Congreso en Roma a los cien años del nacimiento del prelado del Opus Dei que será beatificado el 27 de septiembre
Monseñor Álvaro del Portillo fue un "sacerdote celante que supo conjugar una vida espiritual intensa fundada sobre la fiel adhesión a la roca que es Cristo, con un generoso compromiso apostólico que lo hizo peregrino en los cinco continentes siguiendo los pasos de san Josemaría". Lo afirma el Santo Padre en un telegrama firmado por el secretario de Estado, cardenal Parolin y enviado al prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echavarría.
La ocasión para dicho telegrama es el Congreso que estos días se celebra en la Universidad de la Santa Cruz en Roma, para celebrar el centenario del nacimiento de monseñor Álvaro del Portillo, primer sucesor de san José María en la guía del Opus Dei, que será beatificado en Madrid el próximo 27 de septiembre.
Además, el Santo Padre exhorta en el mensaje a imitarle "en la vida humilde, alegre, escondida y silenciosa, pero también decidida en el testimoniar la perenne novedad del evangelio, anunciando la universal llamada a la santidad y la colaboración con el trabajo cotidiano a la salvación de la humanidad".
Durante la apertura del congreso, el prelado del Opus Dei, ha indicado que el papa Francisco "es un sacerdote auténtico que reza mucho y que sabe escuchar". Y recordando el aniversario del pontificado, monseñor Echevarria ha afirmado que el ejemplo del Santo Padre es un "incentivo para que todos los cristianos se esfuercen en llevar el amor y la misericordia de Jesús hasta el último rincón del mundo". Ha añadido que "es natural también cultivar el deseo de dar gracias al Pontífice por el dinamismo apostólico que está difundiendo y por su interés concreto de estar cerca de cada persona". Por otro lado, el prelado ha observado que "muchas personas han reconocido en el papa Francisco el sacerdote auténtico, que reza mucho y que sabe escuchar a quien encuentra. Todo esto es motivo de una gran alegría filial y de un profundo agradecimiento a Dios".
Por otro lado, uniendo el aniversario de la elección del papa Francisco con la figura de monseñor Álvaro del Portillo ha recordado que un aspecto central de su predicación fue precisamente la fidelidad a la Iglesia y el amor al Papa. "Allá donde se dirigiera, monseñor del Portillo pedía siempre que se rezara por las intenciones del Romano Pontífice. Estaba siempre guiado por el deseo de llevar 'Roma a la periferia' y la 'periferia al Papa', como escribía san Josemaría".
Asimismo ha recordado algunas anécdotas sobre la vivencia espiritual de este siervo de Dios, comenzando por el encuentro que tuvo con san Josemaría y de la contribución que dio al proceso de desarrollo del Opus Dei: "La fidelidad de don Álvaro se demostró especialmente en el modo en el que llevó a término el itinerario jurídico de la Obra con su creación como Prelatura Personal en 1982. La forma jurídica definitiva aseguraba así, que el carisma recibido por san Josemaría Escrivá el 2 de octubre de 1928 no se desnaturalizara y viniera reforzada la unidad de espíritu, de régimen y de jurisdicción de esta porción del pueblo de Dios compuesta por cristianos comunes, laicos y sacerdotes".
Finalmente, resaltando la fidelidad del próximo beato, monseñor Echevarría ha afirmado que "no hay dudas de que la biografía espiritual de don Álvaro constituya un ejemplo que todos nosotros podemos imitar". De hecho, "nuestra máxima aspiración en cuanto cristianos es servir a la Iglesia, al Romano Pontífice y a todas las almas, como nos enseña el Evangelio". Y esta ha sido "la línea de conducta de don Álvaro que luchó con paz y alegría, con constancia, para poner en práctica el espíritu que le había transmitido san Josemaría".