3/02/11

 “MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA EL SIGLO XXI”

CARITAS IN VERITATE


“La encíclica Caritas in Veritate de Benedicto XVI tiene que servirle al hombre del siglo XXI como un manual de supervivencia”, para superar algo más que una simple crisis económica mundial, porque “las raíces de la misma se anidan en una crisis moral”.
Este fue uno de los pensamientos centrales expuestos por el banquero Ettore Gotti Tedeschi, presidente el Instituto para las Obras de Religión (IOR) durante la presentación del libro “Dinero y paraíso, los católicos y la economía global”, que se realizó ayer martes 1 de marzo por la tarde en Roma en el Centro Internacional de Comunión y Liberación.
El libro del cual Gotti Tedeschi es autor, junto al escritor Rino Camilleri, fue publicado por primera vez en 2004. Ahora, la nueva edición fue enriquecida con las enseñanzas de la encíclicaCaritas in Veritate y por la experiencia de la crisis económica mundial que inició en el 2006, lo que vuelve el libro aún más interesante.
En la presentación participaron también el director de L'Osservatore Romano, Gian Maria Vian, y el presidente de la Asociación Bancaria Italiana, Giuseppe Mussari, mientras que la moderación de las exposiciones la llevó a cabo el periodista Roberto Fontolan.
“El mundo católico – lamentó Gotti Tedeschi – no sabe hacer apologética, no sabe defender sus propios valores ni la historia de la Iglesia.  Y si se habla de Galileo, de las cruzadas o de la inquisición, en general los católicos hacen una figura modesta si no están presentes profesores”.
Pero no solamente: “Cuando se habla de economía sucede algo similar, no saben que el capitalismo tiene origen católico y que fue corrompido por el mundo protestante” y que “Marx no conocía ni siquiera qué era el capitalismo católico”.
“Y no todos saben – prosiguió – que las grandes leyes económicas fueron elaboradas por la Escuela de Salamanca a continuación del descubrimiento de América. Nadie sabe que la ley de la oferta y la demanda, la licitud del dinero y de los préstamos con intereses nacieron en el ámbito católico. Fueron elaborados por los monjes franciscanos, dominicanos y jesuitas en dicha Escuela”.
Con el descubrimiento de América “los comerciantes se preguntaban si podían hacer estas cosas o menos. Es lo que hoy se llama ‘economía austríaca’ o del mercado ‘liberal subsidiario’.
“En el libro -- indica el autor –explico por qué el mercado no es ilícito, porqué el capitalismo y la globalización son buenos y por qué todas estas cosas que son instrumentos se vuelven malos cuando los hombres los usan mal. Y esto está también en la encíclica Caritas in Veritate.
Gotti Tedeschi precisó que “si la culpa es nuestra no demos la culpa a los instrumentos”.
Y sobre la parábola del camello y del ojo de la aguja, retomada poco antes por el presidente del ABI y por el director de L'Osservatore Romano, Gotti Tedeschi exclamó: “La historia de este bendito camello que pasa o no pasa por el ojo de una aguja. En mi vida cuántas veces me lo habrán preguntado, y del dios Mamón, y del joven rico, etc. Y alguna vez he respondido con una estocada: ¿Cómo hace un rico para entrar en el paraíso? ¡Debe volverse aún más rico!”
Y precisó que “lo importante no es ser rico o no rico, y como decía san Clemente de Alejandrñia en el siglo III, la riqueza en sí no es buena ni mala, depende de como sea hecha y que uso se le dé. Si uno tiene vocación de crear riqueza ¿por qué no crearla si se crea bien y se hace un buen uso? Y si no se crea, se distribuye pobreza”.
“¿Creen que tiene mérito ser pobres? Tampoco, tiene mérito ser rico pero desprendido de los bienes” y como “la pobreza no es ni buena ni mala, ¿qué mérito tiene el de ser pobre? Se puede incluso ser envidioso o uno que no se esfuerza”.
El autor se preguntó por qué motivo la Doctrina Social de la Iglesia no se aplicaba. Y recordó al economista italiano Luigi Einaudi que la definió como la tercera vía posible entre un capitalismo y un socialismo, porque concilia la libertad individual con la exigencia de la subsidariedad. “Pero para esto la Iglesia debe poder predicar como maestra. Y el Estado no ser demasiado ávido”.
Y recordó que “en los últimos tiempos un mensaje fuerte que crece en el mundo católico es que no han dejado a los curas enseñar la doctrina y así el hombre ha perdido el contacto con la verdad, el sentido de la vida, el sentido de las acciones y como consecuencia fue la crisis económica”.
“¿Por qué la economía se está desmoronando? Porque no se tuvieron hijos y si la población se queda invariada en número como se hace a aumentar el PBI? “Consumiendo más individualmente y de modo exponencial, basándose en el endeudamiento. Una crisis de crecimiento que fue compensada con un gasto consumista exponencial”. dijo
Hacia la conclusión el presidente del ABI, Mussari, retomó la palabra y consideró que Gotti Tedeschi tiene razón cuando dice que la crisis aún tiene que comenzar “porque esta no es una crisis que se puede arreglar con un ciclo económico normal”.
“No estamos ante una crisis sino ante un nuevo ciclo económico. No existe un mañana en el que se puede retomar a hacer lo que se hacía antes. Será necesario hacer cosas muy diversas. Está el problema demográfico, del trabajo, de la competitividad y de la subsidariedad en un Estado demasiado invasor”.
El director de L'Osservatore Romano, Vian, recordó que al final de la parábola del Mateo sobre la providencia y los lirios del campo dice: “Y de todo esto tendréis necesidad”. Por lo tanto “la economía es importante. Porque la riqueza es indiferente, lo que cuenta es lo que hay en el corazón y cómo se la usa. Si uno es rico, puede demostrar mucho amor a los demás”.