ORACIÓN LEÍDA POR EL PAPA BENEDICTO XVI
Durante la Vigilia de Oración en el Circo Máximo
Ave María, Mujer pobre y humilde,
¡Bendita del Altísimo!
Virgen de la esperanza, profecía de los tiempos nuevos,
nosotros nos asociamos a tu canto de alabanza
para celebrar las misericordias del Señor,
para anunciar la venida del Reino
y la plena liberación del hombre.
Ave María, humilde sierva del Señor,
¡ gloriosa Madre de Cristo!
Virgen fiel, morada santa del Verbo,
enséñanos a perseverar en la escucha de la Palabra,
a ser dóciles a la voz del Espíritu,
atentos a sus llamados en la intimidad de la conciencia y a sus manifestaciones en los acontecimientos de la historia.
Ave María, Mujer del dolor,
¡ Madre de los vivientes!
Virgen esposa ante la Cruz, nueva Eva,
sé nuestra guía por los caminos del mundo,
enséñanos a vivir y a difundir el amor de Cristo,
a permanecer contigo junto a las innumerables cruces
sobre las cuales tu Hijo está aún crucificado.
Ave María, Mujer fiel,
¡ Primera discípula!
Virgen Madre de la Iglesia, ayúdanos a dar siempre
razón de la esperanza que está en nosotros
confiando en la bondad del hombre y en el amor del Padre.
Enséñanos a construir el mundo desde dentro:
en la profundidad del silencio y la oración,
en la alegría del amor fraterno,
en la fecundidad insustituible de la cruz.
Santa María, Madre de los creyentes,
Ruega por nosotros.
Amén.