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Domingo de la Divina Misericordia

LARISSA I. LÓPEZ

Así lo ha comunicado hoy, 16 de abril de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede a través de una nota.
En 2020 se celebra el 20º aniversario de la canonización de sor Faustina Kowalska y de la institución del Domingo de la Divina Misericordia, indica el citado comunicado.
Al final de la Eucaristía en la misma iglesia, el Papa dirigirá el rezo del Regina Coeli. Tanto la Misa como la oración mariana del Regina Coeli del domingo 19 de abril serán transmitidos en directo por Vatican Media y en streaming en la página web de Vatican News, concluye la nota.
Igualmente, como ya es habitual, zenit emitirá ambos actos desde su página de Facebook.
Fiesta de la Divina Misericordia
La fiesta de la Divina Misericordia se celebra el primer domingo después de Pascua y fue instituida oficialmente por san Juan Pablo II durante la canonización de Santa Faustina Kowalska, el 30 de abril de 2000.
De acuerdo a Vatican News, la elección del primer domingo después de Pascua como fiesta de la misericordia tiene su propio y profundo significado teológico, el cual indica un fuerte vínculo entre el misterio pascual de la Redención y el misterio de la Misericordia de Dios.
Esta fecha no solo supone un día de especial adoración a Dios en el misterio de la misericordia, sino que es un tiempo de gracia para todas las personas.
Palabras del Papa Francisco
En la audiencia general de ayer, 15 de abril, el Papa Francisco recordó que el próximo domingo se celebra esta festividad.
“Con confianza rezamos a Jesús Misericordioso por la Iglesia y por toda la humanidad, especialmente por aquellos que sufren en este tiempo difícil. Que Cristo Resucitado reavive en nosotros la esperanza y el espíritu de fe”, pidió.
Del mismo modo, Francisco se refirió a cómo, en el año 2000, san Juan Pablo II instituyó esta festividad “en respuesta a la petición de Jesús transmitida a santa Faustina: ‘Deseo que la fiesta de la misericordia sea un refugio para todas las almas. La humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija a la fuente de mi misericordia’ (Diario 699)”.