María José Atienza / Jaime Bertodano
La imagen de la Inmaculada de “Madre Ven” ha vuelto a Getafe tras visitar cientos de lugares de la geografía española en las últimas semanas creando una verdadera familia mariana en torno a esta peregrinación
“Madre Ven”, la peregrinación de la Inmaculada de Éfeso culminó ayer su recorrido por España con un rosario de antorchas celebrado en el convento de las Carmelitas Descalzas de la Aldehuela. Se ponía así el punto final a seis meses, en los que esta imagen ha visitado centros penitenciarios, santuarios marianos, catedrales y conventos de religiosos y religiosas.
Una peregrinación coordinada por el sacerdote Jaime Bertodano, Vicario de apostolado seglar de Getafe, que, una vez concluido este camino, ha compartido con Omnes sus impresiones y momentos más recordados de estos meses.
¿Qué ha supuesto esta peregrinación para sus impulsores? ¿cómo la han vivido?
La peregrinación ha sido una gracia inmensa, empezando para los que hemos estado más cerca de la organización. Hemos sido testigos privilegiados de muchísimos regalos que la Virgen ha ido haciendo. Hemos visto el modo de actuar sencillo, humilde y profundo que tiene nuestra Madre: su predilección por los pequeños y más débiles, su alegría al estar en clausura con las religiosas, la llamada a la oración confiada en el Rosario y la adoración, el actuar providencialmente con fechas y lugares para nosotros desconocidos pero que para muchos significaba una caricia. Sobre todo hemos visto esto: las caricias de la Madre a quienes necesitaban consuelo. De veras muchos han experimentado que la Virgen sabía lo que había en sus corazones y les ha tocado con su amor maternal llenándolos de esperanza. La peregrinación también ha tejido una red preciosa de laicos, de sacerdotes, de religiosas, que se han convertido en una verdadera familia mariana en España unidos por la Madre.
¿Qué momentos destacarían de la peregrinación?
¡Hay tantos! 6 meses de peregrinación más otros 6 de preparación han dado para mucho… Recuerdo la visita sorpresa del Arzobispo de Esmirna cuando estábamos en la casita de Éfeso. Recibir la bendición del sucesor de San Juan fue una confirmación de que la Iglesia nos envía y acompaña en este camino desde el principio.
Los primeros meses de peregrinación desde Zaragoza a Santiago por tantos pequeños pueblos fueron muy emotivos. Esta peregrinación era la primera actividad pastoral desde el inicio de la pandemia en muchos sitios. La gente estaba deseando salir y muchos han vivido el paso de la Inmaculada como un signo de libertad. Hemos visto cómo ha tocado el corazón de los sacerdotes, hijos predilectos de la Inmaculada, infundiendo ilusión y esperanza. En algunos casos al principio se mostraban reacios o escépticos pero luego despedían a la Virgen agradecidos y renovados por su paso y por el bien que había hecho en su feligresía. La llegada a la Catedral de Santiago fue muy especial. Era un encuentro muy deseado con el Apóstol. Cada vez que veo los videos me sorprendo más de aquel momento.
Destacaría los sitios imprevistos en el trayecto. Nos hemos dado cuenta que la Virgen quería ir a algunos sitios que no habíamos planificado. Si había unas horas libres un día, aparecía una residencia, un convento, un hospital donde la gente acudía y con lágrimas acogían a la Virgen o se rezaba el Rosario espontáneamente. Una religiosa anciana en una residencia nos decía “¿cómo sabía la Virgen que yo me encontraba tan sola que ha venido a verme?”. Ciertamente en el Corazón de la Inmaculada estaba pasar por allí.
Ha habido encuentros preciosos. Cada lugar ha sido especial y la Virgen no ha dejado de sorprendernos todos los días. Algunos nos piden escribir un libro con todas las anécdotas. Desde luego nos podemos tirar horas contado cada momento y providencias con la Inmaculada.
No quiero dejar de agradecer la ayuda de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil y de la Policía. Han sido más que respetuosos. Su presencia ha sido fundamental y era un signo de comunión con los pueblos y los fieles devotos. Con ellos hemos vivido momentos muy especiales. Y por supuesto, esperamos el encuentro con el Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles.
¿Cómo han sido las oraciones dedicadas a la Virgen en la tierra de María? ¿Creen que sigue siendo España mariana?
De cada Ermita y lugar podríamos escribir páginas enteras. Navarra, Loyola, La Bien Aparecida, Covadonga, Oviedo, el Ferrol Pontevedra, Valvanera, Burgos, Ávila, Guadalupe, Jaén, Algeciras, Ceuta, Guadix, Murcia, Valencia, Mallorca, Barcelona, Lérida, Torreciudad, Cuenca… no sabría quedarme con un solo sitio. La gente nos decía “hemos vuelto a recordar que España es tierra de María”. El encuentro con las patronas de distintas Ermitas y diócesis era siempre emotivo. Y veíamos a distintas realidades de Apostolado Seglar trabajando conjuntamente con laicos que espontáneamente se sumaban. La Inmaculada iba creando comunión en las diócesis y hemos palpado esa comunión.Sí, verdaderamente pienso que esta Tierra es especialmente escogida por María.
En Empel, en diciembre de 1585, hubo un milagro muy significativo. Los tercios estaban acorralados y a punto de ser masacrados en aquel trozo de tierra de la isla Bommel. Superados en número, los diques abiertos por el enemigo habían inundado toda vía de escape. No había salida posible. Solo quedaba rezar… y apareció esa tablilla de la Inmaculada como un signo de su presencia. De noche increíblemente sopló un viento gélido que congeló las aguas del rió Mosa, pudiendo salir de aquel lugar, tomar otra posición y ganar la batalla. Era el 8 de diciembre, día de la Inmaculada. Puede ser una buena parábola de nuestra situación actual. Acosados por tanta ideología parecemos acorralados por el mal. Pero si España reza a María se salvará.
¿Tienen algún proyecto de futuro? ¿Volverá la Inmaculada de Efeso a recorrer España?
Pues… estamos convencidos de que esta peregrinación no ha sido nuestra sino de Ella. Hemos dicho “Madre, ven”… y ha venido. Quizás sea su proyecto volver a peregrinar por España… o en otros lugares… ¿quién sabe? Si está en su Corazón se hará. Si la Virgen quiere nos embarcamos en lo que sea. Ella nos invita a fiarnos del Señor y a llevar la Buena Noticia con toda la creatividad y fidelidad al Espíritu Santo que nos sea posible.
Fuente: omnesmag.com