La primera Semana Santa del papa Francisco
Rocío Lancho García
Domingo de Ramos
Una de las frases de la homilía del Domingo de Ramos ya ha quedado en la memoria de todos los que han seguido y leído al papa estos días: "No os dejéis robar la esperanza que nos da Jesús". Una homilía en la que dio tres palabras clave: alegría, cruz y juventud. Nuestra alegría, recordó el papa, no es algo que nace de tener tantas cosas, sino que nace de haber encontrado a una persona, Jesús. Francisco invitó a no escuchar al diablo y no dejarse llevar por los problemas y los obstáculos porque "Jesús está en medio de nosotros" "nunca estamos solos". Jesús entró en Jerusalén para morir en la cruz, "su trono regio es el madero de la cruz". Porque Jesús toma sobre sí el mal y el pecado y lo lava con su sangre. ¡Cuántas heridas inflige el mal a la humanidad!, por eso recordó el papa lo que le decía su abuela de niño "el sudario no tiene bolsillos". La última palabra clave de la homilía, jóvenes. "Nos traéis la alegría de la fe y nos decís que tenemos que vivir la fe con un corazón joven, siempre, incluso a los setenta, ochenta años. Con Cristo el corazón nunca envejece". Aprovechó la ocasión para recordar el encuentro del mes de julio en Río de Janeiro en la JMJ e invitó a los jóvenes a prepararse bien " sobre todo espiritualmente en vuestras comunidades, para que este encuentro sea un signo de fe para el mundo entero. Los jóvenes deben decirle al mundo: es bueno seguir a Jesús"
Jueves Santo
Pasando al Jueves Santo, Francisco tuvo dos celebraciones y un encuentro importantes ese día. Por la mañana la Misa Crismal en la Basílica del San Pedro, celebración en la que los sacerdotes renuevan sus promesas hechas en la ordenación. Por eso el papa habló especialmente a los sacerdotes, dando paso a otra de las frases que será recordada "sed pastores con olor a oveja", "pastores en medio de su rebaño, pescadores de hombres". Dijo además que "al buen sacerdote se lo reconoce por cómo anda ungido su pueblo, esto es una prueba clara" y les invitó a ir a las "periferias, donde el pueblo fiel está más expuesto a la invasión de los que quieren saquear su fe". Definió a los sacerdotes como "mediadores entre Dios y los hombres"
El jueves almorzó con un grupo de sacerdotes de la diócesis de Roma, donde les hizo una invitación muy concreta: “Dejen las puertas abiertas de las iglesias, así la gente entra, y dejen una luz encendida en el confesionario para señalar su presencia y verán que la fila se formará”.
Por la tarde se vivió uno de los momentos más emotivos de estos días, el santo padre quiso celebrar la misa In Coena Domini en el Penitenciario de Menores de Casal del Marmo y lavó los pies a doce jóvenes reclusos. En una breve pero muy concisa homilía habló de la importancia de ayudarnos entre nosotros, comenzando por quien está más arriba. "Lavar los pies significa yo estoy a tu servicio", "Tengo que estar a vuestro servicio, es un deber que me viene del corazón". Y les invitó a reflexionar "¿Estoy dispuesto a servir y a ayudar al otro? Y piense que esta señal es una caricia de Jesús que uno hace, porque Jesús vino justamente a ayudarnos".
Viernes Santo
Y así llegamos al viernes, a una basílica de San Pedro iluminada no al máximo, con pocas flores y en la que el color rojo resaltaba de forma particular. Uno de los momentos más impresionantes de la celebración fue al inicio, cuando el papa Francisco, vistiendo casulla roja, símbolo de la sangre de Cristo y del martirio, se postró en el suelo en oración silenciosa delante del altar.
Por la tarde llegó el momento del tradicional Vía Crucis del Coliseo. En presencia de la multitud de fieles el papa no quiso agregar muchas palabras porque "en esta noche tiene que quedar una sola palabra, que es la misma Cruz, la Cruz de Jesús es la palabra con la que Dios respondió al mal en el mundo". El papa explicó que Dios no se queda nunca en silencio frente al mal porque la Cruz de Cristo es su respuesta. "Dios nos juzga amándonos" dijo, y "si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo estoy condenado, no por Él, sino por mi mismo, porque Dios no condena sino que ama y salva".
Sábado Santo
El papa Francisco envió un mensaje con motivo de la ostensión extraordinaria de la Sábana Santa de Turín y dijo que "no se trata simplemente de observar, sino de venerar" e hizo una invitación: "dejémonos alcanzar por esta mirada, que no va en busca de nuestros ojos, sino de nuestro corazón". El rostro de la Sábana Santa, dijo el santo padre, " es como si nos dijera: ten confianza, no pierdas la esperanza; la fuerza del amor de Dios, la fuerza del Resucitado, todo lo vence".
Durante la celebración eucarística de la Vigilia Pascual, el papa Francisco habló en su homilía en torno a tres ideas: la novedad, el Viviente y hacer memoria. A menudo, dijo el papa, "la novedad nos da miedo", "tenemos miedo de las sorpresas de Dios", y por eso nos invitó a no cerrarnos a la novedad que Dios quiere traer a nuestras vidas, porque "no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a él". Francisco recordó donde está Aquel que vive. "Los problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana tienden a que nos encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura..., y es ahí donde está la muerte. No busquemos ahí a Aquel que vive", si aceptamos a Jesús Resucitado, Él, "te dará la paz que buscas y la fuerza para vivir como él quiere". Para finalizar invitó a hacer memoria del encuentro con Jesús porque "esto abre el corazón de par en par a la esperanza para el futuro"
Domingo de Resurrección
¡Cristo ha resucitado! Así comenzó el papa su bendición 'Urbi et Orbi' el domingo. Esto significa "el amor de Dios es más fuerte que el mal y la muerte misma, significa que el amor de Dios puede transformar nuestras vidas". Además quiso pedir por la paz en el mundo, especialmente por Oriente Medios, en África y en Asia.
Lunes "del Ángel"
Para finalizar las celebraciones de la Semana Santa, el papa Francisco en el rezo del Reina Coeli recordó que le corresponde a los hombres "acoger esta victoria en nuestra vida y en las realidades concretas de la historia y de la sociedad".
Y para finalizar el día, de nuevo un gesto significativo por parte del papa argentino. Por primera vez un papa visitó las excavaciones de la necrópolis vaticana situada bajo la basílica de San Pedro y se detuvo en oración silenciosa, en recogimiento profundo y conmovido.