4/19/15

El beato Álvaro del Portillo supo 'servir a la Iglesia por encima de todo'


El prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, ha abierto este viernes en Valencia el ciclo “Diálogos de Teología Almudí” con una conferencia sobre su antecesor al frente de la Prelatura, el beato Álvaro del Portillo y su trabajo durante el Concilio Vaticano II como secretario de la Comisión Conciliar del Clero, en la que ha destacado su “saber servir a la Iglesia por encima de todo”. 
Monseñor Echevarría ha considerado que la Iglesia “recurrió a su colaboración por su dedicación continua, con muchas energías y trabajo, a una tarea eclesial de tanta importancia como es la formación espiritual y humana del sacerdote”, ha informado la agencia diocesana AVAN.
De esta manera, ha expresado que, incluso antes de su participación en el Concilio para la elaboración del decreto “Presbyterorum ordinis” sobre el ministerio y la vida de los presbíteros, promulgado por el papa Pablo VI en 1965, el beato Álvaro del Portillo “era muy conocido en España y en Italia, especialmente por su simpatía humana, su bondad, su saber unir, y saber servir a la Iglesia por encima de todo”. 
Asimismo, “fue estimado por los Pontífices romanos a los que conoció personalmente; desde Pío XII, cuando Álvaro del Portillo era un joven ingeniero de caminos, hasta Juan XXIII y Pablo VI, que le manifestaron gran afecto y cercanía; y, ya después del Concilio, por san Juan Pablo II, a quien trató con continuidad y con sentido de estrecha filiación durante los años de su servicio pastoral a la Iglesia como Prelado del Opus Dei”.
En su intervención, que ha tenido lugar en el Centro Cultural de La Beneficencia, en un acto presidido por el arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, monseñor Echevarría ha indicado que “muchos testigos han puesto de manifiesto” también que Álvaro del Portillo “sabía crear a su alrededor un eficaz clima de confianza y de trabajo en equipo”.
Igualmente, monseñor Echevarría ha asegurado que “aunque don Álvaro mantenía una delicada reserva sobre su trabajo en el Concilio, soy testigo de su dedicación abnegada y constante al encargo que había recibido” y, así, “trabajaba con frecuencia hasta horas avanzadas de la noche, a la vez que esas ocupaciones no hicieron que disminuyera su dedicación a las tareas del Opus Dei, en su ayuda al fundador como Secretario General”.
La conferencia de monseñor Javier Echevarría, que es también presidente de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, se ha enmarcado dentro del ciclo de conferencias “Diálogos de Teología de Almudí”, organizado por la Facultad de Teología de Valencia “San Vicente Ferrer” y la Biblioteca Sacerdotal Almudí.
Tras la conferencia del Prelado del Opus Dei, que también ha respondido a diversas cuestiones planteadas por varios asistentes, el cardenal Cañizares ha advertido de la necesidad en el siglo XXI de “ahondar en la enseñanza del Concilio Vaticano II” y del “gran reto de conocerlo bien e interpretarlo adecuadamente”.
En este sentido, ha expresado que “es necesario ahondar en este conocimiento para la renovación de la Iglesia” y para “llevar a cabo la obra de evangelización de nuestro mundo que es, en palabras de Pablo VI, una obra de renovación de la humanidad, que buena falta hace a todos” .
Para el purpurado, “Presbyterorum ordinis” es un documento poco conocido pero es “clave” porque “sin sacerdotes no hay evangelización y no hay obra de renovación”. Por eso, ha expresado el arzobispo de Valencia que “los sacerdotes somos absolutamente necesarios para que el mundo sea y para que la Iglesia sea, y tenemos una gran responsabilidad”.
Igualmente, el cardenal Cañizares ha recordado, citando palabras de quien fuera arzobispo de Valencia, actualmente en proceso de canoniozación, monseñor Jose María García Lahiguera, que “el sacerdote tiene que ser santo como Cristo” y ésta es no solamente la esencia de “Presbyterorum ordinis” sino que “es la sustancia viva de la persona de Álvaro del Portillo”.
Por la tarde, en la misa que ha presidido en la Catedral de Valencia ante miles de personas, monseñor Echevarría ha exhortado a “no tener miedo a mostrar nuestra fe en las distintas circunstancias del trabajo profesional” ni tampoco a “hablar frecuentemente cada uno también del alimento de los sacramentos”.
Durante la homilía, el Prelado del Opus Dei ha alentado a los presentes a “perder el respeto humano a hablar de los sacramentos, los miedos para hablar de la Confesión, un sacramento que siempre será actual y ahora también, y del que si hablamos, muchos podrán acercarse y recomenzar su vida, porque Dios nos ayuda y nos ama. También a hablar de otro sacramento inigualable que es la eucaristía”.
Igualmente, ha invitado a que “alejemos de nosotros la tentación de juzgar, la de ser personas que crean una barrera entre los demás y nosotros”, y también a “no estorbar la acción de Dios”. En este sentido, citando a san Josemaría, el fundador del Opus Dei, ha indicado que “si alguna pequeña llama se enciende, diciendo que es para servir al Señor, no la apaguéis, porque si no es de Dios se apagará sola”.
También ha animado a las familias a “daros continuamente aliento entre vosotros y a los demás con la sonrisa, con la conversación, porque sois comunicadoras del mismo amor de Dios”
En la misa en la Catedral de Valencia, que se ha celebrado en acción de gracias por la beatificación de su predecesor, el beato Alvaro del Portillo, han concelebrado con monseñor Echevarría el arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, que le ha invitado a presidir la Eucaristía, y numerosos sacerdotes miembros de la prelatura personal del Opus Dei. 
Precisamente, al comienzo de su homilía, monseñor Echevarría ha agradecido a Dios “tantas maravillas como en Valencia ha vivido el Opus Dei”. 
Fue en esta ciudad española donde san Josemaría abrió en 1939 el primer centro del Opus Dei en el mundo después del de Madrid, y también donde se publicó la primera edición de “Camino”, su obra más conocida en el mismo año.