5/05/10

Hablar, vivir y testimoniar la fidelidad del sacerdocio


El testimonio de vida sacerdotal suscita nuevas vocaciones


Las malas noticias que implican a parte del clero no deben hacer callar el testimonio de fidelidad del sacerdocio, considera el arzobispo de São Paulo.
Según el cardenal Odilo Scherer, es preciso seguir hablando sobre las vocaciones sacerdotales, además de difundir los buenos ejemplos y testimonios de sacerdotes que ejercen con esmero su ministerio.
En un artículo de la semana pasada en el periódico diocesano O São Paulo, Don Odilo recuerda que el domingo pasado se celebró la 47ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, en la que la Iglesia “reza y pide para que no falten continuadores auténticos del mensaje del Buen Pastor”.
El cardenal recuerda que el Mensaje de Benedicto XVI para esta ocasión está relacionado con el Año sacerdotal: “El testimonio suscita vocaciones”.
“Aunque la llamada sea, por encima de todo, fruto de la acción gratuita de Dios, también está favorecida por la cualidad del testimonio personal y comunitario de aquellos que ya son sacerdotes y ejercen el ministerio sacerdotal”, afirma Don Odilo.
“¡Cuántos despertaron para la vocación sacerdotal porque quedaron marcados por el ejemplo y el testimonio de otro sacerdote! Cuántos siguieron el ejemplo de Ignacio de Loyola, de Don Bosco, de Felipe Neri, de San Juan de la Cruz...”.
El cardenal enfatiza que “el testimonio de vida sacerdotal suscita nuevas vocaciones. Y esto también sucede hoy en día”.
Don Odilo explica que Benedicto XVI, en su Mensaje, enumera algunos “elementos fundamentales” que deben marcar la vida sacerdotal.
Se trata de la “amistad con Cristo, con quien se aprende a 'estar en compañía de Dios'; la entrega total de la vida a Dios, que se traduce, después, en entrega total y jubilosa a los hermanos, confiados en el ministerio pastoral del padre; y el testimonio de sincera comunión fraterna con los demás sacerdotes, que es la característica de los discípulos de Cristo”.
“Todo eso puede despertar en otros jóvenes el deseo de vivir de manera semejante también”, afirma.
Según el cardenal, “en tiempos de divulgación de escándalos sobre comportamientos sacerdotales, podría haber la tentación de callar, de no hablar más sobre la vocación sacerdotal...”.
“Con tanta mala noticia sobre 'sacerdotes', ¿qué efecto podría tener una reflexión sobre la vocación sacerdotal? Ésta sería la lógica derrotista...”
Sin embargo, prosigue Don Odilo, “no debemos dejar de hablar, vivir y testimoniar de forma alegre y humilde la fidelidad del sacerdocio, haciendo conocidos los ejemplos de santos sacerdotes”.
“No olvidemos que la vocación es, por encima de todo, fruto de la gracia de Dios; y recordemos también: en la historia de la Iglesia, fueron justamente los tiempos de crisis los más fecundos en el surgimiento de nuevas vocaciones e iniciativas fructíferas para la formación sacerdotal”.