3/02/09

Mensaje papal al entregar la iglesia de san Nicolás en Bari a la Iglesia rusa

Leídas en la ceremonia celebrada el domingo, 1 de marzo

Benedicto XVI, en la tarde de este domingo, quiso hacerse presente a través de su enviado especial, el cardenal Salvatore De Giorgi, arzobispo emérito de Palermo, en la ceremonia de entrega al patriarcado de Moscú de la iglesia rusa de San Nicolás en Bari, que se celebró en esa ciudad del sur de Italia.
En el acto de entrega participaron el presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, y el presidente de la Federación Rusa, Dimitri Medvedev. El mensaje papal fue transmitido por el purpurado con estas palabras:

El Santo Padre, Benedicto XVI, que me ha pedido representarle en esta significativa ceremonia, dirige su cordial saludo a las autoridades religiosas civiles y a todos los presentes en particular al presidente de la República Italiana, Giorgio Napolitano, al presidente de la Federación Rusa, Dimitry Medvedev, a los ministros, a su excelencia Mark, presidente "ad interim" del Departamento para las Relaciones Eclesiásticas Externas del Patriarcado de Moscú y al excelentísimo monseñor Francesco Cacucci, pastor de esta Iglesia particular. Desea renovar, ante todo, su fervientes augurios al patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Su Santidad Kirill I, pidiendo al Espíritu Santo que ilumine su empeñativo ministerio.
El Papa se complace por el hecho de que este edificio responda, aquí en Bari, a la devoción de los ortodoxos rusos por san Nicolás. El pueblo ruso nunca ha desfallecido en su amor por este gran santo, que siempre le ha apoyado en momentos de alegría y en las dificultades. Lo testimonia también esta iglesia ortodoxa rusa de san Nicolás, realizada a inicios del siglo pasado para acoger a los peregrinos que, en particular en los viajes hacia Tierra Santa, hacían etapa en Bari, punto de encuentro entre Oriente y Occidente, para venerar las reliquias del santo. ¿Cómo no reconocer que esta hermosa iglesia despierta en nosotros la nostalgia por la plena unidad y mantiene vivo en nosotros el compromiso por trabajar por la unión entre todos los discípulos de Cristo?
En verdad, la historia de Bari y de esta región está marcada de manera profunda por la presencia del mundo oriental, y la sensibilidad ecuménica constituye una característica típica de las poblaciones de la Apulia. Precisamente por este motivo el Santo Padre Benedicto XVI desea que también esta ceremonia contribuya a hacer que Bari siga siendo, como dijo el Papa Juan Pablo II, de venerada memoria, un "puente natural hacia Oriente", ofreciendo su contribución preciosa al camino hacia la plena comunión entre los cristianos.
Con estos sentimientos, invocando la intercesión de la Madre de Dios y de san Nicolás, el Papa renueva su saludo a los presentes a los que envía, a través mío, su bendición.