José María Montiu de Nuix
En estos últimos meses, de modo curioso y bastante reiterado, algunos medios periodísticos se han empeñado en buscar cinco pies al gato. Más concretamente, han pretendido la existencia de una lucha entre el Papa Francisco y el Opus Dei.
Sin embargo, en realidad, entre Su Santidad y el Opus Dei lo único que hay es armonía. Así de sencillo: armonía. Para decirlo de forma gráfica, o fotográfica, es un fuerte abrazo.
Acto seguido, lo demuestro. Para ello, considero primero la relación del Papa con el Opus Dei, y después la relación del Opus Dei con el Papa.
Al respecto téngase en cuenta el aforismo siguiente: el actuar sigue al ser. En particular, del ser del amigo lo que fluye es la acción amical. Pero, el Papa Francisco es un gran amigo del Opus Dei. Pues, en una entrevista al periódico ABC, ha afirmado: “Soy muy amigo del Opus Dei, los quiero mucho y trabajan bien en la Iglesia. El bien que hacen es muy grande”.
Luego, la actuación del Santo Padre para con el Opus Dei es amical y conforme al gran reconocimiento, aprecio y amor que tiene a esta institución católica. Además, habría que tener un entendimiento muy retorcido para pensar que Su Santidad, ya que es un gran amigo del Opus Dei, y tanto aprecio le tiene, está enfrentado al Opus Dei. San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, tenía un amor inmenso al Romano Pontífice. En un sentido, que puede comprenderse bien, puede afirmarse que tenía un amor infinito al Papa. Todo el Opus Dei participa de este cariño del fundador al Santo Padre. En el Opus Dei sólo hay cariño al Sumo Pontífice. Esto lo constata cualquiera que conozca al Opus Dei. Además, todo el mundo conoce que el Opus Dei es fidelísimo al Papa. La consecuencia de ello es evidente y obvia. Esto es, cualquier decisión del Santísimo Padre, sea la que fuere, será siempre bien acogida por el Opus Dei. Tanto si esta decisión es acertadísima, como si no lo es. También si conlleva un cambio en los estatutos o en la legislación del Opus Dei.
La razón de ser de esto no puede ser más clara y patente. La misma consiste en que el Opus Dei es una institución católica que está, simplemente, a los pies del Sumo Pontífice. En esto consiste precisamente el mismo ser del Opus Dei. Como el Opus Dei no ve al que es la cabeza visible de la Santa Madre Iglesia católica con una mirada humana, sino con visión sobrenatural, reconociendo en él al Vicario de Cristo, al Vice-Dios, siempre la respuesta que da es la obediencia plena, total, sin excepciones.
Así pues, no hay cosa más absurda que suponer que el Opus Dei ha entrado en conflicto con el Papa Francisco, porque no puede darse ello donde hay tanto cariño y tanta fidelidad. Al igual que sería absurdo confundir un beso con un golpe o con un desamor.
En definitiva, basta un mínimo de formación y un poco de sentido común sobrenatural en los lectores para darse cuenta de que no puede haber un problema entre el Opus Dei y el Papa Francisco. Basta esta agujita para deshacer el globo hinchadísimo de las falsas noticias que afirman la existencia de tal conflicto.
Termino con una anécdota. Cuando Tomás Alvira era muy mayor, y no mucho antes de su fallecimiento, una hija le hizo esta broma: papá, bueno, ya con tantos años como lleváis casados, pues mamá ya no te interesará tanto. Un hijo de Tomás cuenta que fue la única vez que vio a su padre perder el color del rostro. No aceptó la broma, por así decir. Y, entonces, Tomás Alvira, dijo, de su esposa, Paquita Domínguez: ¡la quiero cada día más y mucho más que cuando éramos novios!
Así también en el Opus Dei, el amor al Papa, como virtud que es, se va cultivando y va creciendo con el tiempo.
Fuente: exaudi.org