12/21/09

Si estamos “en onda", Jesús nos llama


Audiencia del Papa a una delegación de jóvenes de la Acción Católica italiana



Queridos jóvenes de la ACR,
os saludo con gran afecto. Siempre es bonito para mi encontraros en esta cita pre-Navideña, tan esperada y deseada por todos vosotros. Saludo cordialmente al Presidente Nacioanl de la Acción Católica, Franco Miano, y al Asistente General, monseñor Domenico Sigalini. A través de ellos, agradezco a cuantos trabajan generosamente por vuestra educación religiosa y humana, dedicando tiempo y recursos personales a vuestra benemérita Asociación.
Sé que este año os estáis empeñando particularmente en el tema “Estamos en onda” para poneros en comunicación con Jesús y con los demás, teniendo como referencia la imagen bíblica de Zaqueo, que encontró al Señor y lo acogió con alegría. También vosotros sois pequeños como Zaqueo, que subió a un árbol porque quería ver a Jesús, pero el Señor, alzando la mirada, se dio cuenta en seguida de su presencia, en medio de la multitud. Jesús os ve y os escucha aunque seáis pequeños, aunque a veces los adultos no os consideren como quisiérais. Jesús no sólo os ve, sino que sintoniza vuestra onda, quiere detenerse donde vosotros, quedarse con vosotros, establecer con cada uno de vosotros una fuerte amistad. Esto lo hizo naciendo en Belén y haciéndose cercano a los jóvenes y a los hombres de todos los tiempos, también a cada uno de nosotros.
Queridos amigos, frente a Jesús, imitad siempre el ejemplo de Zaqueo, que bajó en seguida del árbol, lo acogió lleno de alegría en su casa y no dejó de hacerle una fiesta. Acogedlo en vuestra vida de todos los días, entre juegos y tareas, en las oraciones, cuando pide vuestra amistad y vuestra generosidad, cuando sois felices y cuando tenéis miedo. En Navidad, una vez más, el amigo Jesús os sale al encuentro y os llama. Es el Hijo de Dios, es el Señor al que veis cada día en las imágenes presentes en las iglesias, en las calles, en las casas. Él habla siempre del amor 'más grande', capaz de entregarse sin límites, de traer paz y perdón.
Sólo la presencia de Jesús en vuestras vidas os da alegría plena, porque él es capaz de hacer siempre nueva cada cosa. Él no os olvida nunca. Si le decís cada día que “estáis en onda”, esperad seguramente que él os llame para enviaros un mensaje de amistad y afecto. Lo hace cuando participáis en la Santa Misa, cuando os dedicáis al estudio, a vuestras tareas cotidianas, y cuando sabéis realizar gestos de participación, de solidaridad, de generosidad y de amor hacia los otros. Así podréis decir a vuestros amigos, a vuestros padres, a vuestros animadores, a vuestros educadores que habéis conseguido poneros en línea con Je´sus en vuestra oración, al realizar vuestros deberes y cuando sois capaces de estar junto a tantos chicos y chicas que sufren, especialmente a los que vienen de países lejanos y a menudo son abandonados, sin padres y sin amigos.
Queridos jóvenes, con estos sentimientos os auguro una feliz y Santa Navidad. Extiendo mis felicitaciones a vuestras familias y a toda la Acción Católica y, confiándoos a la protección de la Madre de Jesús, os bendigo de corazón a todos.