Monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización hizo ayer en la Sala de Prensa del Vaticano un primer balance del Año de la Fe.
Lo realizó al responder a las preguntas de los periodistas allí presentes, después de la presentación de la jornada de los seminaristas, novicios, novicias y personas en el camino vocacional que se realiza desde este jueves 4 al domingo 7 de julio, como parte del Año de la Fe.
“El balance a tres cuartos del Año de la Fe, nos deja con gran alegría y gratificación” indicó Mons. Fisichella. Y añadió que “el trabajo fue mucho y aún llegarán frutos. Podemos ver una profunda experiencia de fe que se cumple en las diócesis.
En primer lugar vemos que el Año de la Fe ha sido vivido en las diócesis. Y en ellas se registra un aumento constante de iniciativas, en las parroquias y también el hecho que en muchas diócesis se retoma de estudio de los documentos del Concilio Vaticano II”.
Mons. Fisichella añadió: “Los obispos han enviado cartas con documentación y nos explican el modo en que fue vivida por ejemplo la adoración eucarística a nivel global en las diócesis. Uno de los puntos más importantes del Año de la Fe fue que misterio de la eucaristía estuvo el centro en el mundo, una manifestación silenciosa y de intensa oración, una expresión de profunda de unidad entorno a la eucaristía”.
“Los datos estadísticos disponibles --añadió el arzobispo italiano-- indican que las peregrinaciones en Roma están aumentando. Desde el 11 de octubre de 2012 hasta la semana pasada son 4,5 millones los peregrinos que se han registrados porque vienen en grupo. A los que se añaden algunos otros millones no registrados porque vienen por cuenta propia”.
Entretanto el presidente del dicasterio sobre la Nueva Evangelización reconoció que “lo central no es sobre el número de fieles, sino la experiencia de fe y nueva evangelización, porque el Año de la Fe fue concebido como una experiencia de nueva evangelización”.
¿Cuál es el efecto que causó la entrada en escena del papa Francisco en el Año de la Fe? esta fue la pregunta que ZENIT le hizo a Mons. Fisichella.
“El efecto --respondió el número uno del dicasterio para la Nueva Evangelización-- puede ser evaluado en diversos aspectos como “el gran número de personas que vienen para ver y escuchar al papa Francisco”. Este es un resultado “inmediato, aunque el número no es lo más importante, sino el empeño de los cristianos deciden vivir su fe”.
“El papa Francisco, sea con su palabra que con su simplicidad llega a todos, ninguno excluido, con la simplicidad de sus imágenes y con su estilo de vida, sobrio y esencial, y con su deseo de encontrar a todos. Francisco se ha vuelto un modelo que invita a cada uno de nosotros a vivir la fe de manera empeñada”.
Y recordó los datos que llegan de los párrocos, los cuales indican un incremento en la celebración del sacramento de la reconciliación. “Nos indican nuestros párrocos que se ha registrado un incremento de las confesiones y que muchas personas se acercan de nuevo porque se sintieron tocadas por la persona del papa Francisco”.
Y precisó que “ahora nos toca a nosotros, en la realidad pastoral cotidiana de seguir con este empeño”.