4/21/09

Un obispo explica la postura eclesial sobre el preservativo
Rebate las acusaciones de ignorancia de un diario contra el Papa


Ante las descalificaciones vertidas por un diario argentino contra el Papa Benedicto XVI, acusado de "ignorancia que afectaría fatalmente a la salud de la población", el obispo de San Luis Jorge Luis Lona ha salido al paso con un mensaje titulado "Triste Ignorancia".
En el mensaje, de fecha 18 de abril, el obispo Lona afirma que "utilizando un estilo indudablemente agresivo, el órgano de prensa que representa en San Luis al pensamiento oficial, ha acusado al Papa Benedicto XVI y a la Iglesia Católica de una ignorancia que afectaría fatalmente a la salud de la población".
Dicha acusación, formulada en el editorial periodístico del Domingo de Ramos, "obviamente no era un tema que pudiera tratarse durante el curso de la Semana Santa, que sigue siendo un tiempo especialísimo de culto, oración y testimonio de fe", puntualiza el obispo de San Luis.
Pasada la Semana Santa, el obispo se propone "considerar el tema de manera objetiva y conciliadora, para el bien de todos".
En primer lugar, el obispo considera que el "Diario" parece haberse dejado influir por la ignorancia manifestada por el Ministerio de Educación de la Nación, al definir al preservativo como "el único método existente para prevenir el virus del sida".
El obispo responde que "no sólo no es el único método, sino que los organismos internacionales y nacionales más importantes del mundo colocan el preservativo en el cuarto y tercer lugar, anteponiéndole precisamente en primero y segundo lugar, las prácticas preventivas que recomienda la Iglesia: retrasar el comienzo de la actividad sexual (abstinencia), y fidelidad mutua; y abstinencia de la actividad sexual, y relación sexual mutuamente monógama" (Onusida y Center for Disease Control, EE.UU.).
El arzobispo puntualiza que estos importantes organismos oficiales no proponen esos criterios en adhesión a la Iglesia Católica y a su Magisterio sino "por las evidencias científicas acumuladas a través de más de veinte años de campañas mundiales de prevención del sida".
Por eso, segura monseñor Lona, "los numerosos párrafos en que el editorial del ‘Diario' se refiere a las propuestas de la Iglesia en tono irónico y hasta despreciativo, hallan su disculpa en una triste --pero suponemos involuntaria- ignorancia".
En segundo lugar, el obispo afirma que "es necesario comprender porqué la distribución y propaganda del preservativo puede agravar la difusión del sida".
Y subraya que "esta afirmación del Papa Benedicto XVI durante su reciente viaje a África ha sido firmemente apoyada por el Dr. Edward Green, principal investigador del tema en la Universidad de Harvard, con amplia experiencia en aquél continente".
El obispo informa que es "un destacado científico no católico, que fundamenta su opinión en datos objetivos de los que ha sido testigo. Se trata del fenómeno conocido como ‘desinhibición del comportamiento', por el cual la persona asume mayores riesgos en su conducta sexual, al creerse a salvo de la enfermedad".
En tercer lugar, explica el obispo de San Luis, "el gran problema del preservativo en relación a la prevención del sida, es su baja eficiencia de uso. Para disminuir el contagio del sida el preservativo debería ser de perfecta calidad, y colocado con precauciones
especiales. Sólo así podría lograrse lo que técnicamente se denomina ‘uso consistente'. Pero esa consistencia de uso no se ha logrado nunca en el conjunto de una población afectada".
Todo lo anterior, según el prelado argentino, tiene valor científico y "ha sido necesario para enfrentar la acusación de que la Iglesia ignora los progresos de la ciencia experimental.
Pero, añade "hay otra ciencia más alta: la verdadera filosofía que se anima a indagar sobre el misterio del ser humano en todas sus dimensiones, y se niega a reducirlo a un animal de inexplicable inteligencia y carente de libertad".
"Bajo esa luz -subraya--, la Iglesia sigue proclamando la verdad de la Creación. Dios nos ha creado para amarnos, y para que respondiendo a su amor, lleguemos a ser capaces de amarnos entre nosotros como Él nos ama. Por eso nos ha creado parecidos a Él, a su imagen y semejanza, con un querer inteligente y libre. Y nos ha creado varón y mujer. El sexo humano tiene como clave, realización y destino la entrega del amor para el propio bien y el bien de los demás. Todo lo que podrá tener de auténticamente recreacional y liberador vendrá de allí".
"Dios nos ha creado así para que toda la sociedad humana se fundamente en la familia humana, realización del amor de entrega fiel y perdurable entre el varón y mujer, y sus hijos".
"El sexo humano es para la entrega del amor. Pero si nuestra libertad con soberbia lo niega, habremos elegido la frustración humana y sexual del egoísmo".
Monseñor Lona concluye afirmando que Dios no quiere "el sexo egoísta, capaz de destruir la propia vida, y causar terrible daño a los demás" y, "en Cristo resucitado, nos llama y nos seguirá llamando a renovar, y también a recuperar si lo hemos perdido, el don de vida que puso en cada uno de nosotros. Él quiere iluminar toda ignorancia. Él quiere que brille en nuestras vidas el resplandor de la Verdad".