El arzobispo de Tarragona, monseñor Jaume Pujol, ha destacado cuatro momentos vividos entre los días 11 y 12 de octubre en el contexto de la beatificación de los 522 mártires del siglo XX en España. Lo ha hecho durante la rueda de prensa final de la beatificación del Año de la Fe, acompañado por el obispo secretario de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino.
En orden cronológico, monseñor Pujol ha querido recordar estos cuatro hechos. En primer lugar la conferencia del profesor Andrea Riccardi "Siglo XX. Siglo de mártires". El fundador de la Comunidad de San Egidio "nos dio claves y razones muy profundas para entender lo que significa el martirio", ha señalado el arzobispo.
Un segundo momento fueron las vísperas solemnes, celebradas el sábado por la tarde en la catedral, en las que quiso insistir en "el perdón y en la reconciliación". "Nadie de nosotros experimentará ni un ápice de resentimiento hacia aquellos que los persiguieron -señaló en la homilía- Ni tampoco la satisfacción de haber cumplido con un acto de justicia histórica, a la manera del mundo. ¿Cómo no vamos a perdonar si todos ellos murieron, a imitación del Señor, con palabras de perdón en sus labios? El primer fruto, diría, la primera gracia de los nuevos mártires, será la gracia del perdón y de la reconciliación.
A continuación ha agradecido el trabajo de todos cuantos han hecho posible las representaciones de la "Pasión de San Fructuoso", el sábado 12 en la Tarraco Arena, y se ha referido a la "Passio" como una representación muy bella, una historia emotiva, "uno de esos grandes tesoros que tenemos en la Iglesia y que no son suficientemente conocidos".
Y para finalizar, el arzobispo ha hablado del mensaje del papa Francisco que se emitió antes de la ceremonia de beatificación. "El papa ha hecho un gran esfuerzo" – ha dicho-, al querer dirigirnos expresamente esas palabras. El santo padre grabó un videomensaje de tres minutos de duración en el que decía que "los mártires son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel amar hasta el extremo que llevó a Jesús a la Cruz".
Monseñor Pujol ha reconocido que, ya durante la ceremonia, se había emocionado especialmente en el momento en que se descubrió la gigantografía con los rostros de los 522 nuevos beatos "que nos están mirando desde el Cielo" y también en el momento en el que la Escolanía de Montserrat interpretó el "Girasol", con letra de Jacinto Verdaguer y música del P. Angel María Rodamilans, antiguo director de la Escolanía y mártir, que era uno de los 522 ahora beatificados.
Por su parte, monseñor Martínez Camino ha dado las gracias al arzobispo de Tarragona y a todo su equipo, "nos hemos sentido como en casa –ha señalado- y se ha trabajado con un gran espíritu de colaboración entre la Conferencia Episcopal y el arzobispado", ha reconocido.
Mons. Camino, ha reiterado que "la Iglesia no se olvida de ninguna víctima". "Se habla del siglo XX como el siglo de la violencia y de las víctimas. Es el siglo de las declaraciones de los Derechos Humanos, pero también un siglo oscuro para los millones de víctimas inocentes que fueron objetos de ideas totalitarias de diferente signo político, que quisieron imponer por la fuerza de sus ideas y llevaron al siglo XX a la hecatombe. De entre todas las víctimas la Iglesia reconoce a algunos de sus hijos que murieron por ser católicos, por no renegar de su amor a Cristo y por fidelidad a su fe". Esta Beatificación ha sido un acto que tendrá "un larguísimo alcance histórico" y ha añadido que Según el Secretario "va a ser una ocasión para que nadie se olvide de ninguna víctima".
Ante las preguntas de los periodistas, al final de la rueda de prensa, el secretario de la Conferencia Episcopal Española, ha insistido en que "el siglo XX ha sido un siglo oscuro para millones de personas" y ha recordado en particular a judíos y ortodoxos subrayando que "todas las víctimas merecen respeto, todas han ofrecido su vida por causa de la intolerancia" y que "es un deber de piedad y de humanidad tratar de encontrar donde están los restos de los seres queridos", al tiempo que ha recordado que de varios de los mártires beatificados ahora no se ha encontrado su cuerpo, como por ejemplo en el caso del obispo auxiliar de Tarragona, beato Manuel Borrás, que, en 1936, fue fusilado y quemado vivo mientras agonizaba.
La Iglesia, "más que abrir heridas, quiere curarlas", es lo que ha añadido por su parte monseñor Pujol al responder a los periodistas, pidiendo que "no haya odio", y ha reconocido que le apena que haya gente que se pueda sentir dolida por un acto como éste.
Ayer fuero beatificados 522 mártires. Con ellos, el total de mártires del siglo XX en España beatificados es de 1.523 (11 ya han sido canonizados).
Unas 25.000 personas asistieron ayer a la ceremonia en el recinto del Complejo Educativo de Tarragona. Entre los presentes, estaban 104 obispos (8 cardenales), 1.4000 sacerdotes, 2.800 religiosos y 4.000 familiares de las víctimas. El evento fue cubierto por 350 periodistas y por televisión, en España, la ceremonia fue vista en directo por 1.800.000 personas. Además se ha contado con la colaboración de 800 voluntarios.