6/08/19

«Podríamos escuchar más. Podríamos querer más »

Entrevista a un nuevo Sacerdote del Opus Dei


José Luis de Prada Llusá, tiene 44 años, y este mes de mayo ha recibido en Roma el sacramento del sacerdocio junto con 33 fieles de la prelatura del Opus Dei. En esta entrevista explica que es para él ser sacerdote.

Nació en Lugo pero por el trabajo de su padre, vivió en Roa de Duero, Balaguer y también en Reus. Licenciado en Derecho (UPF), durante unos años se dedicó a tareas formativas en algunas asociaciones culturales de Barcelona (Bauprés y Padua), Granollers (Montcau) y Sant Cugat (Foiró), y el Colegio Mayor Universitario Monterols , de Barcelona. En 2008 se trasladó a Roma, donde terminó los estudios de doctorado en Teología dogmática y trabajó durante 10 años en la sede central del Opus Dei.

Y ahora, con 44 años se hace cura, ¿como es esto?

Cuando tenía 14 años, un profesor de mi colegio me presentó el panorama de lucha por la santidad y de apostolado que promueve el Opus Dei, sugiriéndome la posibilidad de formar parte. Como no tenía ninguna excusa para decir que no, dije que sí.
Pienso que entonces tomé la decisión más importante de mi vida, con gran alegría y plenamente consciente de lo que hacía. Más adelante, dentro de este marco de entrega, manifesté mi disponibilidad para recibir la ordenación sacerdotal, y aquí estoy.

¿Cómo se definiría? Si le preguntaran por un rasgo característico de su persona ...

No sé ... Lo dejo a juicio de Nuestro Señor. Me gusta repetir una frase de San Francisco de Asís: "Soy lo que soy ante Dios y nada más".

¿Y como cree que Jesucristo le ha ido llamando al servicio de quienes Él quiera?

Jesucristo es el mejor pagador. Como Él mismo prometió, si le das 1, te devuelve 100. Por otra parte considero que mi vida es muy normal.
El Papa en un viaje pastoral dijo a sacerdotes y seminaristas: "No pierdan la memoria y el respeto por quien les enseñó a rezar"
Estoy 100% de acuerdo con sus palabras. Cuando pienso en mi familia, colegio, amigos ... sólo me sale decir: gracias, gracias, gracias!

¿Qué papel cree que debe tener el sacerdote hoy? El Papa Francisco pronunció una frase redonda cuando decía que quiere "pastores que huelan a oveja". ¿Como lo entiende usted? 

Ser sacerdote significa, hoy y siempre, ser Cristo. Esto suena fuerte, y lo es. El sacerdote debe desaparecer (no ser el protagonista) y hacer presente a Cristo en su vida y en medio de la gente. San Josemaría decía que "de cien almas nos interesan las cien". Si viviera ahora, tal vez diría que "de cien ovejas, nos interesan las cien". 
Una tarea muy bonita -humilde y silenciosa- es la atención de los enfermos y de los ancianos. Jesús tiene predilección por estas "ovejas", y el sacerdote -como Jesús- tiene que dar la vida por todas, empezando por las más necesitadas.

¿Cómo pueden ayudar los sacerdotes de la prelatura en la Iglesia cada vez mejor? ¿Como los laicos podemos ayudar a los sacerdotes a ser mejores sacerdotes?

Sin duda, rezando (más), trabajando (más), pensando (más) en los demás, sonriendo (más). Y como nadie es perfecto, perdonándonos siempre unos a otros.

La Iglesia está llamada a servir a todos los hombres, y no sólo los fieles. El Papa habla de ir a las periferias, ¿como piensa que pueden dar este servicio a los sacerdotes?

El mismo Papa lo dice bien claro (son palabras del año 2017): "El confesor está llamado diariamente a ir a las 'periferias del mal y del pecado' y su obra representa una auténtica prioridad pastoral. Por favor, que no haya hermanos que confiesan sólo los lunes y los miércoles. Hay que confesar cada vez que te lo pidan. El confesionario debe estar siempre abierto, porque el corazón de Nuestro Señor siempre está abierto ".

Y los laicos, ¿como pueden ayudar a ser Iglesia 'en salida'?

Siendo "oreja" y "corazón" para los demás. Es decir, escuchándolos y amándolos. Tengo la impresión de que cuando se escucha la gente, cuando hay un verdadero interés por los demás, cuando se vive el mensaje del Evangelio y el mandamiento nuevo de Jesús (amaos unos a otros), salimos de nosotros mismos. No hay nada más audaz y creativo.

¿Escuchamos poco?

Podríamos escuchar más. Podríamos querer más. No sólo a los jóvenes, también a los ancianos. Lo bonito de nuestra fe es que siempre podemos crecer: el Amor no tiene límites. Ninguna persona ni estructura humana puede ofrecer un "producto" mejor.

¿Como se ha de hacer para llegar más a los jóvenes?

San Pablo decía que teníamos que "hacernos todo con todos para salvar a algunos, cueste lo que cueste". Pues, haciéndonos jóvenes con los jóvenes. Soñar y no quejarnos. Hacer y dejar hacer. Enseñar y aprender. Escuchar y comprender. Como dice el Papa Francisco, un cristiano es siempre joven porque "ser joven, más que una edad, es un estado del corazón" (Christus Vivit, 34).

Acabamos de vivir la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri. Un rasgo suyo, que todos quienes la conocieron recuerdan, es la alegría. ¿A los cristianos nos falta alegría?

Se debería aclarar bien qué se entiende por alegría (cosa compatible con el dolor y el sufrimiento) y qué es la tristeza (cosa diferente del cansancio o de la enfermedad). Pienso que un cristiano no pierde nunca la verdadera alegría, a pesar de las dificultades (como María al pie de la Cruz).
El cristiano se encuentra en medio de las ilusiones y de las inquietudes que rodean la existencia humana -no es mejor ni diferente de los otros-, pero cuenta con la gracia de Dios, que recibe fundamentalmente mediante la Confesión -sacramento de la alegría- y de la Eucaristía. A veces nos olvidamos, y el Señor nos tiene que decir, como a la samaritana: "Si conocieras el don de Dios!"

Por último, ha vivido mucho tiempo en Roma, ¿que le ha aportado? 

Evidentemente, una visión más universal de la Iglesia y del Opus Dei, y una estimación más "tangible", no sólo espiritual, hacia el Papa y el Prelado de la Obra: en Roma se disfruta y se sufre con la cabeza y con el corazón de la Iglesia. Además, un enriquecimiento humano, gracias al patrimonio artístico y cultural tanto de la capital como del resto de la península itálica. En otro orden de cosas, en Roma he hecho un montón de amigos, que me han permitido adentrarme en la idiosincrasia italiana, y aprender de un pueblo que es muy acogedor y que tiene un gran corazón.

La primera Misa del padre José Luis de Prada será en el colegio Turó (Tarragona) donde estudió, el sábado 14 de septiembre a las 17.00 h. coincidiendo con la fiesta de la Santa Cruz .