El Papa reflexiona sobre la unidad de los cristianos
Hoy se abre en Montreux, en Suiza, una Conferencia internacional de apoyo a la paz en Siria, a la cual seguirán inmediatamente las negociaciones en Ginebra a partir de 24 de enero. Por ello, el Santo Padre en la audiencia de esta mañana ha pedido "al Señor que toque los corazones de todos para que, buscando únicamente el mayor bien del pueblo sirio, tan intentado, no ahorren ningún esfuerzo para alcanzar con urgencia el cese de la violencia y el final del conflicto, que ha causado ya demasiados sufrimientos. Deseo a la querida nación siria un camino decidido de reconciliación, de concordia y de reconstrucción con la participación de todos los ciudadanos, donde cada uno puede encontrar en el otro no un enemigo, no un competidor, sino un hermano al que acoger y abrazar", han sido las palabras del llamamiento de Francisco al finalizar la audiencia general.
En su tradicional paseo en el jeep por los pasillos de la plaza, la octava hija de un matrimonio de Santiago de Compostela ha sido el primer bebé que el Papa ha bendecido esta mañana. El Santo Padre le preguntó "¿cuánto tiempo tiene?" El padre respondió que un mes y con entusiasmo le dijo "¡Es la octava!" El Papa les ha bendecido y el hombre le ha dicho "¡le esperamos en Santiago!"
Durante el recorrido, el Santo Padre ha saludado y bendecido a los fieles, 13.000 según los datos de la Prefectura de la Casa Pontificia. Con un grupo de argentinos bebió mate e intercambio el solideo. Unos metros más adelante, lo intercambió de nuevo con otro grupo de peregrinos. Y volvió a beber mate. Más de una decena de bebés han sido alzados para que Francisco les diera su bendición. Algunos lloraban y otros le entregaban un regalo, un libro, un dibujo... También han sido varias las camisetas que le han entregado esta mañana algunos peregrinos.
En la catequesis el Santo Padre se ha centrado en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que estamos celebrando esta semana bajo el lema "Cristo no puede estar dividido".
En el resumen en lengua española, el Papa ha dicho: "Estamos celebrando la semana de oración por la unidad de los cristianos, que concluirá el próximo sábado, fiesta de la Conversión de san Pablo. Se trata de un tiempo dedicado a la oración para que, como quiere el Señor, todos los bautizados seamos una sola familia. El tema propuesto para este año se refiere a la pregunta que san Pablo dirigió a los cristianos de Corinto, que se encontraban divididos en distintas facciones: «¿Acaso está dividido Cristo? Así decía san Pablo. No, Cristo no está dividido. Sin embargo, debemos reconocer con dolor que en nuestras comunidades se dan divisiones que son un escándalo y que afectan a la credibilidad y eficacia de nuestro compromiso evangelizador. Ahora bien, Pablo no sólo les reprende por sus disputas, sino que también da gracias a Dios por los dones que ha derramado en ellos. También nosotros, a pesar del sufrimiento causado por las divisiones, debemos aprender a reconocer con gozo los dones que Dios ha concedido a otros cristianos, y a recibirlos con un corazón grande y generoso. Y para esto se requiere mucha oración, humildad, reflexión y una continua conversión"
A continuación ha saludado con afecto "a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, Argentina, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a que llenos de gozo por el don de la filiación que hemos recibido en el bautismo, sepamos reconocer con alegría y humildad los dones que Dios concede a otros cristianos. Que Dios les bendiga".
Al finalizar los saludos en todas las lenguas, ha dedicado unas palabras especiales a los jóvenes, enfermos y recién casados: "El próximo sábado celebramos la Fiesta de la Conversión de san Pablo. Queridos jóvenes, la figura de Pablo sea para todos vosotros modelo del discipulado misionero. Queridos enfermos, ofreced vuestro sufrimiento por la casa de la unidad de la Iglesia de Cristo. Y vosotros, queridos recién casados, inspiráos en el ejemplo del Apóstol de las gentes, reconociendo el priamdo a Dios y a su amor en nuestra vida familia".
A mitad de audiencia ha comenzado la lluvia y todos los peregrinos han abierto sus paraguas y puesto sus chubasqueros, inundando de color la plaza de san Pedro. El agua no ha impedido que el Santo Padre, dedicara el tiempo de rigor para saludar a los enfermos y fieles, ubicados en las primeras filas.