¿Qué dicen los Papas?
El legado de los útimos pontífices sobre el amor conyugal y la familia
1. El 'para siempre', no es solamente una cuestión de duración! Un matrimonio se logra no solamente por la duración, sino también es importante su calidad. (Francisco, 14 de febrero 2014)
2. Vivir juntos es un arte, un camino paciente, hermoso y fascinante. No termina cuando os habéis conquistado el uno al otro... Es más, es precisamente entonces cuando inicia. (Francisco, 14 de febrero 2014)
3. Recordad bien: ¡no terminar jamás el día sin hacer las paces! Si aprendemos a pedirnos perdón y a perdonarnos mutuamente, el matrimonio durará, irá adelante. (Francisco, 14 de febrero 2014)
4. Es habitual reñir entre esposos, porque siempre hay algo, hemos reñido. Tal vez os habéis enfadado, tal vez voló un plato, pero por favor recordad esto: no terminar jamás una jornada sin hacer las paces. ¡Jamás, jamás, jamás! (Francisco, 14 de febrero 2014)
5. El matrimonio es también un trabajo de todos los días, podría decir un trabajo artesanal, un trabajo de orfebrería, porque el marido tiene la tarea de hacer más mujer a su esposa y la esposa tiene la tarea de hacer más hombre a su marido. (Francisco, 14 de febrero 2014)
6. Matrimonio y familia no son una construcción sociológica casual, fruto de situaciones particulares históricas y económicas. Por el contrario, la cuestión de la justa relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia más profunda del ser humano y sólo puede encontrar su respuesta a partir de ésta. (Benedicto XVI, 7 de junio 2005)
7. La libertad del «sí» se presenta por tanto como libertad capaz de asumir lo que es definitivo: la expresión más elevada de la libertad no es entonces la búsqueda del placer, sin llegar nunca a una auténtica decisión (Benedicto XVI, 7 de junio 2005)
8. El «sí» personal y recíproco del hombre y de la mujer abre el espacio para el futuro, para la auténtica humanidad de cada uno, y al mismo tiempo está destinado al don de una nueva vida. (Benedicto XVI, 7 de junio 2005)
9. El matrimonio, como institución, no es por tanto una injerencia indebida de la sociedad o de la autoridad, una imposición desde el exterior en la realidad más privada de la vida; es por el contrario una exigencia intrínseca del pacto de amor conyugal y de la profundidad de la persona humana.(Benedicto XVI, 7 de junio 2005)
10. El amor y la entrega total de los esposos, con sus notas peculiares de exclusividad, fidelidad, permanencia en el tiempo y apertura a la vida, está en la base de esa comunidad de vida y amor que es el matrimonio (Benedicto XVI, 4 de diciembre 2005)
11. ¡No renunciéis a perseguir un ideal alto de amor, reflejo y testimonio del amor de Dios! (Benedicto XVI, 11 de septiembre 2011)
11. En virtud de la sacramentalidad de su matrimonio, los esposos quedan vinculados uno a otro de la manera más profundamente indisoluble. Su recíproca pertenencia es representación real, mediante el signo sacramental, de la misma relación de Cristo con la Iglesia. (Juan Pablo II, Familiaris Consortio)
12. El matrimonio cristiano, partícipe de la eficacia salvífica de este acontecimiento, constituye el lugar natural dentro del cual se lleva a cabo la inserción de la persona humana en la gran familia de la Iglesia. (Juan Pablo II, Familiaris Consortio)
13. El noviazgo es para escoger a tu acompañante para la vida y a la madre o padre de tus hijos. (Juan Pablo II, Jornada Mundial de la Juventud París, 1997)