3/18/10

San Patricio

Fiesta: El 17 de marzo.

San Patricio de Irlanda es uno de los santos más populares del mundo. Junto con San Nicolás y San Valentín, el mundo secular comparte nuestro amor por estos santos. En este día también todos somos irlandeses. San Patricio nació alrededor del año 385 en Gales Oriental. Sus padres fueron Calpurnius y Conchessa, romanos que vivían en Gran Bretaña trabajando en las colonias. Cuando era un muchacho de alrededor de catorce años, fue capturado durante una incursión guerrera y fue llevado a Irlanda como esclavo para cuidar y pastorear ovejas.
Aprendió el idioma y costumbres de las personas que lo retuvieron. Durante su cautiverio, se volvió a Dios por medio de la oración. Escribió "El amor y el temor de Dios crecieron cada vez más en mí, como lo hizo la fe y mi alma fue elevada, por lo que, en un solo día, hice como cien oraciones y por la noche, casi lo mismo." " Oré en los bosques y en la montaña, incluso antes del alba. No sentía ninguna dolor a causa de la nieve, del hielo o de la lluvia." La cautividad de San Patricio duró hasta que cumplió veinte años cuando escapó después de tener un sueño de en el que Dios le ordena dejar Irlanda e ir a la costa. Allí encontró algunos marineros que lo devolvieron a Gran Bretaña dónde se reunió con su familia. Tuvo otro sueño en que los irlandeses lo convocaban: “Te rogamos, joven santo, que vengas y camines entre nosotros una vez más." Inició sus estudios para el sacerdocio y fue ordenado por San Germán, obispo de Auxerre, quien fue su maestro durante años. Más tarde, San Patricio fue ordenado como obispo y enviado a predicar el Evangelio en Irlanda. Llegó a Slane en ese país el 25 de marzo de 433. Allí se encontró con el Dichu o jefe de una de las tribus quien intentó matarlo pero fue incapaz de mover su brazo hasta que desistió de sus malas intenciones, debido a ello San Patricio lo convirtió. San Patricio empezó a predicar el Evangelio por toda Irlanda y a convertir a muchos. Él y sus discípulos predicaron, convirtieron a miles y empezaron a construir iglesias por todo el país.
Reyes, sus familias y reinos enteros se convirtieron al cristianismo al oír el mensaje de San Patricio que ya tenía muchos discípulos, entre ellos Beningno, Auxilio, Isernino y Fiaco quienes también fueron canonizados más tarde. San Patricio predicó en Irlanda durante 40 años y convirtió a todos. Hizo muchos milagros y escribió de su amor por Dios en las Confesiones. Después de años de vivir en la pobreza, mientras viajaba y soportaba muchos sufrimientos, murió el 17 de marzo de 461. San Patricio empleaba el trébol para explicar el misterio de la Santísima Trinidad y desde entonces se le ha asociado con él y con los irlandeses.
San Patricio era un hombre humilde, piadoso y amable cuyo amor y total devoción y confianza en Dios debe ser un brillante ejemplo para cada uno de nosotros. Él no temió a nada, ni siquiera a la muerte, así de completa era su confianza en Dios y en la importancia de su misión.