se perdió en la caída. En tercer lugar, todavía hay otras características que Dios y el hombre comparten, por lo cual el hombre todavía mantiene la imagen de Dios, aunque ésta ya ha sido dañada. En cuarto lugar, aunque esta imagen ha sido dañada, hay en el hombre lo suficiente de ésta, que se le manda respetar a su prójimo de acuerdo a esta imagen. La imagen de Dios en el hombre no incluye una semejanza física, pero si incluye una semejanza personal, espiritual, moral, social y autoritativa.
2. Su poder de elección contraria
Un segundo aspecto sobre Adán, en su estado de inocencia, es que tenía la capacidad de pecar o no pecar. Teológicamente, esto se llama "el poder de elección contraria," la capacidad de elegir contrario a su propia naturaleza. Adán era Santo y perfecto, pero tenía la capacidad de elegir lo malo e imperfecto. Pero Dios no tiene esa capacidad. La Biblia enseña claramente que la naturaleza de Dios es tal, que Él no puede pecar. Es una característica de Dios. Pero Adán, en su estado original, tenía la capacidad de pecar o no pecar.
3. Su dominio sobre la creación
Un tercer aspecto acerca del hombre en el estado de inocencia es que tenía dominio sobre la creación. Originalmente, Satanás era quien tenía autoridad sobre esta tierra, pero la perdió cuando cayó. Como resultado, Dios creó una nueva clase de seres, al hombre, a quien dio esta autoridad. A Adán le fue dada autoridad sobre la tierra; él tenía dominio sobre la creación (Gn 1, 26; Sal 8, 5-8; Hb 2, 5-8).
4. Su comunión con Dios
El cuarto aspecto del hombre, en el estado de inocencia, es que estaba en comunión con Dios. Gn 3, 8 declara: Y oyeron la voz de Jehová que se paseaba en el huerto al aire del día. Diariamente, al aire del día, que es la puesta del sol, Dios se aparecía en algún modo visible a Adán y Eva y tenía comunión con ellos. El hombre, en su estado original de inocencia, tenía una ininterrumpida comunión con Dios, la cual era ejercitada reuniéndose con Él cara a cara, regularmente cada día.
5. El medio ambiente original del hombre
El medio ambiente original del hombre, durante su estado de inocencia, se describe en Gn 2, 8-15: Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer: también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y el mal. Y salía de Edén un rio para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro ramales. El nombre de uno era Pisón: éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y piedra ónice. El nombre del segundo rio es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de Etiopia. Y el nombre del tercer rio es Hidekel; éste es el que va delante de Asiria. Y el cuarto rio es el Éufrates. Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
El medio ambiente del hombre era el huerto de Edén. En este huerto, había suficientes provisiones para el sostenimiento del hombre a través de varios árboles frutales y también a través del árbol de la vida para sostener la vida misma. Además, aunque el trabajo era parte del medio ambiente original, no era laborioso. El trabajo era necesario, pero liviano.
6. Responsabilidad Original del hombre
El Hombre, en su estado de inocencia, tenía una responsabilidad que se puede resumir en dos puntos: En primer lugar, Tenía la obligación de labrar y guardar el huerto (Gn 2, 15); y en segundo lugar, debía obedecer a Dios (Gn 2, 16-17).
7. Período de prueba del hombre
El hombre, en su estado de inocencia, estaba a prueba. Este período de prueba incluía tres cosas: la prueba en sí, la duración y el objetivo.
B. La prueba
Hay tres cosas en la prueba en sí: El objeto, la naturaleza y el propósito de la prueba.
1. El objeto de la prueba
El objeto de la prueba eran los dos árboles en medio del huerto. Un árbol era el árbol de la vida, el cual era el medio para impartir la vida eterna. Si Adán hubiera pasado el período de prueba, se le hubiera permitido comer del árbol de la vida y hubiera obtenido la vida eterna desde entonces, y jamás hubiera visto muerte. El otro árbol era el árbol del conocimiento del bien y el mal. Participar de este árbol significaba que se le impartiría a Adán un conocimiento práctico de la diferencia entre el bien y el mal. Sería un conocimiento práctico, en vez de un conocimiento meramente teórico. Con la desobediencia, ellos aprendieron con la experiencia pero también con amargura, la diferencia entre lo malo y lo bueno. Una vez que ellos comieron de este árbol, tuvieron el poder de hacer lo malo, pero no el poder de hacer lo bueno, que los encomendaría ante Dios.
2. La naturaleza de la prueba
La segunda cosa fue la naturaleza de la misma prueba, en Gn 2, 16-17: Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto libremente podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
La naturaleza de la prueba era simple: al hombre se le permitió participar de todo árbol del huerto, excepto de uno, Del Árbol de la Vida, Aunque es obvio que él no había participado de este Árbol de la Vida hasta este momento, y probablemente no tenía necesidad de hacerlo en su temprana existencia. Solamente le fue dado un mandamiento prohibitivo, “pero del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás.”
El alcance de la prueba era muy restrictivo en su naturaleza. Por ejemplo, no tenía necesidad de codiciar, porque él era el señor de la tierra. Además, no podía cometer alguna inmoralidad, porque él estaba casado con la única mujer existente. La única posibilidad de fracaso estaba en el repudio a la voluntad de Dios. Podía fallar la prueba sólo con respecto a la obediencia a Dios. Así que, el alcance de esta prueba era muy limitado, no había una sola razón para no superarla.
3. El propósito de la prueba
El objetivo de esta prueba era que por medio de ella, la santidad creatural pudiera ser confirmada.
C. La duración
La duración del período probatorio era temporal. Después de un período de tiempo, la prohibición hubiera sido removida.
D. El objetivo
El propósito de la prueba era para confirmar su santidad creatural; para que él pasara de tener la capacidad de pecar, a ya no tener la capacidad de pecar.
Este periodo de prueba se puede resumir en dos puntos. En primer lugar, si el hombre hubiera pasado la prueba, el período de prueba eventualmente hubiera terminado. En segundo lugar, una vez que una acción de lealtad hubiera sido hecha y él hubiera resistido a la tentación de Satanás, él hubiera sido promovido de este período de prueba a una posición permanente de hijo, por medio de la participación del Árbol de Vida. Esto es lo que hubiera pasado si Adán no hubiera comido de este árbol.
II. LA TENTACIÓN
La segunda categoría con respecto a La Caída del hombre es La Tentación, que resultó en la caída misma. Esto será discutido en tres unidades: Las Escrituras, La naturaleza de la tentación, y La razón del castigo.
A. Las Escrituras
El pasaje que detalla la tentación es Gn 3, 1-6: Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido y él comió con ella.
B. La Naturaleza de la Tentación
En cuanto a la naturaleza de la tentación, tres cosas pueden ser mencionadas: La progresión, las áreas de la tentación, y la creación de los malos deseos.
1. La progresión
En primer lugar, hubo una progresión en tres etapas. La primera etapa fue una apelación a los apetitos inocentes. El versículo 1 declara: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? No había nada malo con comer; comer es un apetito inocente. De hecho, Dios les había dicho que podían comer de todo árbol del huerto, ¡excepto de uno!
La segunda etapa en la progresión fue el sembrar duda acerca de la palabra de Dios, “¿Conque Dios os ha dicho tal cosa?" De pronto, hubo una sombra de duda acerca de la palabra de Dios.
La duda acerca de la palabra de Dios, llevó a la tercera etapa de la progresión en la cual hubo una negación de la palabra de Dios. El versículo 4 dice: Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; En Gn 2, 17, Dios les dijo que si ellos comían de este árbol ciertamente iban a morir; pero aquí, en el versículo 4, hubo una negación de lo que Dios había dicho, una negación de la palabra de Dios.
De hecho, ésta es una progresión típica de toda la gente cuando pasa por alguna tentación; siempre comienza con una apelación a un apetito inocente. Hay maneras correctas e incorrectas para satisfacer un apetito inocente. Una vez que uno comienza a pensar en una forma incorrecta de satisfacción, comienza a dudar de la palabra de Dios, y finalmente, aquello que era una simple duda conduce a una clara negación. Esa fue la progresión de esta Las áreas de la tentación.
La segunda cosa acerca de la naturaleza de la tentación es que estaba en las tres áreas enumeradas en Jn 2, 14-16: La concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida. De hecho, la tentación tomó lugar en estas tres particulares áreas en el versículo 6.
Primero, en el área de la concupiscencia de la carne, la mujer vio que el árbol era bueno para comer. Si ella tenía hambre, había muchos árboles en el huerto de Edén y ella podría haber ido a uno de ellos para satisfacer su apetito. Ese árbol era bueno para comer, pero también lo eran los otros árboles. Repentinamente, la concupiscencia de la carne entró en escena y ella sintió que sólo aquella fruta, podría satisfacer la concupiscencia de su carne, ninguna otra fruta lo haría.
En segundo lugar, en el área de la concupiscencia de los ojos, el árbol era agradable a los ojos. Antes de la tentación, ella tal vez nunca había observado que este árbol era inevitablemente más hermoso que todos los demás. De hecho, probablemente no era más hermoso que los otros árboles; pero repentinamente, lo que estaba prohibido, vino a ser lo más hermoso.
La tercera área fue la soberbia de la vida, el árbol era codiciable para alcanzar la sabiduría. Hay otras maneras de obtener la sabiduría, pero ahora ella deseaba ser como Dios. Este fue el deseo que provocó la caída de Satanás. El expresó su deseo en Isaías 14:14: y seré semejante al Altísimo. Ahora Eva expresó el mismo deseo; ella quería ser como Dios, sabiendo el bien y el mal.
2. La creación de los malos deseos.
La tercera cosa sobre la naturaleza de la tentación es que creó malos deseos. Aquí otra vez, tres cosas pueden ser mencionadas. En primer lugar, Creó el deseo de tener lo que Dios había prohibido (versículos 1-3). Dios había prohibido este árbol en particular, y ahora ellos lo deseaban.
En segundo lugar, Creó un deseo en ellos de querer ser lo que Dios no había designado para ellos (Versículos 4-5). Dios no tenía la intención de que ellos fueran como Él mismo; Él los había creado para que fueran humanos, no divinos.
En tercer lugar, Esta tentación creó un deseo de saber lo que Dios no había revelado (Versículo 6). Era una intención de obtener conocimiento oculto, y esto se convirtió en la primera incursión en el mundo del ocultismo, deseando conocimientos ocultos, no revelados. Aquí, como siempre sucede en el mundo del ocultismo, se encuentra la persona del mismo Satanás.
C. La razón por tan severo castigo
¿Por qué un castigo tan severo por el simple pecado de desobedecer un mandamiento? Cuatro puntos deben de ser mencionados. En primer lugar, era un mandato leve, pero era una prueba del espíritu de obediencia. Si no podían obedecer a Dios en un mandamiento leve, ¿cómo se les podría tener confianza para obedecer un mandamiento mucho más importante?
En segundo lugar, el mandamiento externo no fue arbitrario o insignificante, sino una presentación concreta a la voluntad humana y su reacción ante el Señorío de Dios, Su dominio y propiedad absoluta. No fue un mandato insignificante o arbitrario. Era una prueba para ver si la voluntad del hombre estaba dispuesta a someterse al Señorío de Dios.
tentación.
En tercer lugar, la sanción adherida al mandamiento muestra que el hombre no fue dejado en ignorancia sobre su significado o importancia. El hombre no fracasó debido a la ignorancia. El sabía exactamente cuál era el mandamiento, y también cuáles serían las consecuencias de violar este mandamiento en particular. Así que, la sanción adherida muestra que el hombre no era ignorante del significado, ni de la importancia del mandamiento.
En cuarto lugar, el acto de desobediencia fue la revelación de una voluntad corrompida y apartada de Dios; era una voluntad dada a la rebeldía. Porque el acto de desobediencia reveló una voluntad corrompida y apartada de Dios; una voluntad dada a la rebeldía, esa fue la razón de por qué el castigo y la penalidad fueron tan severos.
III. LA CAÍDA
La tercera categoría se refiere a la caída misma, y notaremos cuatro cosas: El registro bíblico, La Auto justificación, Las consecuencias y Las consecuencias dispensacionales.
A. El registro bíblico
La Caída del hombre ciertamente es algo muy crucial en el registro bíblico. La biblia no tendría ningún sentido, si se quita de ella la Caída del hombre. Es una parte muy integral del registro bíblico. Eso es cierto después de Génesis, en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Algunos ejemplos son, Jb 15:14: ¿qué es el hombre para que sea limpio? ¿Y el nacido de mujer, para que sea justo?
Jb 2, :4-5: ¿No sabes esto, que desde la antigüedad, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra; que la alegría de los impíos es breve, y el gozo del hipócrita sólo por un momento?
Jb 31, 33: ¿Acaso encubrí, como Adán mis transgresiones, escondiendo en mi seno mi iniquidad...?
Qo 7, 29: He aquí, solamente esto he hallado; que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas imaginaciones.
Rm 5, 12-21: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Porque antes de la ley, el pecado estaba en el mundo; pero no se imputa pecado no habiendo ley. No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán; el cual es figura del que había de venir. Así también fue el don, mas no como el pecado. Porque si por el pecado de uno muchos murieron, mucho más la gracia de Dios abundó para muchos, y el don de gracia por un hombre, Jesucristo. Y el don, no fue como por uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino por uno para condenación, mas el don es de muchos pecados para justificación. Porque si por un pecado reinó la muerte, por uno; mucho más los que reciben la gracia abundante y el don de la justicia reinarán en vida por uno, Jesucristo. Así que, como por el pecado de uno vino la condenación a todos los hombres, así también, por la justicia de uno, vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida. Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos. Y la ley entró para que el pecado abundase; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.
1Co 15, 21-22: Y por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
2Co 11, 3: Mas temo que en alguna manera, como la serpiente engaño a Eva con su astucia, así sean corrompidas vuestras mentes, de la simplicidad que es en Cristo.
1Tm 2, 13-15: Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado sino que la mujer, al ser engañada, cayó en transgresión: Pero será salva engendrando hijos, si permanecieren en fe y amor y santidad, con modestia.
A partir de estos ejemplos es muy claro que cuando uno va más allá del registro de Génesis, La Caída del hombre es una parte crucial de los registros bíblicos, en ambos, el Antiguo y Nuevo Testamento. Gran parte de lo que sucede en las Escrituras se basa en el hecho de la Caída. El Ministerio de Yeshua (Jesús) solo tiene sentido a la luz de la Caída del hombre.
B. Auto-justificación
La segunda cosa acerca de la Caída del hombre es el proceso que usó para justificar sus acciones en Génesis 3:6: Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido y él comió con ella. Eva justificó su desobediencia de tres maneras. En primer lugar, vio que el árbol que era bueno para comer y dijo: “Esta es buena comida y no hay ninguna razón por qué no debo comerla." En segundo lugar, “y que era agradable a los ojos” por lo tanto, tenía valor estético. Ella dijo: "¿Por qué no hemos de disfrutar lo bello de la vida?" En tercer lugar, el árbol era codiciable para alcanzar la sabiduría. Entonces ella dijo: “¿Qué tiene de malo desear más sabiduría?" En estas tres maneras, Eva justificó su desobediencia, y esa acción de comer fue una acción de desobediencia. Enseguida ella, “… dio también a su marido y él comió con ella."
C. Las consecuencias inmediatas
La tercera cosa acerca de la Caída es que hubo cuatro consecuencias inmediatas. En primer lugar, hubo un inmediato sentido de culpabilidad y vergüenza, versículo 7. Ellos habían estado desnudos desde el principio, pero por primera vez se convirtió en un problema para ellos. En segundo lugar, hubo el deseo y la intención de esconderse de Dios, versículo 8. Nunca antes habían intentado esconderse de Dios. Dios diariamente les visitaba en el huerto al aire del día. Ahora, por primera vez, cuando escucharon la voz de Dios, de pronto, hubo en ellos el deseo y la intención de esconderse de Dios.
La tercera consecuencia inmediata fue el juicio que cayó sobre cuatro seres: Sobre la serpiente que permitió ser usada por Satanás, Sobre Satanás, Sobre el hombre, y Sobre la mujer. La cuarta consecuencia inmediata fue la expulsión del huerto de Edén.
D. Las consecuencias dispensacionales
La cuarta cosa acerca de la Caída es que también trajo ciertas consecuencias dispensacionales. En primer lugar, la Caída significó una transición de la primera dispensación, la de la inocencia, a la segunda dispensación, la de la conciencia.
La segunda consecuencia dispensacional es que marcó el final del Pacto Edénico. En este punto, el primero de los ocho pactos de la Biblia fue quebrantado y terminado.
La tercera consecuencia dispensacional fue la inauguración del Pacto Adámico, que es el segundo de los ocho pactos de la Biblia.
IV. Los resultados
La última categoría sobre la Caída del hombre fue, enfrentar los resultados de los efectos en relación a seis áreas: A Dios, a su medio ambiente, a su cuerpo, a su naturaleza, a su culpabilidad y a la penalidad.
A. En relación al hombre y Dios
El primer resultado fue el efecto en relación a Dios. Fue en este momento que la imagen de Dios en el hombre fue dañada.
B. En relación al hombre y su medio ambiente
El segundo resultado fue el efecto en relación a su medio ambiente, que cambio en dos maneras. En primer lugar, el reino animal desarrolló una casta de animales que se volvieron carnívoros. Antes de la Caída del hombre, todos los animales tenían una dieta de vegetación. Estos animales ya existían, pero entonces se volvieron carnívoros.
El segundo efecto en relación a su medio ambiente fue la maldición del mundo material y su naturaleza. Debido a esto, el trabajo desarrolló un aspecto laborioso. En lugar de trabajo liviano, hubo trabajo pesado. En vez de producir con facilidad, ahora la tierra produce con mucha dificultad, y el hombre tiene que batallar con espinos, cardos, sequías e inundaciones, Gn 3, 17-19.
C. En relación al hombre y su cuerpo
Un tercer resultado de la Caída del hombre es el efecto en relación a su cuerpo. En primer lugar, el hombre ahora está sujeto a enfermedad física, debilidad y otros padecimientos. Estos son parte de la fragilidad humana. Es un error enseñar que todo mal y enfermedad es obra de un demonio. Algunos sí lo son, pero no todos. A menudo enfermedades, males y debilidades son simplemente fragilidades humanas como resultado de la Caída. En segundo lugar, el hombre ahora está sujeto a la muerte física; Ahora moriría físicamente en algún momento.
D. En relación al hombre y su naturaleza
El cuarto resultado fue el efecto en relación a su naturaleza, que fue la muerte espiritual. El hombre ahora está espiritualmente muerto y ya no tiene una relación vital, viva, espiritual o en compañerismo con Dios.
Hay dos aspectos de la muerte espiritual: La depravación total, y la incapacidad total. El primer aspecto, La depravación total puede ser definida en dos maneras, lo que no es y lo que es. Negativamente, la depravación total no significa que el hombre es tan malo como podría ser; el hombre puede ser aun peor. Depravación total no significa que el hombre está destituido de conciencia o nulo de toda cualidad buena. Esto no significa que el hombre se envuelve en todos los pecados, tampoco significa que él no puede hacer el bien. Positivamente, la depravación total significa que el hombre es capaz de cometer cualquier pecado. Carece del amor y la obediencia a Dios como lo demanda la ley de Dios. Aunque el hombre no sea culpable de todos los pecados, el punto de la depravación total es que el pecado se extiende a cada parte del hombre. Depravación total significa que el hombre es esclavo del pecado, y está muerto en sus delitos y pecados. El pecado ha tocado cada parte de su ser (Jn 5, 42; Jn 8, 34; Rm 7, 23; Ef 2, 1; Ef 4, 18).
El segundo aspecto de la muerte espiritual es la incapacidad total. Esto significa que el hombre ya no tiene el poder de elección contraria que tenía antes de la Caída. En su estado de inocencia, él era Santo y perfecto; él podía obedecer o desobedecer. Pero como resultado de la depravación total ahora hay también una incapacidad total. El hombre ya no tiene el poder de elección contraria; todavía es capaz de elegir, pero sólo de acuerdo a su naturaleza, la cual es esclava del pecado. Él está muerto en delitos y pecados (Ef 2, 1). Así que la incapacidad total significa que el pecador no puede, por un solo acto de voluntad, traer su carácter y su vida a una completa conformidad con la ley de Dios. No puede cambiar su fundamental preferencia por el pecado, en favor del amor de Dios. El hombre, en su estado caído natural, es incapaz de responder a Dios; tampoco puede hacer algo que lo recomiende ante Dios (Jn 6, 44; Rm 7, 18; Rm 8, 7; 1Co 2, 14).
E. En relación al hombre y su culpabilidad
El quinto resultado de la Caída del hombre es el efecto en relación a su culpabilidad. Esto significa que el hombre merece ser castigado. Culpabilidad significa que existe la obligación de rendir satisfacción a la justicia de Dios, según lo determinado por la ley de Dios. El simple hecho de que el hombre ha sido declarado culpable lleva consigo la obligación de rendir satisfacción a la justicia de Dios por haber violado conscientemente la ley de Dios.
Cuando un hombre es declarado culpable de un delito, esa misma declaración de culpabilidad significa que merece ser castigado. Por lo tanto, tiene la obligación de satisfacer las demandas de la ley quebrantada. Así que, por un delito específico, satisfacer las demandas de la ley puede significar que debe pasar cierto número de años en prisión, o inclusive recibir la pena capital. La culpabilidad es el resultado imparcial del pecado (Rm 1, 18; Rm 3, 19; Ef 2, 3).
F. En relación al hombre y la penalidad
El sexto resultado de la Caída es el efecto en relación a la penalidad. La penalidad significa el dolor o la pérdida que es directa o indirectamente impuesta por los legisladores en la reivindicación de la justicia. Esta es la demonstración natural de la declaración de la culpabilidad. En cuanto al pecado, la paga del pecado es muerte (Rm 6, 23). La penalidad implica muerte física, muerte espiritual y eterna, o la segunda muerte. La única manera que uno puede escapar de la penalidad de la muerte física, la muerte espiritual y la muerte eterna, es aceptando que alguien pague el precio en su lugar. Yeshua, en la Cruz, tomó sobre Sí mismo, la penalidad de la ley. Si aceptamos a Jesús, entonces Él ya sufrió la penalidad en nuestro lugar y nosotros ya no tenemos que pagarla. Pero si nosotros rechazamos al Mesías, entonces tendremos que sufrir esta penalidad.
Fuente: ariel.org/