10/27/11


ASÍS: CARTA DE BIENVENIDA AL SANTO PADRE


Beatísimo Padre:
Con pocas y sencillas palabras, como nos exhorta el Poverello, quiero, en nombre de todos los Hermanos Menores extendidos por el mundo entero, decirle dos palabras nacidas en lo más profundo de mi corazón: Bienvenido y gracias.
¡Santo Padre: Bienvenido a Asís, altar de la memoria de cuantos seguimos la forma de vida que el Padre san Francisco vivió, escribió y presentó al Señor Papa para su aprobación (cf. Test 14ss). Bienvenido a Asís, ciudad de la paz, arca espiritual donde se refugia toda la humanidad. Bienvenido, especialmente, a la Porciúncula, cuna de la Orden de los Hermanos Menores y de las Hermas Pobres. Bienvenido a nuestra casa, a su casa, Santidad.
Santidad: Gracias. Gracias por recoger el testigo que dejó su Venerado Predecesor, el Beato Juan Pablo II, hace ahora 25 años. Gracias por recordarnos con esta Jornada de oración por la paz que ésta es un don que viene de Dios y que, precisamente por ello, un don que hemos de implorar. Gracias por escoger Asís para esta nueva Jornada de oración por la paz, la ciudad de Francisco, heraldo de paz y de reconciliación, el hombre que, como Vuestra Santidad escribió, “encarnó en modo ejemplar la bienaventuranza proclamada por Jesús en el Evangelio: ‘Bienaventurados los constructores de paz, porque serán llamados hijos de Dios’ (Mt 5, 9)”. El hombre que debido al “al testimonio que dio en su tiempo lo hace natural referencia para cuantos hoy cultivan el ideal de la paz, del respeto por la naturaleza, del diálogo entre las personas, entre las religiones y las culturas”. Gracias, Beatísimo Padre por recordarnos que la paz es inseparable de la verdad y que, por no haberlas alcanzado todavía, hemos de sentimos en camino, peregrinos. Gracias por recordarnos que la paz es un compromiso que hemos de asumir todos y que la violencia no puede ser justificada con el nombre de Dios o desde la religión.
Beatísimo Padre: Los Hermanos Menores oramos por sus intenciones y especialmente oramos para que esta Jornada, que en comunión con el sucesor de Pedro vamos a vivir mañana en Asís, dé frutos abundantes en el camino de la paz. Al mismo tiempo los Hermanos Menores nos comprometemos a ser también nosotros, como lo fue Francisco, instrumentos de paz y de reconciliación, poniendo amor donde haya odio, paz donde haya violencia, fe donde haya duda, verdad donde haya error, perdón donde haya ofensa.
Para que podamos ser fieles a esta herencia que hemos recibido, bendíganos Santo Padre
Con veneración de hijo y en nombre de todos los Hermanos Menores,
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm
Ministro general, OFM