4/27/14

Ya son santos

"A honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los Santos Apósotoles Pedro y Pablo y Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocado varias veces la ayuda divina y escuchado el parecer de muchos de nuestros hermanos y el episcopado, declaramos y definimos santos a los beatos Juan XXIII y Juan Pablo II, y les escribimos en el registro de los Santos y establecemos que en toda la Iglesia sean devotamente honorados como santos. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".


Con estas palabras, el Santo Padre Francisco ha canonizado a los dos pontífices, ante una multitud que ha expresado su alegría y devoción con un fuerte apluso.

A continuación el papa Francisco ha besado las reliquias de los dos santos.
El cardenal Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha preguntado tres veces al Papa si procedía a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. Se hace tres veces para destacar la importancia del hecho en sí. A continuación, el papa Francisco ha pronunciado la fórmula de canonización.

Los relicarios de los nuevos santos han sido colocados una mesa a la izquierda del altar. Para llevar la reliquia de Juan XXIII ha estado uno de sus sobrinos, el presidente de la Asociación Juan XXIII, y el alcalde de Bergamo y para la de Juan Pablo II estaba Floribeth Mora, mujer cuya sanación fue el milagro que ha permitido la canonización.

Ambas reliquias son de primer grado. La reliquia del "Papa Bueno" es un trozo de piel, que se extrajo en el año 2000 en la exhumación para la beatificación y del papa Wojtyla son unas gotas de su sangre.