Obispo de San Cristóbal de Las Casas
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Nos
hemos reunido en Quito, Ecuador, los integrantes el equipo asesor del
CELAM sobre un asunto fronterizo, la teología india, para preparar el VI
Simposio, que versará sobre el misterio de la Santísima Trinidad y su
vivencia en los pueblos indígenas. Este evento, programado por el mismo
CELAM en su plan de trabajo, se llevará a cabo en Asunción, Paraguay, en
septiembre próximo. Su objetivo general será proseguir el
camino de profundización de los contenidos doctrinales de la Teología
India, para avanzar en su clarificación a la luz de la Palabra de Dios y
del Magisterio de la Iglesia. Son cuatro sus objetivos específicos:
Profundizar en la fe católica sobre el misterio de la Trinidad en sus
diversas expresiones a través de los tiempos y las culturas. Conocer,
compartir y dialogar sobre el modo cómo viven los pueblos originarios el
misterio de la Trinidad y la familia. Ofrecer elementos teológicos para
acompañar pastoralmente a las familias originarias en los procesos de
cambio que están viviendo. Celebrar la fe trinitaria con expresiones
propias de las familias originarias. Nos importa mucho el tema de la
familia, por todos los cambios culturales que está experimentando, aún
en los lugares más apartados de las montañas y las selvas, convencidos
de que tenemos una gran riqueza en la Revelación, que les ofrecemos,
para ayudar a salvar la familia.
En
los Simposios anteriores se han abordado temas muy importantes: El
primero fue en Bogotá, en 1997, para empezar a desbrozar los
prolegómenos. El segundo fue en Cochabamba, en 2002, para profundizar
algunos contenidos introductorios. El tercero fue en Guatemala, den
2006, sobre Cristo en los pueblos indígenas. El cuarto fue en Lima,
Perú, en 2011, sobre la teología de la creación en la fe católica y en
los mitos, ritos y símbolos de los pueblos originarios cristianos en
América Latina. El quinto fue en San Cristóbal de Las Casas, en 2014,
sobre la Revelación de Dios y los pueblos originarios. Todos ellos se
han hecho de común acuerdo y con participación de la Congregación para
la Doctrina de la fe, pues desde que era su Prefecto el Cardenal Joseph
Ratzinger, nos insistió en la importancia de realizar estos diálogos en
comunión eclesial, participando los obispos designados por las
Conferencias Episcopales para los temas indígenas, junto con teólogos
que están elaborando y viviendo esta teología en los pueblos
originarios. Se ha avanzado bastante, en un clima de discusión y
apertura eclesial. Queremos mantenernos fieles y firmes en nuestra fe
católica, pero con el corazón y la mente cercanos a las experiencias
religiosas de los indígenas, en los cuales también actúa el Espíritu de
Dios.
PENSAR
El Papa Francisco ha dicho: “Bien
entendida, la diversidad cultural no amenaza la unidad de la Iglesia.
El mismo Espíritu Santo es la armonía, así como es el vínculo de amor
entre el Padre y el Hijo. Él es quien suscita una múltiple y diversa
riqueza de dones y al mismo tiempo construye una unidad que nunca es
uniformidad sino multiforme armonía que atrae. La evangelización
reconoce gozosamente estas múltiples riquezas que el Espíritu engendra
en la Iglesia. No haría justicia a la lógica de la encarnación pensar en
un cristianismo monocultural y monocorde. Por ello, en la
evangelización de nuevas culturas o de culturas que no han acogido la
predicación cristiana, no es indispensable imponer una determinada forma
cultural, por más bella y antigua que sea, junto con la propuesta del
Evangelio. El mensaje que anunciamos siempre tiene algún ropaje
cultural, pero a veces en la Iglesia caemos en la vanidosa sacralización
de la propia cultura, con lo cual podemos mostrar más fanatismo que
auténtico fervor evangelizador” (EG 117).
“La
teología, en diálogo con otras ciencias y experiencias humanas, tiene
gran importancia para pensar cómo hacer llegar la propuesta del
Evangelio a la diversidad de contextos culturales y de destinatarios. La
Iglesia, empeñada en la evangelización, aprecia y alienta el carisma de
los teólogos y su esfuerzo por la investigación teológica, que promueve
el diálogo con el mundo de las culturas y de las ciencias. Convoco a
los teólogos a cumplir este servicio como parte de la misión salvífica
de la Iglesia. Pero es necesario que, para tal propósito, lleven en el
corazón la finalidad evangelizadora de la Iglesia y también de la
teología, y no se contenten con una teología de escritorio” (EG 133).
ACTUAR
El
Espíritu de Dios, a través de los tiempos y las culturas, se expresa de
diversas formas. Escuchémoslo en las vivencias religiosas de los
pueblos indígenas, y ofrezcámosles siempre la plenitud de la Revelación
que Jesucristo nos ha traído.