El Papa en el Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
Ayer en Vercelli, fue proclamado beato el sacerdote Giacomo Abbondo, que vivió en el siglo XVI, enamorado de Dios, culto, siempre disponible para sus parroquianos. Nos unimos a la alegría y a la acción de gracias de la diócesis de Vercelli. Y también la de Monreale, donde hoy se beatifica a sor Carolina Santocanale, fundadora de las Hermanas Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes. Nacida en una familia noble de Palermo, abandonó las comodidades y se hizo pobre entre los pobres. De Cristo, especialmente en la Eucaristía, obtenía la fuerza para su maternidad espiritual y su ternura con los más débiles.
En el contexto del Jubileo de los enfermos se ha desarrollado en los días pasados en Roma un Congreso internacional dedicado al cuidado de las personas afectadas por el morbo de Hansen. Saludo con reconocimiento a las organizaciones y los participantes y deseo un fructuoso compromiso en la lucha contra la lepra.
Hoy se celebra la Jornada mundial contra el trabajo infantil. Renovamos todos unidos el esfuerzo para eliminar las causas de esta esclavitud, que priva a millones de niños de algunos derechos fundamentales y les expone a graves peligros.
Saludo con afecto a todos los peregrinos venidos de Italia y de varios países para esta jornada jubilar. Os doy las gracias de forma especial a vosotros, que habéis querido estar presentes en vuestra condición de enfermedad o discapacidad. Un gracias sentido va también a los médicos y a los trabajadores que, en los “Puntos de la salud” preparados en las cuatro Basílicas papales, están atendiendo a cientos de personas que viven marginados en la ciudad de Roma.
La Virgen María, a la que nos dirigimos ahora en oración, nos acompañe siempre en nuestro camino.