El Papa en la Audiencia General
El papa Francisco
prosiguió este miércoles las catequesis sobre la esperanza, centrándola
en la que demostró María. El Santo Padre ingresó en el jeep abierto en
la plaza de San Pedro, donde miles de personas le esperaban con las
habituales manifestaciones de cariño, agitando banderas, pañuelos y
saludándolo en alta voz a su paso.
Por su parte el sucesor de Pedro, hizo detener varias veces el vehículo para bendecir a los más pequeños y ancianos.
En su resumen en español el Pontífice señaló que “en la catequesis de
hoy contemplamos a María como Madre de la esperanza. Ella pasó también
por momentos muy difíciles. No era fácil responder con un «sí» al
anuncio del Ángel y acoger en su seno el misterio de la Encarnación del
Hijo de Dios”.
Y precisó que “después, en el momento crucial de la vida de Jesús,
cuando casi todos lo han abandonado, María permaneció junto a la cruz de
su Hijo por amor de madre y por fidelidad al plan de Dios”.
“Ella, a pesar de que no siempre comprendía –prosiguió el papa
Francisco– todo lo que estaba sucediendo, se nos muestra como una mujer
valiente, que no se detiene ante las dificultades. Una mujer que está
atenta a la Palabra de Dios y que sabe meditar todo en su corazón”.
“Por último, también la vemos al comienzo de la Iglesia, junto a los
discípulos de su Hijo, acompañándolos y animándolos como madre de
esperanza. Así nos enseña que en los momentos de dificultad, cuando
parece que nada tiene sentido, siempre tenemos que esperar y confiar en
Dios” explicó el Pontífice.
El Santo Padre concluyó sus palabras en español saludando con
cordialidad “a los peregrinos de lengua española” y recordó que “hoy
celebramos la fiesta de san Juan de Ávila, patrono del clero español y
maestro de vida espiritual”. Exhortó así a rezar “por todos los
sacerdotes, para que sean siempre una imagen transparente de Jesús, Buen
Pastor, y la Virgen María los sostenga a lo largo de su vida
sacerdotal”.