4/26/24

El cardenal Parolin y las “cinco preguntas que agitan a la Iglesia”

Hernan Sergio Mora

El cardenal Pietro Parolin presentó el 24 de abril el libro "Cinco preguntas que agitan a la Iglesia", del periodista vaticano Ignazio Ingrao, de TG1 RAI.

El 24 de abril el periodista vaticano Ignazio Ingrao, de TG1 RAI, presentó su libro «Cinco preguntas que agitan a la Iglesia» junto al cardenal Pietro Parolin. Al término de la presentación del libro, el cardenal respondió a Omnes: «Lo más hermoso de este libro es que pone sobre la mesa las grandes preguntas que todos llevamos encima, en cambio sobre las respuestas…» (se limitó a mover un poco la cabeza como diciendo que estaba menos convencido).

El libro, de 160 páginas, en italiano, publicado por la editorial San Paolo, fue presentado en la sede del Ministerio de Cultura, en Roma, en presencia de ministros, embajadores, autoridades civiles y religiosas. Plantea cinco preguntas, por lo que el cardenal Parolin recordó otra obra, «De las cinco heridas de la Iglesia», del filósofo y teólogo Antonio Rosmini. 

En cambio -dijo el Secretario de Estado del Vaticano- «aquí se trata obviamente de cuestiones nuevas relacionadas con la actualidad de los tiempos, que sin embargo -me gusta subrayarlo- van en la misma direcció, que la ‘reforma de la Iglesia’ promovida por el Papa Francisco», aseguró.

«La Iglesia, como sabemos, es ‘semper reformanda'» -señaló el cardenal-, «es decir, debe ser reconducida a su forma propia, porque, como afirma la Constitución conciliar ‘Lumen Gentium‘, ‘Cristo es santo, inocente, inmaculado… [por lo que] la Iglesia, que tiene en su seno a los pecadores, es santa, pero al mismo tiempo está ‘siempre necesitada de purificación’, por lo tanto ‘avanza continuamente por el camino de la penitencia y de la renovación'».

El cardenal invitó a leer el libro presentado, sin olvidar algo parecido, la «situación de turbación y espanto que encontramos en el Evangelio de Mateo: ‘En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole: ‘¡Señor, sálvanos, que perecemos!'».

«Y, sin embargo, nosotros, a diferencia de los discípulos» -continuó el cardenal Parolin-, «sabemos que el Espíritu Santo, es decir, el soplo de Dios dado por Jesús en la cruz y luego el día de Pentecostés, hace que la Iglesia sea ante todo su Iglesia, es decir, capaz de resistir a las tempestades de las convulsiones culturales y a los pecados de los hombres y mujeres que pertenecen a ella».

A continuación, el cardenal se explayó sobre los capítulos del libro.

Iglesia en salida

Sobre la primera pregunta: «¿Hasta dónde ha llegado la Iglesia en salida de Bergoglio; cómo de lejos está la Iglesia de la realidad actual, a pesar de sus esfuerzos?», el cardenal señaló cómo el autor describe en una «fría teoría de cifras» números poco atractivos sobre la Iglesia en Europa y América, y cómo Benedicto XVI se preguntaba dónde había ido a parar el impulso del Concilio Vaticano II.

«Estábamos contentos» -dijo Benedicto XVI el 11 de octubre de 2012- «y llenos de entusiasmo. Se había inaugurado el gran Concilio Ecuménico; estábamos seguros de que iba a llegar una nueva primavera de la Iglesia, un nuevo Pentecostés, con una nueva presencia fuerte de la gracia liberadora del Evangelio».

El libro también apunta a la visión del Papa Francisco en la «Evangelii Gaudium», como el programa de su pontificado: «Privilegiar acciones que generen nuevos dinamismos en la sociedad e involucren a otras personas y grupos que los lleven adelante, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos». Procesos que el autor «ve concretarse también en la elección por parte del Papa de nuevos colaboradores a los que se pide explorar nuevos caminos».

Del libro, el cardenal precisa que en este contexto el vaticanista Ingrao critica «la teología de escritorio, hija de una lógica fría y dura que busca dominarlo todo», indicando como ejemplo la Declaración «Fiducia Supplicans«, si bien el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe considera que se trata de un texto que «queda siempre abierto a la posibilidad de precisarlo, enriquecerlo, mejorarlo y quizás dejarlo iluminar mejor por las enseñanzas de Francisco».

La primera pregunta se cierra -explica el cardenal- con una instantánea sobre los jóvenes según el Papa Francisco, que son definidos por el autor como «exploradores, avanzadilla en la distraída sociedad de las redes sociales para despertar los verdaderos sentimientos, el deseo de autenticidad, la capacidad de soñar», con sensibilidad ecológica y una profunda atención a los tiempos y a los retos del pontificado.

Disminución de la práctica religiosa

La segunda cuestión se refiere a dos elementos problemáticos: la disminución de la práctica religiosa en el mundo. En particular, el autor se detiene en América Latina, donde la Iglesia católica ya no es la primera en número de fieles, sino que ha sido superada por las iglesias pentecostales. Sin olvidar las intervenciones de Benedicto XVI y de Francisco, que afirmaron con determinación cómo la Iglesia crece no por proselitismo sino por atracción, es decir, por fuerza testimonial, explicó el cardenal.

Apertura a los laicos

El cardenal, sobre la «tercera pregunta, si la apertura a los laicos y a las mujeres es real o sólo una fachada», señala cómo el autor hace hincapié en una serie de experiencias y en el Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad. Y, por último, recuerda los roles de mando que hoy ocupan las mujeres dentro de la curia romana.

Urgencias antropológicas

«Las urgencias antropológicas abren la cuarta pregunta. Inicio y fin de la vida, fronteras de la medicina y cuestiones de género: de hecho, escribe Ingrao, ‘no se trata de buscar respuestas más o menos acordes con los tiempos o alineadas en defensa de la moral tradicional. Se trata más bien de hacer madurar un nuevo humanismo que, enraizado en el personalismo cristiano, sepa responder a los interrogantes de hoy'», explicó el cardenal.

¿Qué pasará con las reformas?

«Llegamos así a la última de las cinco preguntas, ¿qué pasará con las reformas emprendidas por el Papa Francisco? A la que se añade una que suena para algunos como una amenaza y para otros como una ilusión: ‘¿Existe el riesgo de volver hacia atrás?'».

«El último capítulo» -concluye el cardenal Parolin- «dedicado a estas preguntas permanece abierto, como debe ser. De hecho, habla de reformas, como las define el autor, ‘emprendidas’, es decir, ‘in itinere'». Por tanto, «el discernimiento, que no es simple intuición, sino fruto de la oración continua en el Espíritu, indicará, en el tiempo distendido de quien sabe ser paciente, cómo continuar y qué volver institucional. Precisamente porque es acción del Espíritu, no puede haber vuelta atrás».

Fuente: omnesmag.org