12/08/20

Nicaragua celebra la tradicional “gritería”

 LARISSA I. LÓPEZ


Una fiesta muy nicaragüense

La fiesta de la “Purísima” es una fiesta muy nicaragüense. Permite a la gente reunirse con la familia, amigos y extraños, para rezar la Novena y cantar a la Virgen. La principal característica de estos días es la alegría vivida en comunidad. Las canciones, la distribución de fruta y de otras especialidades gastronómicas, generan un ambiente de fraternidad. El 7 de diciembre por la noche, es la “gritería”.

Como antesala a este día en el occidente del país centroamericano se celebra la tradicional “lavada de la plata” y la vigilia en honor a la Virgen. Su santuario en El Viejo es lugar de peregrinación de miles de familias que llegan a pagar promesas.

Al final de la tarde de cada 7 de diciembre, niños, jóvenes y adultos se reúnen, unos esperanzados por los dulces y fruta que van a recibir, otros como anfitriones en las casas. La gente va de casa en casa donde se celebra la “Purísima” gritando: “¿Quién causa tanta alegría?” Y contestan: “La Concepción de María”. Seguidamente, los visitantes cantan canciones a la Virgen. En agradecimiento, los dueños de casa les ofrecen dulces, fruta y algunos bocadillos. Ciudades y pueblos se involucran para participar en este festejo.

La Purísima tiene una dimensión comunitaria y familiar muy marcada. A medida que la calidad de vida ha ido desmejorando, los vecinos se han unido para celebrar la fiesta en la cuadra o en el sector. Al unirse comparten los gastos, pero también la alegría de preservar una tradición y una devoción muy honda en el corazón de los nicaragüenses.

Los padres Franciscanos fueron los primeros que iniciaron la costumbre de rezar y cantarle alabanzas a la Virgen María. En la iglesia de San Francisco de Asís en León se originó e irradió la celebración de La Purísima, una devoción ardiente que desde 1742 caló en el corazón de Nicaragua.

Obispos piden a la Virgen por Nicaragua

En León, la cuna de la Marianidad nicaragüense, el obispo René Sándigo, dio a las 6 de la tarde el tradicional grito de “¿Quién causa tanta alegría?” Y una plaza abarrotada de fieles le contestaron: “¡La Concepción de María!”.

En su reflexión el prelado dijo que “celebrar a la Purísima nace de un corazón noble y fuerte, por eso no se sientan mal de decirle a la Virgen las razones por las que hoy estamos alegres las familias”.

Mientras tanto, el cardenal Leopoldo Brenes, dio el grito desde su residencia familiar en Managua a través de los medios de comunicación de la Conferencia Episcopal y dijo que “la religiosidad popular es el palpitar de la fe nicaragüense, es un momento de gozo y oración desde nuestros hogares ante la situación de la pandemia”.

A fecha del 2 diciembre se reporta un acumulado de 11,439 casos sospechosos de coronavirus reportados por el Observatorio Ciudadano de la COVID-19, por su parte las autoridades de salud en el país han informado que “desde el inicio de la pandemia hasta el día de hoy, hemos atendido y dado Seguimiento Responsable y Cuidadoso a 4,583 personas”.

En Matagalpa, al norte del país monseñor Rolando Álvarez, dio el grito desde el interior de la Catedral San Pedro y pidió oración por los “afectados de los recientes huracanes, por las víctimas de la pandemia, las familias en el desempleo y mostró su cercanía por el personal sanitario de salud en el país”.

En Granada, la segunda ciudad en Nicaragua después de León, que celebran a la Inmaculada Concepción de María, el obispo Jorge Solorzano, ha decretado un año jubilar mariano en conmemoración de la llegada de la “Conchita” (como le dicen a la Inmaculada) y ha pedido a su presbiterio que “como buenos hijos, lleven la buena nueva que consuela, libera y sana”.

Una fiesta en medio de crisis

La Mesa de Trabajo por las y los Presos Políticos, Libertad y Justicia, conformada por organizaciones de familiares de presos políticos, excarcelados, exiliados y la Unidad Nacional y Azul y Blanco, lanzaron este martes por tercer año consecutivo la campaña “¡Sin libertad no hay Navidad!”.

“Pasemos de las palabras a los hechos y apoyemos las campañas de movilización, las actividades de calle, la presión económica y la presión internacional”, dijo uno de los miembros de la Unidad Nacional. “Son 118 familias que esta Navidad la pasarán sin sus parientes por crímenes que no cometieron y que esta Navidad sus hijos, hijas, esposas, madres y familia les espera”, agregó.

Las organizaciones opositoras también demandaron al gobierno de Nicaragua que cese el acoso y el hostigamiento a los familiares de los presos políticos, así como a los excarcelados y líderes opositores.