LARISSA I. LÓPEZ
Hoy, 28 de junio, la Iglesia celebra la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús y el Papa Francisco ha enviado el siguiente mensaje a través de un tweet publicado en su cuenta oficial: “Jesús nos mira, nos ama y nos espera. Es todo corazón y todo misericordia. Vayamos a Jesús con confianza, Él nos perdona siempre. #SagradoCorazóndeJesús”.
El pasado miércoles, 26 de junio, durante la audiencia general, el Papa Francisco también se refirió a esta fiesta, invitando a mirar al Corazón de Jesús e “imitar sus sentimientos más verdaderos”. También pidió que rezaran por los sacerdotes y por su ministerio petrino.
Francisco señaló, asimismo, que en el Corazón de Jesús “podemos encontrar la paz del Espíritu, a menudo perturbado en nosotros por la incertidumbre, la tristeza, el sentido del pecado”.
Por último, el Papa exhortó a ofrecer a este Corazón “a nosotros mismos, toda nuestra vida”.
La solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
La devoción al Corazón de Jesús fue muy común en la Edad Media, especialmente en el monasterio benedictino de Helfta, en el cual profesaron santa Matilde y santa Gertrudes, conocida por sus escritos sobre el Corazón de Jesucristo.
En el siglo XVII, san Juan Eudes promovió el culto al Sagrado Corazón de Jesús y al de la Virgen. La fiesta del Sagrado Corazón de María fue celebrada por primera vez en 1648, y la del Sagrado Corazón de Jesús en 1672. Cada fiesta contaba con una Octava propia y tanto la Misa como el Oficio para estas fiestas fueron compuestos por este santo.
En el mismo siglo se produjeron las apariciones a santa Margarita María de Alacoque en Paray-le-Monial, que junto a su director espiritual, el jesuita san Claudio de la Colombiere, impulsaron esta devoción difundiendo los mensajes del Sagrado Corazón de Jesús.
Esta fiesta fue aprobada en primer lugar en Polonia y España por el papa Clemente XIII, en el año 1756. En 1856 Pío IX extendió la fiesta del Corazón de Jesús a toda la Iglesia. En 1889, con León XII, se elevó a la categoría litúrgica y Pablo VI la proclamó como solemnidad.
San Juan Pablo II, por su parte, dispuso que en la festividad del Sagrado Corazón de Jesús tenga lugar la Jornada Mundial de Oración por la santificación de los sacerdotes.