El Papa en el Regina Caeli
Queridos hermanos y hermanas:
Antes de concluir esta Celebración Eucarística, deseo saludarlos y darles las gracias a todos: a mis hermanos cardenales, a los obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, especialmente a los que pertenecen a las familias espirituales de los nuevos santos, y a todos ustedes, pueblo fiel de Dios, reunidos aquí desde tantas partes del mundo.
Saludo a las Delegaciones oficiales de varios países, especialmente al Presidente de la República Italiana. Es bueno ver que, con su testimonio evangélico, estos santos han favorecido el crecimiento espiritual y social de sus respectivas naciones y también de toda la familia humana. Mientras, lamentablemente, en el mundo crecen las distancias y aumentan las tensiones y las guerras, que los nuevos santos inspiren soluciones de unión, caminos de diálogo, especialmente en los corazones y las mentes de quienes ocupan puestos de gran responsabilidad y están llamados a ser protagonistas de la paz y no de la guerra.
Los saludo a todos, queridos peregrinos, así como a los que han seguido esta misa a través de los medios de comunicación.
Y ahora nos dirigimos a la Virgen María para que nos ayude a imitar con alegría el ejemplo de los nuevos santos.
Fuente: vatican.va