El cardenal Osoro al visitar en Roma las estructuras de Sant’Egidio
El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, visitó
hoy algunas estructuras de la comunidad de Sant’Egidio. Allí le
explicaron el trabajo con los corredores humanitarios para hacer llegar a
Italia a las familias de refugiados. Interrogado sobre qué falta en
España para que los corredores humanitarios se puedan activar como lo
está haciendo Italia, el cardenal indicó que en su país “es una decisión
que debemos tomar los que tienen las responsabilidades para hacerlo”, y
desea claramente que sea “ya”.
Después de su visita a la Iglesia de San Bartolomé, en la isla
Tiberina, en la que san Juan Pablo II quiso se dedique a la memoria
ecuménica de los mártires del siglo XX y contemporáneos, interrogado por
ZENIT sobre que le impresionó al visitar este templo, el purpurado
español indicó tres puntos: primero “el testimonio de los cristianos en
todas las situaciones aun cuando se pide la vida para indicar que
Jesucristo es el verdadero camino y la verdad”.
Segundo, porque “me ha ayudado a ver como los cristianos tenemos que
uniros”, dijo, porque “hay mártires de la iglesia católica y de otras
iglesias, que son hermanos cristianos. Y lo importante de ver en ese
‘dar la vida’ es la unidad. La sangre nos une y la sangre de Cristo une a
todos los hombres”.
Tercero, señaló el cardenal, es porque “esta basílica como está
dispuesta es la tarjeta de presentación de lo que tiene que ser esta
humanidad, un mundo de hermanos. Porque somos todos hijos de Dios”.
En su visita a la estructuras de la comunidad de Sant’Egidio, situada
en Vía del Fienarioli, el arzobispo de Madrid estuvo en la escuela de
italiano para extranjeros, que da este servicio gratuito a los
inmigrantes.
El purpurado entró en diversas aulas y conversó con los alumnos.
Entre ellos, una señora salvadoreña le señaló que emigraron pensando a
los hijos, porque las pandillas los enrolan y ellos no pueden hacer
nada. En esa aula también contaron sus experiencias una señora albanesa y
otra de ucrania y una tercera de Georgia. La visita concluyó en una
casa hogar cercana, para enfermos terminales.