“Estoy muy ilusionado", confiesa Benedicto XVI
Mensaje a Gran Bretaña ante su inminente visita
Estoy muy ilusionado con mi visita al Reino Unido dentro de una semana y envío saludos cordiales a todo el pueblo de Gran Bretaña. Soy consciente de que una gran cantidad de trabajo ha ido a los preparativos de la visita, no sólo por parte de la comunidad católica sino también por el Gobierno, las autoridades locales de Escocia, Londres y Birmingham, los medios de comunicación y los servicios de seguridad, y quiero decir lo mucho que aprecio los esfuerzos que se han hecho para garantizar que los diversos eventos previstos sean verdaderamente celebraciones gozosas. Sobre todo agradezco a las innumerables personas que han estado rezando por el éxito de la visita y por un gran derramamiento de la gracia de Dios sobre la Iglesia y las personas de vuestra nación.
Será una especial alegría para mí beatificar al Venerable John Henry Newman en Birmingham el domingo 19 de septiembre. Este verdaderamente gran hombre inglés vivió una vida sacerdotal ejemplar y a través de sus extensos escritos realizó una contribución perdurable a la Iglesia y a la sociedad, tanto en su tierra natal como en muchas otras partes del mundo. Es mi esperanza y mi oración que cada vez más personas se beneficien de su suave sabiduría y sean inspiradas por su ejemplo de integridad y santidad de vida.
Estoy deseando encontrarme con representantes de las distintas tradiciones religiosas y culturales que conforman la población británica, así como con líderes civiles y políticos. Estoy muy agradecido a Su Majestad la Reina y a Su Gracia el Arzobispo de Canterbury por recibirme, y estoy deseando encontrarme con ellos. Lamentando que hay muchos lugares y personas que no tendré la oportunidad de visitar, quiero que sepáis que todos vosotros sois recordados en mis oraciones. ¡Dios bendiga al pueblo del Reino Unido!
Será una especial alegría para mí beatificar al Venerable John Henry Newman en Birmingham el domingo 19 de septiembre. Este verdaderamente gran hombre inglés vivió una vida sacerdotal ejemplar y a través de sus extensos escritos realizó una contribución perdurable a la Iglesia y a la sociedad, tanto en su tierra natal como en muchas otras partes del mundo. Es mi esperanza y mi oración que cada vez más personas se beneficien de su suave sabiduría y sean inspiradas por su ejemplo de integridad y santidad de vida.
Estoy deseando encontrarme con representantes de las distintas tradiciones religiosas y culturales que conforman la población británica, así como con líderes civiles y políticos. Estoy muy agradecido a Su Majestad la Reina y a Su Gracia el Arzobispo de Canterbury por recibirme, y estoy deseando encontrarme con ellos. Lamentando que hay muchos lugares y personas que no tendré la oportunidad de visitar, quiero que sepáis que todos vosotros sois recordados en mis oraciones. ¡Dios bendiga al pueblo del Reino Unido!