12/11/17

Asegurar “una paz estable y duradera y garantizar la coexistencia de dos estados”

Declaración de la Santa Sede


La Santa sede sigue con una gran atención el desarrollo de la situación en el Oriente Medio, especialmente en referencia a Jerusalén, ciudad santa para los cristianos, judíos y musulmanes del mundo entero.
Expresando su dolor por los enfrentamientos que han cosechado víctimas estos últimos días, el santo Padre renueva su llamada a la sabiduría y a la prudencia de todos, y eleva fervientes oraciones para que los responsables de las Naciones se comprometan en este momento particularmente grave, a conjurar una nueva espiral de la violencia, respondiendo por las palabras y por los hechos, a la aspiración a la paz, a la justicia, y a la seguridad de los pueblos de esta tierra martirizada.
Las preocupaciones para las perspectivas de paz en la región han sido objeto, estos últimos días, de diversas iniciativas, incluidas las reuniones convocadas de urgencia por la Liga Árabe y la Organización para la cooperación islámica. La Santa Sede es sensible a estas preocupaciones y , recordando las palabras sinceras del Papa Francisco, reitera su conocida posición a propósito del carácter singular de la Ciudad Santa, y el respeto del statu quo de conformidad con las deliberaciones de la Comunidad Internacional y de las reiteradas solicitudes de las jerarquías de las Iglesias y de las comunidades cristianas en Tierra Santa.
Al mismo tiempo, él reitera su convicción de que solo una solución negociada entre israelíes y palestinos pueda conducir a una paz estable y duradera y garantizar la coexistencia pacífica de dos Estados en el interior de las fronteras reconocidas de manera internacional.