Loreto Rios
- En esta entrevista, Lluís Clavell, expresidente de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino, responde a las preguntas de ‘Omnes’ sobre el concepto de la familia en los escritos del Aquinate, la actualidad de su pensamiento y su influencia en la actualidad
La familia es uno de los grandes temas de la actualidad. Sin embargo, el hecho de que sea un tema de enorme relevancia hoy, no es razón para pensar que en el pasado no fue una cuestión de gran importancia. Tanto es así, que ya en el siglo XII santo Tomás de Aquino reflexionó sobre ello y dejó para la posteridad ciertos pensamientos que pueden ser claves para el siglo XXI.
Es algo que sabe bien Lluís Clavell, expresidente de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino. Los textos del Aquinate son muy conocidos para este sacerdote, quien fue además profesor de Filosofía en la Universidad de Navarra y Doctor por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.
Lluís Clavell es también catedrático de Metafísica en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, institución de la que fue rector entre 1994 y 2008. Asimismo, fue consultor del Pontificio Consejo de la Cultura y formó parte del consejo directivo de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino.
En esta entrevista, el expresidente de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino responde a las preguntas de Omnes sobre el concepto de la familia en los escritos del Aquinate, la actualidad de su pensamiento y su influencia en la actualidad.
¿Cómo define la familia santo Tomás de Aquino?
Sobre estos temas más teológicos tengo que confesar mis límites. Yo siempre me he ocupado de esto más bien desde el lado de la filosofía, por ejemplo desde el lado de la amistad. Aristóteles le dedica a este tema nada menos que dos libros de la Ética a Nicómaco. La familia es la forma más alta de amistad, y el amor interpersonal entre los esposos es lo más educativo que hay. No es que haya que inventar grandes cosas: cuando los hijos ven cómo los padres se quieren, aprenden casi todo. Santo Tomás habla de la familia como un útero espiritual. Es el lugar donde crece el niño, se forma, aprende qué es la libertad, muchísimas cosas, no solamente a utilizar el lenguaje.
¿Qué otros aspectos menos conocidos del pensamiento de santo Tomás están resurgiendo en la actualidad?
Últimamente, por ejemplo en la Academia de Santo Tomás en Roma, tuvo lugar una plenaria en la que se presentó un volumen dedicado a las emociones según santo Tomás. También los teólogos han estudiado bastante esto. Quizá antes era menos frecuente hacerlo, porque se seguía una visión más puramente intelectual, centrada en el dogma. Pero se ve que santo Tomás, que tiene mucho sobre las emociones, también ahora es más estudiado.
Lo mismo sucede en otros aspectos. Por ejemplo, ahora hay un tomismo que llaman “tomismo bíblico», más centrado en los comentarios a los escritos de la Sagrada Escritura y sobre los Salmos. El propio santo Tomás también compone poesía, himnos litúrgicos, que todavía nosotros ahora seguimos cantando y que nos gustan.
¿Cuál es entonces, según santo Tomás, la importancia de la familia?
La familia, por una parte, es una muestra de indigencia: nacemos, necesitamos aprender a hablar, que nos enseñen… La familia es una necesidad. Pero es también grandeza, que es un aspecto que algunos no ven. Me refiero a la grandeza de la familia como proyecto de vida, pues la vida no es sencillamente triunfar en un trabajo.
Leyendo a santo Tomás, comprobamos que capta muy bien eso: necesitamos la familia, porque somos hijos; pero a la vez es una grandeza, porque los animales propiamente no tienen familia. Muchísima gente lo descubre cuando tiene un desastre familiar: es lo más duro que te puede pasar. La familia es ser capaces de amar, y de amar con amor de donación, gratuito, recíproco, total. Santo Tomás llega a decir que, desde ese punto de vista, el género humano es superior a los ángeles. Los ángeles nos ayudan, pero los ángeles no tienen hijos, en cambio los seres humanos sí.
Es importante ver la familia no solo como necesidad, como indigencia, sino que es algo más, un proyecto de vida. Ahora nos asustamos con el declive de la natalidad, pero eso quiere decir que quizá hemos puesto unos módulos de trabajo y triunfo que miran solo una parte de lo que es la persona humana.
¿Cómo influye en la actualidad la visión que tenía santo Tomás?
Santo Tomás vivió en un periodo muy notable. Se produjo el nacimiento de las universidades, y él conoce bien el neoplatonismo y a san Agustín, pero le llega el aristotelismo, como una irrupción, le llega además a través de personas de países árabes o conquistados por los árabes, como es el caso de España. Es una persona que, junto a su formación en el neoplatonismo, conoce bien a Aristóteles, que no era solo filosofía; era también ciencia, biología, física, etc.
Por tanto, se encuentra en una situación ideal, increíble, que hizo posible que nos ofreciera algo que luego ha seguido durando a través de los tiempos. A mí me asombra que en estos años tengamos reflexiones como la de Alistair MacIntyre sobre la fragmentación del saber. Fue uno de los libros que me impactó más, yo vivía en la fragmentación del saber, y me daba cuenta un poco, pero la universidad me ayudó bastante a tratar de unir, de hacer que los distintos saberes se comuniquen. Tomás lo intentó, y por eso también cuando se cultiva ese ámbito, se siente esa ayuda suya, que es algo del pasado, pero uno lo siente como muy actual.
Por ejemplo, próximamente vamos a tener un congreso mundial de Filosofía (1-8 agosto, en Roma), en el que está también la Red Iberoamericana de Filosofía. Está enfocado como una filosofía que cruza fronteras, y nos han invitado a tener una sesión sobre santo Tomás, junto a otras dedicadas a otros grandes filósofos de la historia.
Y ahora una pregunta curiosa, ¿qué influencia cree que tiene en las recientes elecciones europeas este resurgimiento del pensamiento del Aquinate?
La familia ha entrado en una fase un poco más discutida desde la revolución antropológica del 68, y más recientemente con algunas medidas de los gobiernos europeos, incluso del Parlamento Europeo. Los resultados de las elecciones europeas ponen de manifiesto que la Filosofía y la Teología de santo Tomás tiene un gran interés. Hablando ahora de las elecciones recientes, un filósofo joven, formado en la Complutense, en estudios de Ciencias Políticas, ha comentado que una Europa que no hace caso de la verdad de la persona lleva a la frustración. Se nota en los resultados electorales que hay también una rebelión ante eso.
Este joven filósofo comenta que la negación de la verdad de la persona entre las élites europeas lleva un cambio como reacción. Hay gente que lo interpreta solo desde un punto de vista político, pero este autor, que es político pero a la vez filósofo, opina que no es solo una cuestión política, sino también antropológica, hay una cierta conciencia en gente joven de que conviene cambiar, poner de manifiesto cosas que son importantes para ser felices y construir una Europa mejor. El tema de la defensa de las raíces cristianas de Europa está ahí: pienso que no está muerto y se hace en diálogo. Un filósofo bien pertrechado con lo moderno y lo antiguo tiene mucho que decir.