11/12/21

El pudor femenino

Elizabeth Benites Estupiñán

 El pudor proviene del latín pudoris, que significa vergüenza y hace referencia a la modestia, honestidad y vergüenza, intenta proteger la sexualidad e intimidad de una mujer, invita a que exista un misterio en su relación personal y en el amor. Algunos autores asocian al pudor con timidez o recato, a nivel ético es considerado como una virtud moral que ha variado de épocas y sociedades. Aristóteles manifiesta que el pudor es considerado un sentimiento o exaltación de ánimo, inherente a cierto tipo de expresiones, cuando falta se hablaría de desvergüenza.

Atentar al pudor es considerado en algunas legislaciones como un delito contra las buenas costumbres, la decencia, honestidad y moral pública. En las sociedades cristianas expresa Timoteo: “Que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos;  sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad” (II: 9-10). La falta de pudor es un problema cultural.

Desde el siglo pasado, la moda occidental femenina ha sufrido cambios, aparecieron la minifalda, la moda unisex con los pantalón tipo vaquero, los mini-short, faldas largas y pantalones anchos, luego el terno de baño bikini en 1946, los topless como símbolo de liberación femenina. Esta prenda comenzó a hacerse cada vez más pequeña llamada tanga que por delante cubre los genitales y cuya parte trasera va de una delgada cuerda hasta una tira de uno a dos centímetros, que se une a la cintura a través de un triángulo o de una T, dejando al descubierto ambos glúteos.

Los diversos tipos de música y bailes modernos, son un fenómeno sociocultural que se vincula el cuerpo con la sexualidad, tales como el rock, la salsa, el reggaetón u otros. Estos fenómenos sociales, han hecho que desaparezca el pudor como algo peculiar y personal, poniendo a la exhibición como un juego de estímulos sexuales a nivel público, pero de fijación de imagen solamente como atracción física. Un vestido o un baile erótico lo convierte en impúdico, cuando estos son vistos como valores sexuales, donde la mujer provoca una atracción física hacia el sexo opuesto, presentándola como objeto de placer que encubre su verdadero valor como persona. La moda actual y los bailes eróticos han hecho perder la vergüenza y el pudor como ente sagrado de la moral. Esta forma de violencia femenina somete a las mujeres a través de la publicidad, revistas, series de televisión, películas, videojuegos, videos musicales etcétera.

El pudor es la personalidad más íntima que tiene un ser humano, tiene que enseñarse en el seno familiar preservando la intimidad de la persona o familia sin intromisiones culturales o sociales. Se deben rescatar estos valores morales modificando la moda, los bailes, la publicidad, pero esto dependerá de cada persona de querer cambiar lo indecente por lo decente, reconocer el sentido del pudor por encima del tipo de moda social vigente. “Viste vulgar y solo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer”. Coco Chanel.


Fuente: eluniverso.com/