10/28/09

Hacer que los anglicanos se sientan como en casa en la Iglesia Católica


Monseñor Stetson, experto en el diálogo con la Comunión Anglicana Tradicional


La semana pasada sorprendía la noticia de que Benedicto XVI permitirá a grupos de anglicanos que desean entrar en plena comunión con la Iglesia Católica, el hacerlo a través de Ordinariatos personales, preservando al mismo tiempo elementos de la tradición espiritual y litúrgica anglicana.
La provisión de Ordinariatos es la respuesta del Vaticano a los anglicanos que han expresado deseos de convertirse en católicos. Se estima que entre 20 y 30 obispos anglicanos han hecho una petición similar.
Hasta ahora existía una Provisión Pastoral, emanada por Juan Pablo II en 1980, pero que sólo contemplaba los casos individuales de sacerdotes episcopalianos que deseaban abrazar el catolicismo.
Para entender cómo funcionan los Ordinariatos personales y la importancia de esta iniciativa, ZENIT ha entrevistado a monseñor William Stetson, un sacerdote del Opus Dei y secretario del Delegado Eclesiástico de la Congregación para la Doctrina de la Fe para la Provisión Pastoral de ex sacerdotes episcopalianos (el término episcopaliano suele usarse para designar a los miembros de la Comunión Anglicana en Estados Unidos y en Escocia, n.d.t.).
Monseñor Stetson mantiene una Oficina de Provisión Pastoral en la parroquia de Nuestra Señora de Walsingham, una congregación de tradición anglicana en la archidiócesis de Galveston-Houston.
-¿Qué es un Ordinariato personal? ¿Existe en algún otro lugar en la Iglesia?
Monseñor Stetson: Un ordinariato es una estructura jurisdiccional compuesta por un prelado con jurisdicción ordinaria, su propio clero incardinado que le asiste en su trabajo pastoral, y los fieles laicos a los que pastorea.
Existe un ordinariato militar en muchos países, que tiene la responsabilidad del cuidado pastoral, de quienes sirven en los Ejércitos y sus familias. En los Estados Unidos se llama Archidiócesis para los Servicios Militares (Archdiocese for the Military Services). Que yo sepa no existen otros Ordinariatos.
-¿Cuál es la diferencia fundamental entre la Provisión Pastoral de 1980 y la nueva constitución apostólica?
Monseñor Stetson: La Provisión Pastoral no tenía contenido canónico y no contemplaba el ejercicio del poder de gobierno. La nueva constitución apostólica establecerá normas canónicas al más alto nivel para proveer la creación de nuevas estructuras canónicas llamadas “ordinariatos” en naciones individuales. En conformidad con las normas generales, cada ordinariato tendrá el poder de gobierno (jurisdicción) sobre un determinado tipo de personas y asuntos.
-¿Qué sucederá con las parroquias católicas de tradición anglicana (Anglican Use parishes) que han estado operando durante años?
Monseñor Stetson: Hasta este momento las llamadas parroquias de tradición anglicana en Estados Unidos son parroquias personales de la diócesis donde están presentes, que mantienen elementos de la tradición anglicana, especialmente la liturgia.
No hay relación canónica entre ellas o con el Delegado Eclesiástico de la Provisión Pastoral.
Presumiblemente, si se establece un ordinariato en los Estados Unidos, las parroquias pasarían a ser jurisdicción del nuevo ordinariato y quedarían bajo la jurisdicción del prelado del ordinariato.
Las futuras parroquias y comunidades de culto podrían ser establecidas por el ordinario del ordinariato a petición de grupos de fieles anglicanos con un sacerdote tras consultar al obispo diocesano del lugar donde se encuentran.
- ¿Cuál es el motivo de establecer estos ordinariatos personales? ¿Por qué la Provisión Pastoral no era suficiente?
Monseñor Stetson: La Provisión Pastoral es un mero proceso administrativo para preparar a los antiguos sacerdotes episcopalianos casados para ser ordenados como sacerdotes católicos a petición de los obispos diocesanos. El nuevo ordinariato proveerá una estructura canónica similar a una diócesis para el cuidado pastoral de los fieles laicos que se proceden de la Iglesia episcopaliana.
-Esta estructura canónica parece responder directamente a una petición realizada hace dos años por la Comunión Anglicana Tradicional, que tiene alrededor de 400.000 miembros en todo el mundo. ¿Cree que muchos de estos miembros entrará en comunión con la Iglesia católica a través del ordinariato personal?
Monseñor Stetson: La Comunión Anglicana Tradicional es en realidad una confederación de autodenominadas diócesis presentes en muchos países diferentes; está formada por sacerdotes, fieles laicos y obispos. La Comunión Anglicana Tradicional como tal nunca ha formado parte de la Comunión Anglicana bajo la autoridad del arzobispo de Canterbury.
Lo que suceda con las diócesis en los países concretos dependerá de las decisiones tomadas por la jerarquía católica en los respectivos países con la Congregación para la Doctrina de la Fe. Su número es mayor en África y Asia.
-¿Cómo será el proceso para los anglicanos, especialmente sacerdotes y obispos, que entren en la Iglesia a través del ordinariato?
Monseñor Stetson: La Constitución Apostólica que permitirá la creación de ordinariatos en cada país aún no se ha presentado. Por esta razón no conocemos la naturaleza del proceso. Anticiparía que será similar al usado en los últimos 27 años por la Provisión Pastoral aquí en Estados Unidos, y su homóloga en Inglaterra (la cual, con todo, no había provisto de parroquias y liturgia, como en Estados Unidos).
- El anuncio vaticano contempla la posibilidad de que un ordinariato católico tenga seminaristas, que se prepararían junto con los seminaristas católicos, “aunque el ordinariato establecería una casa de formación dirigida a las necesidades particulares de formación en el patrimonio anglicano”. ¿Esto incluiría la posibilidad de matrimonio para estos seminaristas anglicanos?
Monseñor Stetson: Los puntos específicos de esta cuestión aún no se han dado a conocer. Al menos supongo que los seminaristas tendría que estar a la vez casados y estudiar en un seminario anglicano en el momento que trataran de entrar en plena comunión, y luego continuar estudiando para el sacerdocio en un seminario católico. Ellos tendrían que recibir la dispensa de la norma del celibato, estudiando la Santa Sede caso por caso. Los futuros seminaristas tendrían que ser célibes.
-¿Qué otras tradiciones mantendrían los anglicanos al entrar en la Iglesia católica por la vía del ordinariato personal?
Monseñor Stetson: Las parroquias pequeñas, que permiten una mayor cohesión. Una rica tradición de expresión litúrgica (lenguaje, música, vestimentas, espacio, etc) en inglés, que data del siglo XVI. Esto también incluiría una gran tradición de la utilización de la Sagrada Escritura en la predicación, el amor a los Padres de la Iglesia y una expresión teológica más allá de la escolástica católica romana.
-¿Por qué el Vaticano puede ofrecer esta concesión sólo a los anglicanos, y no a los luteranos, presbiterianos, etc. que quisieran entrar en la Iglesia?
Monseñor Stetson: Los anglicanos han disfrutado siempre de un lugar especial en la actitud católica hacia la ruptura de la unidad de los cristianos en Occidente después del siglo XVI. La Iglesia de Inglaterra intentó mantener muchos elementos de la Iglesia Católica y, al mismo tiempo ser protestante. La Iglesia de Inglaterra mantuvo una mayor unidad dentro de sí misma y por lo tanto podía tratarse como una entidad única en las conversaciones con Roma.
-Se ha hablado de que esta medida afectará negativamente al diálogo anglicano-católico, es decir, al Consejo Internacional Anglicano-Católico (ARCIC)? ¿Es esto cierto?
Monseñor Stetson: Aparentemente no, de acuerdo con las manifestaciones de las autoridades católicas y anglicanas en Inglaterra y en otros países que están implicadas en el diálogo ecuménico. Solo el tiempo lo dirá.
- ¿Por qué es una buena noticia para los anglicanos que buscan la plena comunión con la Iglesia Católica?
Monseñor Stetson: Los anglicanos que entran en la comunión plena encontrarán un hogar espiritual familiar en en la Iglesia Católica a través de las parroquias personales que el prelado de la ordinariato será capaz de establecer con los sacerdotes y el personal especialmente preparado, que también provendrán de la tradición anglicana.