Antonio Rivero, L.C.
Textos: Isaías 49, 3.5-6; 1 Co 1, 1-3; Juan 1, 29-34.
Textos: Isaías 49, 3.5-6; 1 Co 1, 1-3; Juan 1, 29-34.
Idea principal: Ese Dios que vino al mundo es Siervo.
Resumen del mensaje: Ese Hijo de Dios, Jesús,
después de su vida oculta en Belén y Nazaret, sale feliz a su vida
pública a los treinta años con su carnet de identidad: es Siervo. Su huella dactilar está bien clara y legible: “Vine para servir, no para ser servido”.
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, Jesús es siervo
para servir primero a su Padre celestial, glorificándole y cumpliendo
incansablemente la misión de ser luz y poder reunir a su pueblo y traer
de vuelta a Dios a los supervivientes (primera lectura). Este siervo
experimentará cansancio, es verdad, pero nunca será en vano. Y aunque
los resultados de su servicio no corresponden a las expectativas y
esfuerzos, él se encuentra en paz, porque trabajó para dar gloria a su
Padre y la recompensa le vendrá de Él.
En segundo lugar, Jesús es siervo para servir también a la humanidad, a cada hombre y mujer. Para cumplir su misión de siervo
se reviste de entrañas de Cordero que se dejará inmolar y sacrificar
para quitarnos el pecado (evangelio) y darnos el Espíritu de santidad.
Este título de Cordero incluye los siguientes rasgos: Cordero vencedor, Cordero expiatorio, Cordero pascual liberador.
A Jesús en la cruz, igual que al cordero pascual, no le quebrarán
ningún hueso. ¿Cómo quita Jesús el pecado de la humanidad? Asumiendo la
condición humana de siervo y ofreciéndose desde la cruz, en ofrenda voluntad y servicio de amor. Desde la cruz nos da el Espíritu Santo que purifica y perdona todos nuestros pecados.
Finalmente, todo seguidor de Cristo tiene que vivir esta dimensión de siervo
en todas partes y con todos: con Dios, en la familia, en el trabajo, en
las comunidades. Servir a Dios con una vida santa (segunda lectura).
Servir a la familia con una vida de entrega, sacrificio y ejemplo para
los hijos. Servir en el trabajo con una vida honesta. Servir en las
comunidades mediante la disponibilidad desinteresada en los diversos
apostolados que surjan.
Para reflexionar: ¿Tengo manos, corazón y pies de servidor o de mandador? ¿Domino o sirvo? ¿Sirvo con amor o a regañadientes?
Para rezar:
Nos has mostrado con tu ejemplo, Señor,
que es posible vivir para los demás.
Tu vida es un espejo fiel donde mirarnos
para descubrir cuánto nos falta cambiar
y cuánto todavía podemos dar a los demás.
Tú saliste a recorrer los caminos
para ir al encuentro del necesitado
y el excluido.
Tú acogiste a los despreciados
y a los que todos marginaban
y dejaban a un costado.
Tú atendiste las necesidades del pueblo,
sanaste sus enfermedades,
les enseñaste a compartir el pan,
y vivir unidos.
Tú ofreciste tu vida
hasta el final, hasta entregarla por amor
y pura donación, para que todos vivamos más y mejor,
y podamos alcanzar la vida verdadera.
Señor del servicio, muéstranos el camino
que lleva a darlo todo por los demás.
Ayúdanos a tener tus mismos sentimientos, preocupaciones y opciones.
Haz que atendamos las necesidades, sufrimientos y esperanzas de nuestro pueblo. Haznos cercanos y hermanos de todos.
Enséñanos a vivir pensando primero en el otro, enséñanos a vivir
como verdaderos servidores, dispuestos, generosos, alegres y fraternos
con todos, Señor, con todos.
que es posible vivir para los demás.
Tu vida es un espejo fiel donde mirarnos
para descubrir cuánto nos falta cambiar
y cuánto todavía podemos dar a los demás.
Tú saliste a recorrer los caminos
para ir al encuentro del necesitado
y el excluido.
Tú acogiste a los despreciados
y a los que todos marginaban
y dejaban a un costado.
Tú atendiste las necesidades del pueblo,
sanaste sus enfermedades,
les enseñaste a compartir el pan,
y vivir unidos.
Tú ofreciste tu vida
hasta el final, hasta entregarla por amor
y pura donación, para que todos vivamos más y mejor,
y podamos alcanzar la vida verdadera.
Señor del servicio, muéstranos el camino
que lleva a darlo todo por los demás.
Ayúdanos a tener tus mismos sentimientos, preocupaciones y opciones.
Haz que atendamos las necesidades, sufrimientos y esperanzas de nuestro pueblo. Haznos cercanos y hermanos de todos.
Enséñanos a vivir pensando primero en el otro, enséñanos a vivir
como verdaderos servidores, dispuestos, generosos, alegres y fraternos
con todos, Señor, con todos.