El Papa hoy en Santa Marta
La primera lectura de hoy, del libro del Génesis, nos muestra a Dios creando el universo, aunque lacreación no termina nunca, porque Dios sostiene continuamente lo creado. Y en el Evangelio veamos la otra creación de Dios, la de Jesús que viene a re-crear lo que había sido estropeado por el pecado.
Vemos a Jesús entre la gente, y cuantos lo tocaban eran curados (Mc 6,56). Es la re-creación. Estasegunda creación es más maravillosa que la primera; este segundo trabajo es más maravilloso. Y hay otro trabajo, el de la perseverancia en la fe, que lo realiza el Espíritu Santo. Dios trabaja—sigue trabajando—, y podemos preguntarnos cómo hemos de responder a esa creación de Dios, que nace del amor, porque Él trabaja por amor.
A la primera creación debemos responder con la responsabilidad que el Señor nos da: La Tierra es vuestra, sacadla adelante; sometedla; hacedla crecer. También nosotros tenemos esa responsabilidad de hacer crecer la Tierra, de hacer crecer la Creación, de protegerla y hacerla crecer según sus leyes. ¡Somos señores de la Creación, no dueños! Tenemos que procurar no adueñarnos de la Creación, sino de hacerla salir adelante, fieles a sus leyes. Así pues, esa es la primera respuesta al trabajo de Dios: trabajar para proteger la Creación. Cuando oímos que la gente se reúne para pensar cómo proteger la Creación, podemos pensar: ¡Esos son los Verdes! ¡No, no son los Verdes! ¡Eso es cristiano! Es nuestra respuesta a laprimera creación de Dios. Es nuestra responsabilidad. Un cristiano que no protege la Creación, que no la hace crecer, es un cristiano al que no le importa el trabajo de Dios, ese trabajo nacido del amor de Dio por nosotros. Esa es la primera respuesta a la primera creación: proteger la Creación, hacerla crecer.
¿Cómo respondemos a la segunda creación? San Pablo dice que nos dejemos reconciliar con Dios (2Cor, 5,20), ir por el camino de la reconciliación interior, de la reconciliación comunitaria, porque la reconciliación es obra de Cristo. También San Pablo nos dice que no debemos entristecer al Espíritu Santo que está en nosotros (cfr. Ef 4,30), que está dentro de nosotros y trabaja dentro de nosotros. Nosotros creemos en un Dios personal, es persona el Padre, persona el Hijo y persona el Espíritu Santo. Y los tres están involucrados en esta creación, en esta re-creación, en esta perseverancia en la re-creación. Y a los tres hay que respondemos: protegiendo y haciendo crecer la Creación, dejándonos reconciliar con Jesús, con Dios en Jesús, en Cristo, cada día, y no entristeciendo al Espíritu Santo, no echarlo: es el huésped de nuestro corazón, el que nos acompaña y nos hace crecer. Que el Señor nos dé la gracia de entender que Él está a la obra, y que nos conceda la gracia de responder justamente a ese trabajo de amor.