H. Sergio Mora
Se entra en la semana preparatoria a la canonización de Juan Pablo II y de Juan XXIII, que tendrá lugar este próximo domingo 27 de abril.
Por ese motivo los postuladores de la causa de canonización de ambos papas, monseñor Slawormir Oder, de Juan Pablo II, y Fray Giovangiuseppe Califano, de Juan XXIII, realizaron hoy en la sala de prensa del Vaticano una conferencia explicando algunos particulares de dichos pontífices.
El portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, puntualizó ante los periodistas que delante de un evento así importante es necesario “centrarse fundamentalmente sobre la santidad de estos dos papas, y no solamente sobre tantas cosas bellas y buenas que hicieron”.
Por su parte el portavoz de la diócesis de Roma, el padre Walter Insero, indicó que este martes al anochecer en la catedral San Juan de Letrán, se realizará “el primer encuentro dedicado a los jóvenes, y preparado como tal”. Precisó que el evento que contará con la presencia del vicario general de la diócesis, el cardenal Agostino Vallini, verá una liturgia de la palabra con el testimonio de los dos postuladores, sobre el tema “por qué son santos”.
“Le seguirá -precisó Insero- una catequesis sobre las vocaciones que actualizará el mensaje destinado a la vida de los jóvenes”.
En la conferencia, el postulador de Juan XXIII, el padre Califano inició recordando que después de la muerte del Papa la gente percibió la santidad del mismo, logrando “una vasta fama de santidad”.
Añadió que “gracias a los diarios íntimos del alma de Juan XXIII podemos conocer su santidad en todas las etapas de su vida”. Entre ellas, “a los 23 años su empeño de hacerse santo, apoyándose en cuatro puntos: el espíritu de unión con Jesús; el recogimiento del corazón; el rezo del santo rosario; la vigilancia en las propias acciones”.
El postulador franciscano recordó también cuando el 'Papa Bueno' decía: “Todos me llaman Santo Padre; no poseo la santidad pero los deseos de poseer esta santidad son vivos y decididos”.
Precisó entretanto que al tener que que resumir la figura tan vasta de este santo “se pueden señalar dos factores: el primero, el de pastor y padre”. Dichos conceptos, añadió el postulador, fueron reiterados por el papa Francisco cuando recibió hace pocos días en el Vaticano a los obispos de la diócesis de Bérgamo.
Otro aspecto es la “cordialidad, mansedumbre y alegría, que confluyeron en la definición de 'papa bueno'”, precisó. Y recordó por ejemplo la visita al hospital pediátrico 'Bambino Gesú' y a la cárcel romana 'Regina Coeli'. “Logró así entrar en el corazón de las personas, y cuando se dice 'papa bueno' el recuerdo va a Juan XXIII”, indicó.
El otro punto, añadió el padre franciscano, es la “obediencia y la paz”, dos palabras que “definió como su historia y su vida. La obediencia a la inspiración al Espíritu Santo recalcada también por el papa Francisco al recibir a los obispos de Bérgamo”. Concluyó recordando que el Papa italiano tuvo que obedecer y dejar su propia tierra para vivir en realidades muy difíciles. “La raíz de su santidad fue la obediencia evangélica a la voz de su Señor”, dijo.
La causa inició en 1966, y gracias un pedido encabezado por la diócesis natal del Papa, Bérgamo, se envió el pedido de canonización en el marco de los 50 años de la muerte de Juan XXIII, en coincidencia con los 50 del inicio del Vaticano II y del Año de la Fe, indicó el postulador.
Se presentó también junto a la 'positio', concluyó el postulador, un libro con la gran cantidad de gracias obtenidas por los fieles debido a la intercesión de Juan XXIII, y se indicó que el culto del Papa Bueno se ha extendido en muchas diócesis del mundo que le han dedicado diversos edificios y actividades. Y además la importancia del Vaticano II en la Iglesia de hoy, y en temas como la paz y el ecumenismo.