El Parlamento europeo condena la reciente violencia contra los cristianos
Pide a las autoridades egipcias y malasias garantizar la seguridad de las minorías religiosas
El Parlamento europeo ha expresado una dura condena de “todas las formas de violencia, discriminación e intolerancia, basadas en la religión o en las creencias, contra las personas religiosas, los apóstatas y no creyentes”
Ante los recientes ataques contra cristianos en Egipto y Malasia, este órgano de la Unión Europea (UE) ha adoptado una resolución, que lleva la firma de Mario Mauro y de Fiorello Provera y la fecha del 20 de enero.
Según un comunicado, el Parlamento europeo ha pedido “a las autoridades egipcias y malasias que garanticen la seguridad de los cristianos y de las demás minorías religiosas presentes en su territorio, y adopten las medidas necesarias para proteger las iglesias y lugares de culto”.
El texto destaca en primer lugar que el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión es “un derecho humano fundamental garantizado por los instrumentos jurídicos internacionales”.
Indica que Europa “no está exenta” de casos de violaciones de esta libertad y también conoce crímenes individuales de esta naturaleza.
El Parlamento ha pedido al Consejo, a la Comisión y al Alto representante de la Unión para los asuntos exteriores y la política de seguridad que preste una atención particular a la situación de las minorías religiosas, incluida la comunidad cristiana, en el marco de las relaciones y de la cooperación de la UE con los países interesados.
Después ha apoyado todas las iniciativas dirigidas a promover el diálogo y el respeto recíproco entre comunidades.
Y ha invitado a todas las autoridades religiosas “a promover la tolerancia y a adoptar iniciativas contra el odio y contra la radicalización violenta y extremista”.
Situación en Egipto
Al tomar la palabra en el Pleno, los dos autores de la resolución han observado que, en los últimos años, en Egipto “se han repetido actos de violencia contra cristianos coptos”.
También han pedido al gobierno egipcio “que garantice la seguridad personal y la integridad física de los cristianos coptos y de los miembros de las demás minorías religiosas del país”.
Con motivo de la vigilia de la Natividad ortodoxa (que según el calendario de la Iglesia ortodoxa copta se celebra la noche del 6 de enero), en la ciudad de Nagaa Hamadi, en la provincia de Quena, a unos 65 kilómetros de las ruinas de Luxor, un atentado contra los fieles que salían de la iglesia de la Virgen María provocó siete muertos, entre ellos un agente de seguridad musulmán, y otros tres heridos.
El Parlamento ha expresado su agradecimiento por los esfuerzos de las autoridades egipcias para identificar a los autores y a los que perpetraron el ataque del 6 de enero.
También ha pedido al Gobierno egipcio que lleve ante la justicia y procese a “todas las personas responsables de ese ataque, así como de otros actos de violencia contra cristianos coptos u otras minorías”.
Por otra parte, ha solicitado a ese Gobierno que garantice que los cristianos coptos y los miembros de otras comunidades religiosas y minorías “gocen de todos los derechos humanos y libertades fundamentales -incluido el derecho a elegir libremente la propia religión y a cambiarla- y que evite cualquier discriminación contra ellos”.
Los cristianos de Egipto, en su mayoría coptos, representan en torno al 10% de la población del país.
Sobre más de 83 millones de habitantes, el 90% está representado por los musulmanes.
Situación en Malasia
El Parlamento europeo ha expresado después su preocupación por los recientes ataques contra iglesias y lugares de culto en Malasia, y ha manifestado su solidaridad con las víctimas.
La Iglesia católica malasia llevó a juicio al Gobierno malasio en 2007 después de que éste amenazara con prohibir la publicación del diario The Herald por motivos de seguridad nacional si no dejaba de utilizar la palabra “Alá” que la comunidad de lengua Bahasa-Malasia, de fe cristiana, usa habitualmente como traducción de “Dios”.
En diciembre de 2009, el Alto Tribunal de justicia malasio declaró que los cristianos en Malasia tienen el derecho constitucional de utilizar la palabra “Alá” para referirse a Dios, y que la palabra “Alá” no es exclusiva del Islam.
Tras la sentencia, se produjeron al menos nueve ataques contra iglesias cristianas en Malasia.
El Gobierno también ha confiscado más de 15.000 copias de la Biblia en lengua malaya, en las que se utiliza la palabra “Alá” para referirse a Dios.
El Parlamento europeo ha pedido a las autoridades malasias que “garanticen la seguridad personal y la integridad física de las personas que practican la propia religión y que adopte las medidas necesarias para proteger las iglesias y los demás lugares de culto”.
Los diputados Mario Mauro y Fiorello Provera han afirmado que la conducta del Ministro del Interior constituye “una violación de la libertad de religión”.
También se mostraron especialmente preocupados “por el hecho de que el Gobierno malasio actuara de manera ilícita y porque con su ingerencia había contribuido al aumento de las tensiones entre los grupos religiosos en el país”.
Finalmente, han exhortado a las autoridades malasias a respetar la sentencia del Alto Tribunal de Malasia sobre el derecho de los cristianos a utilizar la palabra Alá para referirse a Dios.
Y han pedido al Gobierno malasio que “se abstenga de emprender nuevas acciones que puedan perturbar la coexistencia pacífica entre la religión dominante y las minoritarias”.
Crucifijos en las aulas escolares
Durante los trabajos en el Pleno, también se han rechazado dos enmiendas del Grupo de los Conservadores y Reformistas europeos (ECR) sobre la sentencia del Tribunal europeo de derechos humanos de Estrasburgo “que veta el uso de crucifijos en las aulas escolares italianas”.
Esta sentencia ha sido puesta como ejemplo de que “también en Europa se pueden encontrar actos de intolerancia contra los cristianos”.
Una de estas enmiendas recordaba al Tribunal “la función fundamental desarrollada por el cristianismo en la formación de la identidad histórica y cultural europea”.
Ante los recientes ataques contra cristianos en Egipto y Malasia, este órgano de la Unión Europea (UE) ha adoptado una resolución, que lleva la firma de Mario Mauro y de Fiorello Provera y la fecha del 20 de enero.
Según un comunicado, el Parlamento europeo ha pedido “a las autoridades egipcias y malasias que garanticen la seguridad de los cristianos y de las demás minorías religiosas presentes en su territorio, y adopten las medidas necesarias para proteger las iglesias y lugares de culto”.
El texto destaca en primer lugar que el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión es “un derecho humano fundamental garantizado por los instrumentos jurídicos internacionales”.
Indica que Europa “no está exenta” de casos de violaciones de esta libertad y también conoce crímenes individuales de esta naturaleza.
El Parlamento ha pedido al Consejo, a la Comisión y al Alto representante de la Unión para los asuntos exteriores y la política de seguridad que preste una atención particular a la situación de las minorías religiosas, incluida la comunidad cristiana, en el marco de las relaciones y de la cooperación de la UE con los países interesados.
Después ha apoyado todas las iniciativas dirigidas a promover el diálogo y el respeto recíproco entre comunidades.
Y ha invitado a todas las autoridades religiosas “a promover la tolerancia y a adoptar iniciativas contra el odio y contra la radicalización violenta y extremista”.
Situación en Egipto
Al tomar la palabra en el Pleno, los dos autores de la resolución han observado que, en los últimos años, en Egipto “se han repetido actos de violencia contra cristianos coptos”.
También han pedido al gobierno egipcio “que garantice la seguridad personal y la integridad física de los cristianos coptos y de los miembros de las demás minorías religiosas del país”.
Con motivo de la vigilia de la Natividad ortodoxa (que según el calendario de la Iglesia ortodoxa copta se celebra la noche del 6 de enero), en la ciudad de Nagaa Hamadi, en la provincia de Quena, a unos 65 kilómetros de las ruinas de Luxor, un atentado contra los fieles que salían de la iglesia de la Virgen María provocó siete muertos, entre ellos un agente de seguridad musulmán, y otros tres heridos.
El Parlamento ha expresado su agradecimiento por los esfuerzos de las autoridades egipcias para identificar a los autores y a los que perpetraron el ataque del 6 de enero.
También ha pedido al Gobierno egipcio que lleve ante la justicia y procese a “todas las personas responsables de ese ataque, así como de otros actos de violencia contra cristianos coptos u otras minorías”.
Por otra parte, ha solicitado a ese Gobierno que garantice que los cristianos coptos y los miembros de otras comunidades religiosas y minorías “gocen de todos los derechos humanos y libertades fundamentales -incluido el derecho a elegir libremente la propia religión y a cambiarla- y que evite cualquier discriminación contra ellos”.
Los cristianos de Egipto, en su mayoría coptos, representan en torno al 10% de la población del país.
Sobre más de 83 millones de habitantes, el 90% está representado por los musulmanes.
Situación en Malasia
El Parlamento europeo ha expresado después su preocupación por los recientes ataques contra iglesias y lugares de culto en Malasia, y ha manifestado su solidaridad con las víctimas.
La Iglesia católica malasia llevó a juicio al Gobierno malasio en 2007 después de que éste amenazara con prohibir la publicación del diario The Herald por motivos de seguridad nacional si no dejaba de utilizar la palabra “Alá” que la comunidad de lengua Bahasa-Malasia, de fe cristiana, usa habitualmente como traducción de “Dios”.
En diciembre de 2009, el Alto Tribunal de justicia malasio declaró que los cristianos en Malasia tienen el derecho constitucional de utilizar la palabra “Alá” para referirse a Dios, y que la palabra “Alá” no es exclusiva del Islam.
Tras la sentencia, se produjeron al menos nueve ataques contra iglesias cristianas en Malasia.
El Gobierno también ha confiscado más de 15.000 copias de la Biblia en lengua malaya, en las que se utiliza la palabra “Alá” para referirse a Dios.
El Parlamento europeo ha pedido a las autoridades malasias que “garanticen la seguridad personal y la integridad física de las personas que practican la propia religión y que adopte las medidas necesarias para proteger las iglesias y los demás lugares de culto”.
Los diputados Mario Mauro y Fiorello Provera han afirmado que la conducta del Ministro del Interior constituye “una violación de la libertad de religión”.
También se mostraron especialmente preocupados “por el hecho de que el Gobierno malasio actuara de manera ilícita y porque con su ingerencia había contribuido al aumento de las tensiones entre los grupos religiosos en el país”.
Finalmente, han exhortado a las autoridades malasias a respetar la sentencia del Alto Tribunal de Malasia sobre el derecho de los cristianos a utilizar la palabra Alá para referirse a Dios.
Y han pedido al Gobierno malasio que “se abstenga de emprender nuevas acciones que puedan perturbar la coexistencia pacífica entre la religión dominante y las minoritarias”.
Crucifijos en las aulas escolares
Durante los trabajos en el Pleno, también se han rechazado dos enmiendas del Grupo de los Conservadores y Reformistas europeos (ECR) sobre la sentencia del Tribunal europeo de derechos humanos de Estrasburgo “que veta el uso de crucifijos en las aulas escolares italianas”.
Esta sentencia ha sido puesta como ejemplo de que “también en Europa se pueden encontrar actos de intolerancia contra los cristianos”.
Una de estas enmiendas recordaba al Tribunal “la función fundamental desarrollada por el cristianismo en la formación de la identidad histórica y cultural europea”.